Supongo que al final estoy mal

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Las horas que pasó en la clase se le hacían algo aburridas, últimamente había ganado el hábito de estudiar en casa porque esa era una gran forma de perder el tiempo y no pensar en nada más. Quería que todas sus preocupaciones estuvieran reducidas en acontecimientos simples, cosas fáciles de resolver.
Mientras se sentía algo abrumada por el ambiente, de repente regresó a la realidad cuando al finalizar las clases anunciaron los deberes de ese día. ¿Cuánto tiempo se perdió está vez? Ahora era más común que estuviera ausente, "en la luna" dirían otros.
Empezó su hora libre para comer y la chica fue acompañada por Deku y alguien más quien se les había unido "Iida o algo así" recordó a sus adentros, le comentaban sobre los acontecimientos que se perdió mientras caminaban sin un rumbo aparente, como el hecho de que AllMight era su profesor de entrenamientos y esas cosas.

-Sé me olvidaba que ustedes van más adelantados que yo- acotó de forma casual haciendo que sus¿Amigos?se sintieran culpables.
Eso le ayudaba a liberar estrés.
De alguna forma su actitud cambió en todo este proceso; era sarcástica de vez en cuando, una que otra ocasión hería con sus palabras o era demasiada directa, inclusive su impaciencia la hacía irritar más fácilmente y en esas ocasiones simplemente salía del aula o se apartaba de su grupo de acompañantes.

En el receso Uraraka solo tomó un vaso de café, no tenía apetito.

En el día finalizaron las prácticas de héroe y fue llamada a su primera consulta psicológica.

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Un suave toque se escuchó en la puerta.

-Adelante- respondió la voz de una mujer.

-Vine a mi consulta- se adentró la menor extrañamente alegre, puede y necesitara esto desde hacía mucho.

Le indicaron tomar asiento y las dos se pusieron cómodas para hablar, una enfrente de la otra se comenzaban a analizar.
La mayor describiría a Ochako a primera vista como una chica que claramente estaba deprimida; su excesiva falta de cuidado alimenticio la hacían parecer muy delgada, pequeños detalles como su corbata mal anudada y dejada así sin más y sus cabellos desordenados que esa chica portaba demostraba que era del tipo que les gustaba autocastigarse por alguna razón, los ojos hinchados por el llanto eran custodiados por una ojeras. En todos los sentidos, esa niña claramente necesitaba ayuda.
Uraraka por su parte estaba más a la defensiva, mantenía una postura cerrada cruzando sus brazos y mirando fijamente a la mujer frente a ella; observó con detenimiento a la mujer que parecía más un reptil, cubierta de escamas, con la pupila rasgada y los ojos amarillos, y su tono de piel azulado. Inspeccionaba la ropa de la contraria, "muestra demasiado" pensó jugando, "¿Ella me va a tratar?" Sentía desconfianza.

-¿Ochako-san le molesta si comenzamos?- pregunta amablemente la mujer.

-Usted se ve joven-responde casi de inmediato.

-Si, me lo dicen amenudo- comenta tranquila mientras anota algo en su libreta.

-Háblame de tí, de lo que hiciste en este tiempo que no te vi-

-¿Estoy obligada a decirlo?- dijo con su hilo de voz normal, aunque atacar de esta forma a otra persona le hacía liberar su ira, una ira que no sabía de dónde venía.

-Si no quieres no estás obligada a responder- acotó la doctora mientras anotaba algo más.

Hubo un silencio, puede que dos minutos.

-...ella visita a su madre todas las mañanas, hoy es su primer día asistiendo a la escuela pero antes de eso regresaba a su casa a ver la televisión o a estudiar, después a trabajar a eso de las 7pm y terminando a eso de las 12pm- dijo refiriéndose en segunda persona a ella misma, quería hacer que lo que dijera se sintiera impersonal.

Gravedad Cero(Villain Uraraka)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora