Hola, cariño

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-Vamos, Luca, no estés nervioso, vas a ver que será sencillo y no habrá complicaciones.

Aquel día en específico habían decidido por fin después de 2 años de matrimonio ir a un orfanato para poder adoptar a ese niño o niña que les alegraría las vidas para siempre. Luca estaba nervioso pues a pesar de que la sociedad estaba muy avanzada, pensaba que por el hecho de ser hombres no iban a poder adoptar, estaba temblando de los nervios, Alberto era el que manejaba el auto en esta ocasión, pues no podían dar la impresión de una pareja despreocupada en estos momentos al llegar en la Vespa.

Alberto le tomó la mano por encima de la palanca de cambios y le sonrío aún mirando el camino, Alberto sabía que podría ser difícil adoptar, pero él haría que fuera posible pues ahora ambos teniendo trabajo estable, ganaban bien, tenían su propia casa, Y aquel niño o niña tendría el amor de ambos padres, más el de sus abuelos y sus tíos, no le faltaría nada nunca de eso estaban seguros.

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El tiempo en la carretera pasó muy rápido, y por fin habían llegado a aquel orfanato, se tiran una última mirada de apoyo entre ellos y bajaron del auto.

Luca suspiro con pesadez, estaba aún nervioso a pesar de las palabras de Alberto, pero él sabía que podían, llevarían a casa a una personita y nadie les iba a decir que no, el pelearía con uñas y dientes por poder adoptar.

-Bienvenidos, los estábamos esperando.- una anciana de casi 80 años les saludo desde la puerta, pensaron que eso lo haría más difícil porque las personas más viejas son las que menos tolerante las cosas que pasan ahora, pero la mirada de aquella anciana era de amor y de cariño hacia los niños que cuidaba, así que posiblemente podrían tener la aprobación y adoptar.

-Estas son nuestras instalaciones, como podrán ver, cuidamos y amamos a cada uno de nuestros huérfanos. En estos momentos ellos están jugando en el patio, pueden ir a verlos, y decirnos si quisieran adoptar a uno. - la anciana sonrió y les señaló la puerta que llevaba al patio, ambos le agradecieron y tomaron su mano para ir a ver a los pequeños en el patio.

Al entrar, les sorprendió ver muchísimos pequeños corriendo en aquel lugar, otros estaba jugando en grupos, y otros estaban sentados leyendo.

Los niños al ver a dos adultos entrar, se sorprendieron y comenzaron a portarse bien, pues aquello significaba que, alguno de ellos podría ser adoptado. Los dos jóvenes comenzaron a caminar alrededor del patio mientras veían a todos jugar, pero en especial le llamaron la atención dos pequeños que estaban tomados de la mano. Era una pareja de niños, parecían hermanos, una niña morena con el pelo castaño y rizado qué le llegaba hasta los hombros y unas lindas pecas, y un niño moreno con el pelo negro y rizado corto. Algo que llamo la atención de ambos al verlos, fue que ambos pequeños tenían heterocromía. Pues, un ojo lo tenían verde y otro café. Sabían que esos casos eran muy difíciles de ver en solo una persona, pero en dos lo era aún más.

Se acercaron a los dos niños con una sonrisa, el niño al ver esto puso a su hermana detrás de él para protegerla de cualquier peligro, Hola pequeña niña miraba a través del hombro de su hermano con un toque de curiosidad a aquellos dos adultos que se les acercaban.

-Hola, pequeños. Mi nombre es Luca Paguro y él es mi esposo, Alberto Scorfano. ¿Cuáles son sus nombres?

-Hola, mi nombre es Jackson y ella es mi hermanita Emma. Un gusto conocerlos.

-H-hola...

Luca sonríe enternecido por el pequeño saludo de la niña, y se agachó para quedar a la altura de ambos.

-Estamos aquí para poder adoptar a alguno de ustedes, Y ustedes dos fueron nuestra primera opción al verlos.

-¡No! No quiero que me separe de mi hermanita. No me iré a ningún lado sin ella.- dijo aquel niño con una expresión de enojo, nunca se había separado de su hermana y ese no iba a ser el día.

Profesor || AlbertoXLuca (Alberca)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora