La melancolía.
Igual que cargar un saco lleno de sueños rotos, que pesan más que cualquier cosa, en algún momento en el camino te cansas de cargar tanto y de alguna u otra manera esa sensación de pesadez se refleja en la melancolía, en ocasiones quisieras tomar todo eso y dejarlo abandonado en el camino, pero ¿Qué seriamos sin todo eso? al menos aprendemos, la sabiduría que esos malos ratos nos brindan, es parte de lo que estamos hechos, y de ahí se va forjando lo que somos y un poco de lo que seremos en el futuro, en ocasiones la vida no es como en algún momento lo soñamos, pero uno tiene que aprender a ser lo que es y vivir como la vida misma lo va indicando, y es increíble lo que los seres humanos somos capaces de soportar, hoy en día hay tantas cosas que nos afligen, y cuando estas en esa dolorosa transición entre la adolescencia y la adultez comienzas a sentir de mas, todo parece doler más de lo que debería, y son tantas cosas las que lastiman, las que pesan; el amor, el trabajo, la familia, incluso la escuela, sentir que no estás preparado, sentir que no eres lo suficiente, y ves como la vida se va y no puedes tener aquello que anhelas, así es la melancolía, como una caótica ilusión que en tu interior es un huracán que destruye todo lo que está a su paso, un caos que surge de sentir esa eterna inexistencia, igual que destruirse a uno mismo, así como para algunos, sus emociones son la fortaleza, a mí me vuelven vulnerable.