Sangre y devoción

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Era casi absurdo, su vida diaria lo era, por el simple hecho de que no vivía de acuerdo a sus convicciones; tenía que pretender ser alguien que no es, mantenerse al margen de la sociedad. Repudiaba el hecho de tener que contenerse, de que ella simplemente no pudiese disfrutar del dolor y sufrimiento ajeno como si fuese algo hermoso.

Como un acto lleno de amor y valentía.

Porque así era, si le preguntabas a las personas que conocían a Himiko Toga, la describían como una niña alegre y amable, en su caso dulce, era cordial, era la personificación de un buen ideal. Pero ella no se percibía así; sus ideales sobre los héroes, sobre el dolor y el lastimar eran equivalentes al amor, su sentido de justicia le permitía sobrepasar la moral convencional y pensar que en efecto, matar no estaba mal.

Puede que fuese coincidencia o el destino, pero cuando empezaba a sentir que ya era suficiente, cuando los grilletes se volvieron muy pesados y su conciencia la acribillaba por saber que era un mal ejemplo, una mancha que solo atrae el mal, se la encontró a ella, flotando como un ángel, impartiendo su propia justicia a aquellos que se le interponían por el camino. En ese momento se libró de todo lo que cargaba, liberó su conciencia al ver frente sí una criatura que descansaba sobre una pila de cuerpos, bañada en su propia sangre como gran muestra de su convicción. Se enamoró del mismo concepto de la libertad que representaba la castaña.

Pero era más complicado de lo que pensaba, ella era un estudiante aspirante a héroe, pero no se veía como tal, Ochako Uraraka como la conoció más adelante, era simplemente una persona que a pesar de tener ganas de morir no se rendía ante nada, que sabía aceptar que lo que hacía estaba mal pero aún así estaba plena y feliz con las decisiones que tomaba. Entonces "¿Porqué yo no soy capaz de hacer lo mismo?" se preguntó Himiko en un momento de iluminación, ella  que no había vivido en carne propia todas las desgracias de su amada, jamás se vio en una situación donde si pasar hambre o caminar al trabajo fuese crucial... Pero creía firmemente que ya era hora de cambiar todo aquello que la retenía.

Decidió seguir a aquel ángel, decidió entregarse ciegamente a un nuevo ideal, a proteger su único deseo, su sentido. Se apartó de sus padres, de sus amistades y de la amable anciana del vecindario que siempre la saludaba con una dulce sonrisa, abandonó sus límites y decidió permanecer al lado de Ochako Uraraka sin importar lo que pasase.

Cuando se enteró de la propia boca de Ochako que mató a su madre para ser libre de una culpa infundada, sinceramente lo que sintió Toga fue emoción, amor, devoción, un torrente de emociones alegres y su corazón palpitante. Pero calmó sus propios sentimientos para escuchar con calma a su autoproclamada amada. Sentía que su vínculo era mucho más fuerte que el de cualquiera, puede que a la castaña simplemente ya no le importara nada, pero que alguien te confiese que asesinó a una persona no es sencillo. Sus sueños, sus planes a futuro, sus ideales, todos les pertenecían a Himiko.

Esto incentivó en la rubia algo mucho más profundo que un simple querer y deseo por la castaña, eso la hizo completamente suya, hizo que quisiera proteger todo lo que representaba Ochako, que todo su corazón fuera para ella, aunque absurdo, en cuestión de días llegó a una devoción casi ciega, un amor enfermizo y a una serie de decisiones significativas.

Y lo peor de todo es que todo eso fue a causa de su propio deseo, Ochako Uraraka era de ella y de nadie más. 

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Al fin el día esperado llegó, la castaña yacía caminando hacia la dirección asignada junto con Himiko, un poco antes de asistir a la cita le había informado a Chisaki sobre la rubia que le acompañaría. Estaba nerviosa y peinaba sus cabellos con cierta impaciencia mientras Toga le seguía repitiendo que todo terminaría bien.

Gravedad Cero(Villain Uraraka)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora