Fractura

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Un nuevo día llegó, pero las responsabilidades no cesaron; Ochako, como era costumbre se decidió a ponerse el uniforme y salir de su casa sin importarle mucho si desayunó o no, ella sabía que la rubia la estaría esperando cuando regresara a casa, alguien estaría para ella. Eso era lo que rompía su infernal rutina.
En cierto sentido, tener a alguien tan devoto a tí sin que te conozca es raro, pero sabía que Toga estaría para ella.

Porque viendo hacia atrás; se sobre cargó de cosas para evitar pensar, el cansancio la llevó al límite, y cuando ya no pudo más, sus sentimientos y conciencia se encargaron de acabarla. Todo derivado de un evento que se fue haciendo más grande, dónde buscaba justificar su ira al reflejar su culpa en maleantes, en buscar venganza o en su caso, justicia, algo que nadie le pudo dar, algo que buscó sin miedo a la muerte porque sentía que no merecía vivir.

Era algo complicado que ahora que había terminado con todo, puede ver las cosas como son, pero extrañamente, no siente arrepentimientos.

Llegó plenamente consciente de sus actos por primera vez a la escuela, eso era un logro, pero todo eso lo veía con ironía, se reía de sí misma, puedo y me atrevo a afirmar, que simplemente su auto desprecio se volvió tan grande que ya no le importaba nada.

De esa forma entró en el salón de nuevo, ya nadie guardó silencio ni asombro cuando ella ingresó, de alguna forma se les hizo normal que ella siempre estuviera mal. Eso la calmaba, nadie se metía con ella.

Se sentó en su sitio y esperó a que las horas pasaran para poder irse de ese lugar. Cerró sus ojos para descansar un poco y en ese instante escuchó como alguien se sentaba a su lado.

-...¿Uraraka-san?- escuchó llamar a una voz familiar. Era Izuku, posiblemente su único amigo.

Pero la castaña se limitó a escuchar en silencio.

-¿Estás bien? Te ves aún más demacrada, pálida y con ojeras...¿Dormiste bien?- una lluvia de preguntas salía de su boca sin parar, se notaba sumamente preocupado.

Pero Ochako ni se inmutó, "¿Qué sentido tiene responder a lo lógico?" Pasó por su mente.

Todas esas preguntas incómodas se vieron interrumpidas cuando Aizawa entró al salón.

Y todo regresó a la normalidad, las clases fueron como de costumbre, nada nuevo.
Llegada la hora de receso Uraraka se durmió en su pupitre y solo escuchó que la llamaban a la sala de profesores por las bocinas, pero poco le importó. Ignorando el llamado se quedó en su lugar "si me quieren decir algo, que me busquen, estoy cansada de tener que acudir a ellos por malas noticias" se quejó entre murmullos.

Y así pasó, los profesores al ver que ella no acudía fueron a buscarla. Siendo Shouta quien se atrevió a ir por ella.

-Ochako Uraraka... Se te llamó a la sala de profesores porque es un tema privado de lo que se te quiere hablar- dijo con su voz seria y pasiva, pero temblorosa, se notaba la tristeza en sus palabras.

-Si quieres hablarme de algo, dímelo en este lugar, no tengo las ganas de ir a otro sitio- Respondióa manera de respeto por primera vez en el día, más que nada porque ese hombre, ese héroe, genuinamente se preocupaba por ella, la apoyaba.

Alzó lentamente su mirada del pupitre y se enderezó mientras veía con un rostro carente de emociones a su profesor.

Aizawa se estremeció ante la colegiala, la veía siendo honesto, <<lamentable>>, sin ser un especialista podría afirmar que en definitiva ella estaba a mal y que solo fue a peor. No pudo proteger a su estudiante y eso le causaba una gran conmoción.

-No...creo que quieras escuchar la noticia aquí- sus palabras sonaban quebradas.

Los compañeros sobrantes en el sitio guardaron silencio y prestaron atención a la castaña, siempre le pasaba algo peor.

Gravedad Cero(Villain Uraraka)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora