El hombre bostezó con cansancio, había estado observando la flota desde que zarpó. Creyó que sería un trabajo fácil debido a que sólo era observar.
Se arrepintió ahora, era ya la madrugada cuando estaba de guardia. Tenía generales bastantes extremos así que cuidó de hacer bien su trabajo.
Pero, cuando escuchó ese estruendo no muy lejos supo que nada iría bien. Rápidamente se dirigió a la orilla para presenciar cómo la flota era atacada.
—¡El número 45 se está hundiendo!— gritaron a su lado, era de noche y apenas podía ver.
—¿Una foca?— se preguntó aferrándose al barandal, todos aguantaron la respiración cuando más criaturas llegaron y atacaron a toda la flota.
—No es una foca, es un elefante marino— contestaron a su lado.
—¡Señor!— todos los presentes con cargos menores se inclinaron cuando ese hombre con un traje pulcro llegó.
—Esto es de verdad problemático, iré a revisar— el hombre levitó sin ningún temor hacia la tripulación que estaba cayendo.
—¡Espere señor! ¡La ministra no ha dado órdenes!— eso no lo detuvo— ¿Tú lidiaras con ella cuando regresé? Querrá escuchar razones no excusas— no dijeron más y lo dejaron ir.
—¿Qué sucedió?— susurraron por todos lados.
—¿Será magia de control?— volvieron a decir.
—Imposible— salió de sus labios bajito.
—Exacto, es imposible— la voz femenina terminó con los susurros e ideas equivocadas.
—Primera ministra— todos se inclinaron para mostrar su respeto.
—¿Qué sucedió?— se vieron entre sí para decidir quién diría la noticia.
—Al parecer los animales se volvieron locos y atacaron los barcos de la tripulación. Un elefante marino escapó, así comenzó y ayudó a los suyos a escapar. No había rastro de magia por tu barrera, fue obra de esas criaturas— la respuesta llegó del cielo, tiempo después el hombre de traje bajó y se inclinó ante la mujer.
—Corten comunicación con los soldados, ya no pertenecen a este reino, no tenemos ninguna relación con ellos. Los señuelos han fallado y los planes de conquista se retrasarán, avisa al Rey que iré de inmediato al palacio— el mensajero se fue corriendo después de escuchar las órdenes.
—¿A dónde irás?— la primera ministra se quedó un poco más para ver al hombre que miraba curioso a la costa.
—Es interesante, quiero ir a investigar— la mujer dudó un poco de sus palabras, había algo que no la convencía por completo.
—Mientras no se enteren que perteneces a este reino, haz lo que quieras pero si lo hacen. Yo misma iré a matarte— el hombre sonrió como si nada evitando mostrar su temor.
—Lo sé, serán un par de semanas. Avisa al Rey, si es que le importa— la primera ministra rodó los ojos, a veces creía que trabajaba con un niño curioso en lugar de un adulto.
Además recordó como ese hombre había desaparecido hace unos días y reapareció apenas ayer, era un dolor de cabeza que se estaba convirtiendo en una migraña.
—General— las personas con las que se topaba lo saludaron con respeto pero siguió hacia el mar.
No le importó arruinar los zapatos de cuero, el agua salada llegó a sus suelas, se agachó un poco y con su mano agarró a una anguila sin miedo.
ESTÁS LEYENDO
Mágico
FanfictionJonghyuk cree que la idea del Rey sobre hacer que los Magos y el Equipo de Combate se unan, es innecesario. Por otro lado, al conocer a un pequeño mago, que incluso puedo soportar un par de golpes suyos, hizo de su aburrida vida un poco más interesa...