La noche había llegado, el día había pasado muy rápido para Luca, ni siquiera sabía si su alumno le había dicho la verdad de invitarlo a salir, él ni siquiera sabía dónde estaba su casa, pero aún así se arreglo, sabía que era imposible pero no tenía nada que perder.
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.8:30 pm
Había pasado una hora desde que se había arreglado, "sabía que era una tontería"
Suspiró, y comenzó a prepararse un té, esta noche de nuevo cenaría solo, con su gata. De pronto, escuchó un golpe en la puerta, ¿quién podría ser a esta hora?, se encaminó hacia la puerta con su gata detrás de él y abrió la puerta.
—Hola, dígame, ¿qué se le ofre-
—Por dios, chico lindo, realmente toqué todas las puertas del edificio por ti, parece que en los archivos escolares no viene en específico el número de apartamento que tienes.
Luca abrió mucho los ojos, no esperaba que Alberto realmente llegara y menos vestido así, Dios, ¿acaso era un modelo?, ¿por qué esa chaqueta de cuero le quedaba tan bien?
—En fin, toma, cariño — le lanzó un casco a Luca— Vamos a irnos ya.
Tomó a Luca de la mano y lo llevó a rastras hacía las escaleras, no sin antes cerrar las puertas del apartamento. Bajaron en silencio y al llegar al estacionamiento lo primero que los ojos de Luca vieron fue una hermosa Vespa.
—Oh por Dios, ¿tienes una Vespa? que linda es, me encanta el color que tiene, ¿cómo la conseguiste?
— Verás, precioso, la conseguí trabajando con mi padre en la pesca, ya sabes, para poder ganarme la vida.
—Alberto, es muy linda.
—Y más linda será cuando estés tu arriba de ella, así que sube, andando— el más alto subió a su moto y la encendió.
Luca se subió sin pensarlo dos veces, en cuanto su trasero tocó el asiento, Alberto arrancó a toda velocidad, lo que hizo que el menor tomara rápidamente al de ojos verdes de la cintura para no caer, había sido una trampa solamente para que lo abrazara, pero no importa, solo quería salir de ahí vivo.
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.Después de 15 minutos de vagar por el puerto, al fin habían llegado a una ruta abandonada. Luca se estremeció y sintió pánico, ¿y si Alberto lo había llevado ahí para matarlo y hacer un sacrificio humano? Dios, aún era joven para morir, no quería que su vida terminara así.
Alberto bajo de la Vespa y se estiró un poco, volteó a ver su profesor, pero no estaba a lado suyo, al contrario, todavía estaba arriba de la moto, sonrió de lado y se encaminó dónde estaba Luca.
—Tranquilo, chico lindo, no te haré daño, te lo dije, es sólo una cena, pero, siendo sinceros, ¿te gustaría que nos vieran juntos para terminar en problemas?
—N-no, así está bien — Luca bajó de la moto y suspiró, aún se sentía nervioso — Pero, ¿a dónde es que me llevas?
—Verás, Luca, este es mi escondite privado, bienvenido a mi fortaleza — dijo Alberto y mientras quitaba algunas ramas, para dejar a la vista una torre abandonada.
—Wow, Alberto, que lindo es este lugar.
—Vamos, sígueme.
Alberto tomó la mano de Luca y lo llevo a las escaleras de cuenta que había puesto para subir, dejó subir a Luca primero para poder ver ese pequeño y lindo trasero que tenía su profesor.
Al subir, Luca se encontró con una habitación muy bien decorada y linda, tenía luces, fotos, una mesa, sillas y muchas decoraciones antiguas.
—Wow, Alberto, ¿todo esto es tuyo? me parece sorprendente lo lindo que es este lugar.