8. Claveles.

3 0 0
                                    

Frente a ti me tuviste de rodillas,
supliqué por darle a este amor un hogar,
yo sólo quería ser luz de tus días,
pero no fui sol en ningún lugar,
es que sigo siendo joven e iluso,
ni destello ni luz, aunque sea fugaz.

Ojala este amor pudiera arrancarme
del pecho como una flor de entre las grietas,
pero no puedo sin desmoronarme
cual colisión de estrellas y planetas,
y un amor sin hogar debe morir
atravesado por un par de saetas.

Si mi amor por ti dejaras morir,
ven y dame un clavel por cada beso,
por cada vez que te fuiste sin decir,
por cada vez que fui tu compañero,
abrázame mientras llueven claveles,
es un clavel por cada noche sin dormir.

Al menos abrázame mientras todo se muere,
es un clavel por este final de finales.

La Melancolía: Una Caótica IlusiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora