ÉLITE | omegaverse |

ORGULLO.

La puerta fue abierta de manera lenta, Marina levantó la cabeza con el ceño fruncido cuando Lucrecia apareció con una sonrisa hipócrita balanceándose hasta portarse en el espejo.

Lo Sabía, estaba esperando a que la alfa llegase a reclamarle, así que solo espero poder aguantar las ganas de tirarle un golpe.

— cariño, sabes que no es de amigas traicionar ?

Marina se mantuvo en silencio, estaba notablemente cansada y asqueada de la situación, donde solo Nano era la clave para poder escapar de lo que le cansaba.
Soltar lo que había dicho Lucrecia y su soborno con Martín de traerle un Niño ya se le había escapado.

Era demasiado

Cuando Lucrecia la amenazo terminó por entender que esta vez, no solo no podía ignorarla solo debía irse ya, en la fiesta del fin de curso se iría, total los relogs ya estaban en venta y nadie sospechaba de ella.

Con tal de ayudar a nano, haría lo que sea.

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Él omega escuchaba atento a lo que Carla decía, tenía un grave problema y no sabía con exactitud cómo actuar, estaba asustado y afligido por la alfa, Carla había sido un pilar muy grande en su vida y ahora estaba en un gran problema todo por un maldito ladrón que había entrado en allá casa y se robó los relojes que tanto quería su padre, él conocía bien la situación de Carla.

Cuando Carla se retiró al baño Lucrecia le sonrió, polo la ignoro y volvió para sentarse con su alfa — creo que está en problemas..

— no es nuestro asunto polo — le habiso tomando su mano, él omega lo miro con el ceño fruncido.

— es mi amiga y fue mi alfa— recalcó con disgusto, actuaba como un patan.

— y ahora lo soy yo, yo soy tu alfa y no quiero que sigas con ello, es peligroso cariño — Christian podía ser un hombre bastante indiferente y dispuesto a ir de libre albedrío, pero no permitiría que siguiera en aquel terreno turbio— porfavor.

Él omega vaciló, mordió su labio de manera nerviosa, le asintió al alfa y bajando hasta su boca dejó un vasto beso en sus labios, Christian le sonrió acariciando su mejilla — eres tan hermoso polo..

Él omega desvió la mirada con una sonrisa mostrando sus dientes — ya lo sé macho.. o co.. uhg..

Él omega se tapó la boca con rapidez y sus ojos se pusieron rojos, se levantó del asiento abruptamente llamando la atención de los demás y salió corriendo hacia el baño, Christian llegó a su lado completamente alterado mientras acaricia su espalda y frotaba su mano para marcarlo.

Él omega estaba pálido, solo pudo abrazarlo y acariciarle el cabello, le indicó que se suba a su regazo mientras limpiaba la frente con sudor de polo, se notaba cansado. Él omega apoyó la frente el el pecho de Christian completamente cansado permitiéndoce lentamente caer dormido y su alfa temía lo peor.

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Marina ya no lo miraba, y con razón él omega andaba enojado y desprendía un fuerte olor de amenaza en cuanto le advirtió a marina lo peligroso que sería que se metiera en el problema de nano, eso no le impidió poder entrar a la casa de Carla y robarle un par de llaves.

Samuel en cuanto lo supo se tensó y no tenía ni un ápice de paciencia para nadie, ya era tarde y para esta hora Nano debería haber robado los relogs de Mila marquesa.

— cariño — Guzmán sonrió extrañado acariciando su espalda — Hueles a kilómetros y polo no se siente bien, lo mejor será irnos ya

Él omega asintió, se sentía fatal tener que ocultarle algo tan importante a su alfa que estaba en un limbo, su alfa o su familia.

Su estómago se revolvió.

Para cuando llegaron a casa, Guzmán ya se había ido habisandole que lo llevaría al doctor pronto.
Pero cuando abrió la puerta y estaba por irse, nano apareció en la sala saltando, en un rápido movimiento guardó los relogs con la mochila.

Guzmán frunció el ceño al sentir el aroma de marina en la casa, pero de seguro era porque Guzmán lo había marcado con su olor y era el de su familia.

— descansa cariño— sonrió besando su mejilla y asintiéndole a nano.

Cuando el alfa se fue nano rápidamente soltó el aire de sus pulmones sonriendo grande.

— Mira ! Con esto nos alcanza hasta para irnos del puto país ! Anda no te enojes.

Samuel estaba enojado

— venga! Samu no te enojes, toma toma quédate uno anda..

Samuel se alejó, rodó los ojos con sorna y se plantó firme ante el alfa— más te vale mantener a marina y el nombre de mi alfa lejos de todo esto.

— Que carajos ? Porque te preocupa con esto estoy lib..

— Está embarazada! — gruñó bajo, ya no era solo un secreto para su alfa, ahora eran dos y muy graves — solo aléjate de ella

Samuel salió de la sala hasta su habitación cerrándola de un portazo.

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— Lucrecia — llamó, la nombrada volteo mirándola con enojo, cerró el casillero para apoyarse en el mismo.

— felicidades, eres la mejor de la clase y para ti es el premio..

Nadia rápidamente le corrigió cuando le contó que azucena le había dicho, su padre y la situación por la cual ahora pasaba su hermano.

La mente de Lucrecia hizo clic y pronto sonrió arrogante y vencida — genial, nos ha jugado pero lindo.

Ambas observaron a marina, esta estaba en su casillero.

La ira de Lucrecia crecía, nunca le había agradado marina, siempre había sido un obstáculo más que una ayuda cuando estaba en una "relación" con Guzmán.

Y ahora gracias a ella la habían suspendido, estaba muy segura de que no era la única que miraba a la beta con rencor, algo más halla de todo el dilema que era y el caos que dejaba la beta con cualquier persona que se relacionaba, porque eso era lo que hacía.

Solo dejaba un camino de dolor y problemas para las personas que más amaba, que las lastimaba y ahí estaba entre la espada y la pared.

Entre mentiras y él orgullo.