Los días venideros antes de retomar su vida escolar, Uraraka se la pasó trabajando en una tienda de conveniencia cerca de un barrio muy peligroso, el hecho de tener ese trabajo le hacía sentir afortunada, la paga era buena y no habían trabajadores por la peligrosidad de su entorno.
No tenía los ánimos suficientes, y a pesar de llevar solo un par de días con la misma rutina, se le empezaba a hacer repetitiva, su estado mental estaba agotado, pero tenía que esforzarse para no perder de vista sus objetivos... Pero por sobre todo, se sentía sola.
Inconscientemente se decía que ella ocasionó su situación actual, que ella <<asesinó>> a su padre, algunas veces entraba en razón y se refutaba diciendo que en realidad fue un accidente. Era una carga muy pesada para una chica de quince años.Era de noche en el lugar donde se encontraba trabajando, ya se estaba acostumbrado a tratar con los clientes inusuales; pandilleros, rateros, gente mal hablada y otra muy amenazante, ella podría pensar que eran sicarios. Pero intentó de todo por dar un trato cálido y amable acorde a su personalidad.
Hasta ahora no había llegado a tener problemas en el sitio, como si respetaran su servicio o simplemente todos decidieran guardar las distancias.Y siendo honesta, a ella le parecía eso inquietante incluso para ser una zona peligrosa.
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Ya era muy entrada la noche cuando la pequeña terminó su turno, tenía que meter varias cosas pesadas de un cargamento que le dejaron a última hora y aprovechando que no habían medidas de seguridad por esos lados decidió ayudarse de su quirk.
Era rápida en lo que hacía, por algo había logrado entrar en el departamento de héroes.
Todo estaba tranquilo hasta que de la nada y a mitad de su trabajo una figura masculina y misteriosa se aproximó a ella con un paso lento y elegante, el sonido de sus pisadas resonó en el obscuro callejón donde se ubicaba la tienda.
Uraraka prediciendo un evento desafortunado se puso a la defensiva dejando flotando una de las cajas que tenía en sus manos.
La luz que proporcionaba la tienda era pobre y ella no podía observar del todo al hombre.
De repente la figura se paró a escasos metros de ella y un chasquido resonó, un par de sujetos a los que no notó en un inicio salieron de atrás del hombre elegante a su enfrente y se le aproximaron un poco atareados.
Uraraka estaba a punto de salir corriendo al ver la situación imprevista, pero una voz algo rasposa y humilde le habló.
Se trataba de un sujeto que le doblaba el tamaño, con unos brazos realmente fornidos y una curiosa máscara de cuervo.
-Disculpa señorita-dijo apenado y extendiendo una tarjeta de presentación- algunos de nuestros camaradas han pasado a comprar en este lugar y se quedaron sorprendidos con la utilidad de tu quirk.Uraraka no respondió y solo atinó a tomar la tarjeta mientras dirigía su mirada al hombre enorme frente a él y se paseaba hacía el hombre elegante al cual no le llegaba a ver la cara.
-Sé que es algo repentino, pero creo que nos serías de mucha utilidad si decides trabajar con nosotros- el gigante hizo una pausa recordando algo y enseguida continúo- yo soy Rappa y pertenezco al grupo de Shie Hassaikai y nuestro actual líder es...-
Fue interrumpido por el joven arreglado que con anterioridad chasqueó los dedos.
-Overhaul- cortó a secas con un tono elegante.Uraraka casi por inercia y educación básica hizo una leve reverencia a los dos.
-Lamento no haberme presentado, soy Uraraka- dijo mientras mentalmente se reprendía por ese acto involuntario, sabía que ese grupo de personas no era bueno y ahora ella se expuso ante ellos y peor aún, les dijo su nombre real.
Ella dejó de inclinarse y se frotó la nuca un poco más relajada pensando que en el lado positivo, no la querían matar, una suave sonrisa de alivio se dibujó en sus labios.-Lamentablemente en estos momentos no puedo responderles de forma clara a su propuesta, lo siento mucho- dijo con su típica vos con un tono alegre.
Guardó la tarjeta de presentación en la funda de su celular y regresó la mirada al misterioso grupo.
Al que se identificó como Rappa lo vió girar torpemente hacia su líder y regresarle la mirada a la pequeña.
Era una situación extraña, Ochako estaba confundida, no conocía al grupo ni estaba familiarizada con la zona, pero tenía la seguridad que no eran buenas personas. Pero le resultaba extraño que fueran amables con ella y lo torpes que demostraban ser le hizo bajar la guardia.
Sus pensamientos se vieron interrumpidos al sentirse algo mareada por tener en el aire todavía a aquella pesada caja y se maldijo internamente deseando que acabara pronto la extraña situación.-La tarjeta que te dieron indica cómo contactarnos, no se la muestres a nadie- amenazó Overhaul- la paga es generosa, tienes dos semanas para decidir- enseguida el hombre corpulento y el otro al cual no le prestó atención se aproximaron a su líder y se fueron.
Uraraka soltó un gran suspiro y terminó su trabajo para ya largarse de ese lugar.
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Llegó a su departamento y aventó sus pertenencias a un rincón.- ¡Papá, mamá!¡Ya llegué!- gritó por inercia.
Un silencio le regresó el saludo y entonces ella recordó.
A raíz de todo lo que había pasado sus pensamientos de soledad, angustia y culpa no la molestaron.
Como si fuera un golpe de inspiración ella gritó.
-¡Eso es! ¡Si mantengo mi mente ocupada nada de esto me molestará!- se dijo en un estado cansado, su mente le hizo una mala jugada.No sabía que lo que hacía era evadir el asunto, no sabía que ignorarlo agravaría el problema y que en los momentos que ella se viera obligada a estar en soledad su tristeza la consumiría. Y lo peor es que ella solo tomó malas decisiones, porque pasado cierto punto, ya no habría vuelta atrás.
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Gravedad Cero(Villain Uraraka)
FanfictionSabía que su decisión desde el principio era la correcta, que el camino a ser un héroe era la mejor forma para ayudar a su familia, pero todo cambió y lo que sabía que era correcto era demasiado complicado para resolver sus problemas, ya no le queda...