Reflejo

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Izuku Midoriya era una persona a la cual la vida no lo trató muy bien, en realidad, siempre pudo ser peor. Pero de alguna forma u otra se las arregló para cambiar, para que el destino y la fortuna le sonrieran, para no perder su sueño y poder compartir esperanza con su ideal.

Tenía una madre que lo apoyaba y un rival que pese a su actitud arrogante, demostraba sentir algo de afecto por él.

Pero en el último mes, a raíz de haber logrado entrar a la UA, se relacionó con una chica que en su comienzo parecía positiva y llena de esperanzas. Una chica que no podía tropezar ni dejar a otros caer, alguien que estaba dispuesto a entregar lo mismo por un sueño como él.

...O al menos eso parecía en un principio.

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Pronto Izuku entendió que así como las estaciones, las personas también podían cambiar, pero no solo ellas, también sus vidas. Se reflejaban tanto una en otra que parecía una treta cruel del destino.

El primer día que Deku se enteró de la muerte del padre de Uraraka y la pésima condición de su madre, creyó que su propio sufrir paso no era nada, que no merecía llorar. El todavía tenía algo que perder, alguien a quien proteger.

Era más optimista que el resto cuando de la salud de la madre de su amiga hablaban, "despertará" decía. Creía que en la vida, alguien tan brillante como ella merecía otra oportunidad.

La vida no es justa con los buenos.

Cuando su amiga comenzó a faltar a la escuela, en definitiva pensó que algo andaba mal. Intentó de todo para ir a verla; pero la escuela no soltaba información de ella, tampoco la podía encontrar en las rutas cercanas a la institución. En un punto dejó de intentarlo, en un punto, pensó que ahora era muy tarde para consolarla.

En ese lapso de tiempo, en el que ella no estaba en sus cercanías, Midoriya se volvió muy cercano a Todoroki y a Zero, eran un grupo muy peculiar, sus días en la escuela se volvieron divertidos, incluso su rivalidad con Bakugou evolucionó y al fin se pudieron ver como iguales.

Pero como siempre, la vida tiene picos altos y bajos, cuando Uraraka regresó, se veía acabada y la chica dulce y positiva que conoció ya no existía. Ya no sabía si ahora era valiente o simplemente no le importaba nada, la encontraba responsable y muy bueno en lo que hacía. Era muy contradictorio.

...pero a pesar de que ella cambió, lo seguía escuchando, incluso reía con él, pero con nadie más. Dejó de esperar algo de la gente, dejó de tenerle miedo a los demás, dejó de temer por su vida...

Deku sentía que su vida estaba mejorando e incluso se atrevía a pensar que era la cúspide, pero sabía diferenciar que para su amiga era lo contrario.

Ella cargaba con un peso demasiado grande, pero no sé rendía, le hacía notar en él que la vida nunca lo trató mal, si no que, simplemente no hizo nada para cambiar las cosas hasta que lo hicieron por él. En cambio su amiga luchaba, se lastima a, llegaba hasta los límites en todos los ámbitos posibles, se sentía patético por llorar en el pasado, porque la que estaba a la altura de AllMight era ella. Ochako pasó a convertirse en su héroe, en un ejemplo a seguir, en un símbolo que no se puede derrumbar.

¡Que ironía! Cuando en realidad ella no podía cargar ni lidiar con los tratos de la vida, cuando en realidad, simplemente no quería desperdiciar el esfuerzo que en su momento tuvo.

Los días pasaban uno y otra vez, la cotidianidad de Izuku era la de un chico que luchaba por sus sueños, en una ciudad que dormía en una pacífica paz, que ignoraba la sombra de las edificaciones urbanas, que olvidaba a los que no pudieron contra las circunstancias. Desgraciadamente, Midoriya fue tragado por esa normalidad, desgraciadamente, Uraraka pertenecía a la sombre de la sociedad.

En algún momento, tarde o temprano, eso haría que los bandos se enfrentaran.

Que ambos, se lastimaran...

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Al llegar el día de las prácticas, Deku ya llevaba un gran avance con las semanas anteriores gracias a los antiguos entrenamientos, incluso durante el ataque de la liga de los villanos mostró su valía.

Pero de alguna forma, la figura de AllMight le quedaba aún más lejos de alcanzar cuando se enfrentaba a su amiga.

El llegó a ser una figura sobresaliente entre los estudiantes de la UA, el se esforzó hasta el cansancio por una meta, pero honestamente, después de que Ochako lo venciera con un simple rodillazo, que la hubiera subestimado. Lo frustraba, no le gustaba ser así, se odió por pensarlo siquiera.

Ella aprendía rápidamente, se adaptaba a pensar y analizar, algo que a él le costó toda su vida, su amiga era demasiado para él. Eso creía aunque las habilidades propias de Izuku eran el top de su clase, el problema es que se enfrentó con alguien que ya lo perdió todo, alguien al cual se le nubla la visión en rojo cuando se enfrenta a la vida, alguien que castiga con dolor el daño que cree que se merece. La mente de Izuku era demaciado dulce para pensar que su amiga sería capaz de lastimarse, que las personas que imponen un figura no se caen, cuando en realidad siempre es lo contrario.

Los dos días restantes era lo mismo, Uraraka pedía entrenar con todos los del salón d una forma intensiva, extenuante y peligrosa, de igual forma en el que ella recibía todos los golpes ellos recibían con intensidad los de ella, pero la diferencia es que no usaba su quirk, lo evitaba lo bloqueaba hasta estar en los límites, usaba su quirk al final de todo levantando pesos excesivos, volando y brincando por las obstáculos que se ponía; cada vez peor. Vomitaba, se desmayaba, se marea a. Siempre estaba al límite.

Un aura aplastante y asfixiante se formó en su presencia, nadie habla la más que en susurros, nadie la miraba, Bakugou permanecía callado, y los profesores menos Recovery Girl y Eraser head, evitaban contacto con ella, sabían que todos ellos hicieron mal, que no la apoyaron y que la muerte de su madre no se pudo evitar por su incompetencia, por no darle importancia.

En un punto, Izuku notó que no tenía sentido frustrarse, y comenzó a estar a su lado, intentar crecer con ella aunque fuera complicado.

Pero ya era muy tarde.

Para cuándo lo notó, Ochako ya se había consumido en un mundo lleno de violencia.

Pero sentía una inquietud en su pecho, ¿Angustia quizás?,no... Era algo más, era rabia.

Esa determinación le daba miedo, le oprimía el pecho, pero sin saber la razón, no podía hacer mucho.

Todo se envolvía en un torbellino, y este ya comenzaba a hacer estragos en todas las personas de la UA, como un insecto que carcome tu corazón, como una cortina de humo que nubla tus sentidos. Ochako Uraraka estaba acabando con la determinación de los héroes poco a poco insertando culpa.

Gravedad Cero(Villain Uraraka)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora