Capítulo 10. Un nuevo comienzo

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Regresar a las clases era emocionante, continuar con mis estudios me motivaba demasiado, se me hacía demasiado difícil asimilar que estaba viviendo de forma tranquila, sin gritos, sin miedo, sin estar alerta todas las noches, por fin había paz.

—Nos vemos la próxima clase, chicos. Que tengan bonita tarde.

Guardo mis cosas mientras pienso en Alek, debería invitarlo a cenar y quizá ver una película, no lo había visto desde aquella noche en que nos besamos, y lo admito desde ese día Alek no ha salido de mi mente, es como si el mismo se hubiera tatuado en mi ser, es irónico que cuando nos conocimos lo acuse de ser el asesino de mi hermano, sin saber que ellos ya se conocían.

—H-Hola, ¿Tu debes ser Alexa, ¿no?

Levanto mi vista y me encuentro a una chica rubia, —Alexis, ese es mi nombre.

—¿Ese nombre no es de chico?

Me rio ante su comentario. —Me deberían de pagar por cada vez que me lo dicen.

—Lo siento, suelo ser muy imprudente. ¡Me llamo Karin, somos compañeras! Y me gustaría que fuéramos amigas. — le sonrío amablemente, tener amigas me sentaría muy bien, no me gusta sentirme sola.

Caminamos juntas a la cafetería frente a la universidad, me alegraba por fin tener una amiga, no soy buena haciendo amigos, además, nunca me relacione con nadie que no fuera mi hermano y sus amigos, Gabriel era demasiado estricto hasta con las amistades, es una mierda de persona.

—Así que estás casada. — digo después de darle un sorbo a mi café.

—Si, estoy con un hombre maravilloso, él es increíble, espero puedas conocerlo muy pronto, ¡daré una fiesta por mi cumpleaños deberías ir! Invita a tu novio.

—No, yo no tengo novio. — respondo tímida.

Alek podría serlo

¿Qué?

Deberíamos conocerlo más, es muy sexy.

Maldita conciencia.

—Eres muy linda, estoy segura tienes a muchos chicos detrás de ti.

Karin era una chica muy simpática, duramos buen tiempo hablando hasta que casi se hizo noche y tuvo que irse. Me sentía nerviosa, Alek se había ofrecido a venir por mí, estaba ansiosa por verlo.

"¿Viste su cuerpo en la caja?"

El comentario de Alek resonó en mi mente, y un escalofrió recorrió mi cuerpo, ¿realmente existía la posibilidad de que Devon estuviera vivo? Imposible, yo misma vi como su cuerpo se baño de su propia sangre, yo asistí a su funeral, o realmente la cafeína estaba afectando mi sistema.

—Hola, preciosa. — el solo escuchar su voz provoco que un cosquilleo se sintiera en mi estómago, sentí mis mejillas calientes, lo que me faltaba. —¿Te has sonrojado?

—¿Por ti? Constrúyete una iglesia con esa fe, Alek. Eso jamás.

La risa de Alek retumbo el lugar. —Buena esa, Huesitos.

Ambos subimos a su auto, el simple hecho de tenerlo cerca me ponía demasiado nerviosa, ¿debería invitarlo a la fiesta?

—A-Alek, ¿estas libre este viernes?

—Claro, ¿me invitaras a una cita?

Fue mi turno de reír. —Algo así, quería invitarte a una fiesta de una nueva amiga.

—Primer día y ya hiciste amigos. Háblame de eso.

—Es una chica muy linda y simpática, seguro te caerá muy bien. Fue con ella con quien tome el café, la conocerás si aceptas acompañarme.

DEVONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora