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-Spoke Evergraden-

Estaba viendo a Easter envolver sus manos en tela para poder comenzar a entrenar, al terminar con las de ella prosiguió con las mías.     
 
Tomó mis manos y comenzó a envolverlas en la tela blanca, rellenando esta con algodón para que al golpear el choque se amortiguara en el algodón y no en nuestra piel.

Colocó talco en ellas y comenzó a estornudar, Easter había mencionado más de una vez cuanto odiaba tener que poner talco en las manos, ya que eso le provocaba la alergia que le tenía al polvo, y todas las veces que ella se quejaba del talco yo tenía que recordarle que era para que no se lastimaran sus manos, a lo cual ella terminaba refunfuñando y aplicándolo sobre ellas.

-Bien empecemos- Dijo al terminar de envolver mis manos mientras me sonreía

-Bien...- Repetí   

 Aun habiendo practicado con Easter por mucho tiempo, la manera en que ella lanzaba golpes, peleaba y se defendía me seguía pareciendo asombrosa.

Ella, no colocaba la fuerza suficiente como para lastimarte, pero con cada golpe que lanzaba eras consiente de que si ella quería lastimarte podía hacerlo.

Era, lindo...

Sexyyyy

Silencio conciencia

Apretó su cabello en la coleta que llevaba y puso sus puños frente a ella acomodándolos lista para defenderse

-¿Listo Evergraden?- Preguntó 

Y antes de que pudiera darle una respuesta me lanzó su puño a la cara logrando golpear mi pómulo izquierdo

-Las personas no van a esperar que estés listo para pelear Spoke- 

Y lanzó otro golpe, el cual pude detener, seguido de otro.

Yo no golpeaba, yo esquivaba.

-¡Pelea Evergraden!- Gritaba

En medio de los golpes que ella me lanzó tuve la oportunidad de regresarle uno, el cual hizo que su nariz sangrara, y eso me desconcentro, verla lastimada, y luego percatarme de que yo la había lastimado hizo que olvidara que esto era una práctica, que posiblemente yo tuviera cincuenta golpes más y que así era como se entrenaba.

Dejé de defenderme, ella mando su puño al centro de mi rostro y como movimiento involuntario moví mi rostro hacia un lado, haciendo que todo el peso de ella se fuera hacia el frente y cayera arriba mio.

Sentí el golpe del piso en mi espalda dejándome sin aire, y luego el peso de Easter lo sentí encima mio, abrí los ojos recuperando el aire con los pulmones y el resto del cuerpo adolorido.

Su figura fue lo primero que se hizo presente en mi campo de visión y en otras circunstancias esta posición habría sido muy comprometedora<<Joder Spoke, pero que cosas piensas>>
Bañarme en agua bendita venía pareciendo una buena idea ahora.

Mentiría si decía que la vista que tenía frente a mi me era desagradable o incómodo.
Mi mente seguía en algún tipo de estado de shock, no me sonrojaba, no me daba pena o vergüenza, solo estaba viendo en milésimas de segundo su pequeño cuerpo repararse de la caída.

Quizá debí quitarla al instante que tocó mi cuerpo.
Quizá me debió de haber asustado que ella pudiese sentir mi escuálido cuerpo mal alimentado a través de la ropa.
Quizá me debí haber sentido avergonzado.

Pero no, su pequeño cuerpo solo emanaba un calor acogedor, sus pequeños cabellos que se habían soltado de su coleta cayendo por los costados de su rostro, su nariz sangrando, oh, mierda, ¡su nariz sangrando!.

-E-estas bien- Le pregunté volviendo a la realidad

-Lo estoy, y tu- Se movió para un lado quedando así a un costado mio

-Si-
 
Soltó su cabello haciendo que este callera por los lados de su cara.
Mi mano aventurada se acercó a su rostro y pasó uno de esos mechones por detrás de su oreja, al darme cuenta que había actuado sin pensarlo intente retirar mi mano, pero la suya se colocó por encima de la mía, haciendo que esta se mantuviera en su posición.
Deslizó nuestras manos hacia su mejilla y soltó mi mano dejándola ahí.

La profundidad de sus ojos verdes conectaron con los míos, haciendo de estos una maravillosa y profunda combinación. Por inercia acaricié su mejilla y ella cerró los ojos disfrutando del toque. 

Su mano bajó hasta mi rodilla y comenzó a hacer pequeños círculos en ella, mandando una corriente eléctrica a todo mi cuerpo.


-¿Interrumpo?- La voz chillona de su mejor amiga llegó interrumpiendo el momento

Si

Retiré rápidamente mi mano de su mejilla y ella mantuvo su mano en mi rodilla.

-No, para nada- Hablé aclarando mi voz

-Bueno, Romeo y Julieta, solo venía a avisarles que su práctica acabó hace quince minutos y el salón de comida ya abrió- 

-Oh- Easter se intentó poner de pie a lo cual Amy se lo negó

-No se que harían si mi- La castaña nos lanzó un par de toppers llenos con la comida de siempre

-¿Ser feliz?- Respondió Easter con algo de burla

-Ja, ja, morir de hambre quizá- Se sentó en el piso a lado nuestro y comenzó a abrir su comida

-Gracias- Me dirigí a ella sinceramente

-No es nada querido Romeo- 

Sonreí mínimamente hacia su comentario

-Quien se te hace guapa Spoke- Después de varios segundos Amy volvió a hablar causando que casi me atragantara

-Amy, no venimos a ver quien esta guapo y quien no- Reprochó la pelinegra girando los ojos

-Nah, guapa está Adra, deberías hablarle Spoke, es buen partido- Continuó 

-¿La niña?- Preguntó Easter a lo que Amy asintió repetidamente

-Bien pero, Adra tiene diecisiete, y Spoke veinte, no es muy sano eso-  Asentí dándole la razón

-La edad es lo de menos- Giró los ojos la castaña 

Pensé en Adra intentando ver que me gustaría de ella.
Adra era un poco más pequeña que Easter debido a su edad, era peliblanca y sus ojos eran grises.

Linda, en muchos sentidos.

Pero la única cabellera que ahora me cautivaba era una pelinegra y corta, y la única mirada en la cuál me podía perder era en una color verde esmeralda.

-Editada-

En mi opinión, me enamoraría perdidamente de Adra, vamos, cariño, es ¡peliblanca!

Besos de arándanos <3

Cuando el cielo se pinte de azul¡En físico!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora