Capítulo 4. La despedida

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Una luz me ciega por un momento, abro mis ojos de nuevo y trato de acostumbrarme a la luminosidad de la habitación. Mi cuerpo se siente pesado y puedo notar que aún tengo puesto mi vestido, todo sigue igual.

—Pensé que no despertarías, ¿Cómo te sientes?

La fría voz de Alek me asusta y volteo rápido a verlo, está en una esquina de la habitación, su semblante es serio y su vista no deja la mía en ningún segundo.

—¿Qué paso? ¿Por qué estamos aquí? — pregunto confundida.

—Pasa que al parecer me veo demasiado atractivo esta noche que te has desmayado.

—Hablo en serio, Alek. ¿Qué hacemos aquí?

—Me da igual si no me crees, yo solo te traje aquí porque te desmayaste es todo.

Decido ignorarlo y me levanto del sofá donde estaba acostada, estoy por abrir la puerta e irme, pero él es más veloz y me detiene girándome haciendo que mi espalda choque contra la puerta.

—Te ves demasiado hermosa con este vestido, Powell.

Su cuerpo está muy cerca del mío y comienzo a ponerme nerviosa, me tomo un tiempo para observarlo mejor, su piel se ve suave y cremosa, sus ojos... son muy lindos, sus pupilas están demasiado dilatadas, puedo notar un lunar en su cuello, es muy atractivo... ¡Pero que estoy diciendo!

—¿Esta es la parte donde nos besamos? — pregunta sonriendo

—Eso jamás. — le doy un empujón para tratar de separarlo, pero no funciona.

—Me pregunto si Devon me dejaría estar con su pequeña hermanita.

Me quedo sin aire y recuerdo que él fue el culpable de que mi hermano ya no esté conmigo, logro apartarlo de mí y el solo suelta una risita, se mantiene en su lugar y aprovecho para poder salir.

Su voz me detiene y me deja con miles de dudas. — Algún día entenderás todo esto, Alexis. Todo lo hago por ti.

Ni siquiera me volteo para verlo, solo salgo de la habitación con paso apresurado, Alek me volverá loca si sigo su juego.

Alexis

Mi cabeza duele un poco y respiro profundo esperando que el dolor pase, la música me trae de vuelta a la realidad y mis amigos me toman de la mano llevándome al centro de la pista y sonrió, me dejo llevar ignorando lo que paso con Alek. 

Meneo mis caderas al ritmo de la música, elevo mis manos disfrutando del momento, el cuerpo de Jasper se une al mío y ambos bailamos. Su cercanía me pone nerviosa, sus manos se posan sobre mi cintura pegándome más a él, sonrió y disimuladamente miro a Melanie, la veo bailar con un chico, la toma de la mano sacándola de la multitud, dejo de prestar atención a esa escena y me fijo en Jasper.

—Te ves hermosa. — su aliento choca con la piel de mi cuello. — Demasiado perfecta.

Corto la distancia que nos separa, y bailamos al ritmo de la música, me acerco más a él, su respiración se mezcla con la mía, mis ojos se encuentran con los de él y sin pensarlo mucho me besa.

Su beso es tierno y lento, siendo sincera me gusta como sus labios encajan con los míos. Soy yo quien corta el beso y lo observo tímida, su pulgar acaricia mi mejilla y cierro mis ojos ante su tacto. Lo abrazo sin decir nada y el me corresponde, pero mi momento perfecto se ve esfumado por un chico de ojos grisáceos.

—Tú y yo debemos hablar. — su fría mano me toma del brazo y me aleja de Jasper.

—¿Qué mierda te pasa, Alek? — me quejo.

DEVONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora