Mágico

XXI

—¿Lo ven?— Kyrgios señaló hacia más allá de la costa con mal genio.

—Sí— Dokja podía verlo a simple vista gracias a la magia pero Jonghyuk tuvo que tomar unos binoculares.

Estaban en la torre más alta, pasando el muro la costa se veía bien, cargamentos y materiales estaban llegando. Entre los presentes se encontraban algunos generales, oficiales y mensajeros listos con información.

—¿Hace cuanto llegaron?— Dokja no dejaba de ver a esa flota de barcos lejos de ellos, suponía que llegarían en una semana, pero estos no se movían.

—Dos días— respondió un oficial.

—¿Qué es lo que han dicho otros reinos?— Jonghyuk se enfocó en buscar alguna bandera o señal que le indicara el origen de la flota.

—Hasta ahora, todos los reinos vecinos han dicho que la flota no les pertenece— Dokja asintió, los Reinos más cercanos firmaron una alianza con ellos, así que todos estaban listos para enviar un ataque o formar una estrategia.

—¿Nadie se ha acercado?— el mago tenía claras dudas sobre esta tripulación.

—No, tardaríamos al menos cinco días en llegar allí. No sabemos si atacaran o ya comenzaron a moverse, todo acerca de las flotas en incierto y sobre todo— el general fue interrumpido por el Rey.

—Hay fuertes fluctuaciones de Maná, solo me da escalofríos pensar en lo fuerte que puede ser la tripulación— Dokja chasqueó la lengua.

—O simplemente nos quieren engañar, ya que todo es incierto— Dokja respondió sin dudarlo, no podía pensar en algo así de fuerte.

La cantidad de maná saliendo de esos barcos lo tenía preocupado, entendería si fueran al menos quinientos magos, pero claro que esos barcos no soportaría a tanta gente. También estaba la posibilidad de que fueran engañados, tal vez la verdadera tripulación ya estuviera haciendo un movimiento mientras ellos apenas iban a investigar, todo estaba en su contra.

—Propongo cerrar completamente la costa, doblaremos la seguridad, no podemos dejar esto pasar hasta que sepamos con seguridad a que nos enfrentamos— la presión emitida por Yoo Jonghyuk no era una simple broma.

—La Reina ya se está encargando de eso, ella misma supervisa las mercancías ahora, quiere que nos enfoquemos en crear una estrategia. Kim Dokja ¿podemos usar magia?— el Rey dejó de ver hacia el mar, su mirada se concentró en su discípulo.

—Es una espada de doble filo— El mago hizo una mueca de enojo— si la uso y llegamos del otro lado sin saber lo que me espera estaría en peligro o sería detectado por el enemigo, iniciaríamos un conflicto con ese movimiento— Dokja respiró hondo, era un problema difícil de solucionar, no estaban en condiciones para ir a una guerra.

—Estamos aquí— Han Sooyoung y Yoo Sangah entraron a la torre de vigilancia.

—Rey Kyrgios ¿me permite hablar?— Sooyoung se inclinó ante su petición— por supuesto— respondió, estaba abierto a cualquier solución.

—No es posible usar magia de control— Dokja maldijo, esa era su única forma— Yoo Sangah y yo detectamos una imperceptible barrera anti-magia, seremos detectados de inmediato— los magos presentes suspiraron, habían acortado sus opciones.

—De hecho las fluctuaciones de maná provocaron que los animales marinos se refugiaran en la costa, no podemos calmarlos— Sangah tomó la palabra.

—Creemos que puede haber algo poderoso que los asusta, su instinto les dice que corran. No podemos ir por mar— el silencio cubrió el lugar, un aura en penumbras era emitida por los presentes, estaban acorralados.