Cuando el cielo se pinte de azul¡En físico!

-1-

Adelaida, Australia 1916

-Easter-

Habíamos llegado.

Bajamos del auto, papá me extendió la maleta más pequeña y la tomé.

Aquel lugar, era como un corral muy muy  grande, todo por fuera estaba rodeado de una pared gris con una cerca sobre ella, a simple vista, se veía en  mal  estado, descuidada y sin mantenimiento.

Papá se acerco y con su nudillo tocó la puerta, no pasó mucho tiempo y una señora abrió.
Ella vestía diferente a lo que estaba acostumbrada, se parecía a Nana, pero su ropa era diferente, no tenía colores fuertes o llamativos, nada lindo.

Llevaba puesto un mandil blanco que se amarraba en su cintura, con una falda negra debajo de él la cual llegaba hasta el piso y un blusa de manga larga gris claro en la parte alta.

-Buenos días- Dijo ella
Su tono de voz... era algo meloso y dulce, sonaba tan tranquila.

-Buenos días- Mi padre respondió con firmeza

-En que podemos ayudarle-

-Vengo a dejar a mi hija- 

Sentí un hoyo crearse en el centro de mi estómago y dolió, quizá el echo de tener cinco años hacía que las personas creyeran que no entendía la mayoría de las cosas, o que las pasaba por alto sin darles importancia.
A los niños nos tomaban como seres que no prestábamos atención a nada, ingenuos e inocentes, pero, éramos quienes estábamos al tanto de todo y que con una simple palabra podíamos ser dañados.

Al final de todo sabía que significaba esto, sabía para que me papá me traía acá, y eso significaba no volver a verlo hasta completar el sueño de mi madre "combatir en guerra y ganar", me separarían de él, quizá para siempre, y la manera en la que había dicho que me dejaría aquí, sin un toque de sentimiento, sin nada de dolor o remordimiento, no había algo que en su voz dijera que iba a extrañarme...

Dolía, que a el le fuera tan fácil deshacerse de mí.

-Bien- Con un tono de alegría la mujer se hincó cerca de mi y me tomó por los hombros

-Cual es tu nombre linda-

-Easter- Algo insegura susurré

-Eastér- Repitió

-No- Corregí, la mayoría de las personas se equivocaban al pronunciar mi nombre, unos lo pronunciaban como se escribía, contando la "a", y otros solo ponían un acento en la última sílaba.

-Es Easter, no pronuncies la última "e" como tónica, pronuncia así la primera, solo como "Ezter"-

-Easter- Dijo un vez más aun manteniendo un poco el acento en la última sílaba

-Si- Le resté importancia puesto que era algo irrelevante discutir la pronunciación de mi nombre en un clima como este donde se te congelaba hasta el alma.

Se puso de pié, sacudió la nieve de su falda y le habló a mi padre -¿Gusta pasar?-

-No, gracias-

-Bien, entonces me permitiría las maletas por favor-
Papá le dio ambas maletas y ella me extendió la mano para que pudiéramos adentrarnos a ese lugar al cual había ya denominado como "El corral".

Voltee a ver una última vez a mi padre, suplicándole con la mirada que no me dejara ahí, en ese lugar, con desconocidos, tan cercado, sola.
El asintió con la cabeza y se me acercó.

-Easter, hazlo, enorgullece a tu madre- Me dio una unos golpecitos más en la cabeza,lo cual era lo más cerca de muestra de amor que recibía de él y se alejo nuevamente, agradeciendo a la mujer y adentrándose al auto para arrancar e irse.

Las lágrimas comenzaron a amontonarse en mis ojos y las sequé con el regazo de mi manga quería llorar, pero nada lo solucionaría, papá se había ido, mamá estaba enterrada, bajo tierra, si lloraba las personas no se apiadarían de mi, no me darían cariño, si lloraba las personas no volvían o mis errores no se corregían, aunque llorara, las personas no cambiaban de opinión respecto a sus ideas, entonces, para que llorar.

¿Para qué?

La mujer apretó levemente mi mano y me dio una sonrisa confortadora , me adentró "al corral".
Al pasar la puerta puso en ella demasiados números, los cuales eran una contraseña, seguridad, encierro, la puerta estaba asegurada.

Estaba encerrada.

Y nadie vendría por mi

----Editado----

Jelouuuus

Adjunto fotito d Easter chiquita :D

Beso beso muak