VIVIR DE NUEVO - ELIJAH MIKAELSON

XIII. Goodbye for now.

XIII. Adiós por ahora.

Habían pasado varios días desde lo ocurrido. Eva había manejado muy bien lo que era ser vampiros. Sin embargo, la culpa que sentía por la muerte de su hermana amplificada por el vampirismo no la dejaban avanzar. Elijah temía que entrara en un estado profundo de depresión que la llevara a apagar su humanidad.

Ciertamente el original no tendría tiempo de lidiar con un vampiro sin humanidad. Tenia mas problemas de los que deseaba. La ciudad estaba sitiada por cazadores y la principal preocupación del original era Hope, Nik y Diana.

La relación entre el original y la vampiro novata era tensa, se ignoraban casi todo el día. Ambos eran orgullosos y eso era notorio. Elijah no quería que la luz y alegría que poseía se apagara mientras que Eva quería venganza, aunque eso le costara su relación con el original e incluso si llegaba a ganar su odio.

—Rebekah—llamo el vampiro.

La nombrada abrazo a su hermano—Tenias razón hermano—suspiro ya frustrada de la situación—Hay vigilancia en los muelles y aeropuerto, así como en las principales carreteras de la ciudad.

—Tenemos que atacar Elijah—esta vez fue el turno de hablar de Kol—No deseo quedarme aquí hasta que vengan y lastimen a mi hija junto a Davina. Tenemos que proteger a nuestros hijos—esto último fue dirigido a la bruja de apellido Mikaelson.

—Tranquilos—insistió su hermano—Se mejor que nadie que debemos atacar, pero debemos tener un plan. Vincent y Hope hablaran tanto con los brujos como los licántropos restantes. Así tendremos un oportunidad de acabar con esto de una vez por todas.

—Nuestro hermano tiene razón—Freya interrumpió a sus hermanos vampiros—Por mas que quiera que mi hijo y sobrinas estén a salvo no podemos atacar solo por hacerlo.

—¿Por qué no? —esta vez la voz de la pelinegra—Se supone que los vampiros son invencibles.

—Nosotros lo somos querida—respondió enojada la vampiro rubia—Y mientras mi prometido está corriendo y siendo protegido por los Strix para que a nosotros tres no nos pase nada—señalo a sus dos hermanos y a ella—Así que deja que los originales decidan.

—¿Quién te crees para hablarme así?

—Déjame pensar—solo coloco frente a ella con su pose se superioridad—Soy un vampiro original. Creadora y señora de un extenso linaje de mas de mil años, mientras tu eres una vampiro de unos días que apenas si controla su sed de sangre, que nunca ha matado a nadie y que no sabe pelear. Ahora déjanos solos.

—Basta las dos—la voz autoritaria del noble original se hizo presente. Elijah estaba cansado de esta situación pues desde que Eva se convirtió en vampiro Rebekah decía que se volvió insoportable—Estamos en medio de una guerra, no podemos estar peleando entre nosotros. Eva te prometo que atacaremos pronto, pero primero tenemos que asegurarnos de que tengamos éxito.

La pelinegra asintió no conforme, sin embargo, no dijo nada y salió de la habitación en donde estaban los tres Mikaelson. Se acerco al balcón del lugar en donde estaban resguardados y vio el anochecer y la luna salir a brillar. Eso le daba paz, una paz que se vio interrumpido a la llegada de su amiga.

—¿Cómo te sientes? —pregunto colocándose al lado de Eva.

—Como si un camión me hubiese arrollado —confeso aún despegar la vista de la luna que brillaba en el cielo.

—Es normal que te sientas así—suspiro profundamente antes de continuar—El vampirismo aumenta tus emociones y todo se siente mejor o peor, depende de la situación. Te acostumbraras con el tiempo.