𝟎𝟖: 𝐀𝐩𝐫𝐨𝐛𝐚𝐜𝐢ó𝐧.

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Ambos líderes de secta permanecieron en aquel lugar en lo que la canción transcurría.

Los dos con los ojos cerrados; uno concentrado en tocar la melodía a la perfección y el otro admirándola moviendo ligeramente uno de sus dedos al compás de la música.

Fue así hasta que Lan XiChen pudo terminar la canción, despegando a Liebing de sus labios y abriendo sus ojos para sonreír dulcemente.

Jiang Cheng ya había abierto los suyos y se encontraba mirando fijamente el suelo, como si tuviera un debate consigo mismo.

——— Debería ir a descansar, líder de secta Jiang. — Habló el mayor con tranquilidad mientras se ponía de pie y sacudía elegantemente sus túnicas, cambiando el tema por la expresión del menor. ——— Porfavor, permítame acompañarlo a su habitación.

——— No hace falta. — Respondió poniéndose de pie de igual manera. ——— El toque de queda ya pasó por unos minutos, no debería perder tiempo y mejor vaya de una vez a sus aposentos.

——— Un par de minutos no es ningún problema, porfavor, déjeme acompañarlo. — Insistió dedicándole una cálida sonrisa caminando hasta quedar a su lado.

——— No tiene remedio. — Suspiró frunciendo el ceño por lo persistente que era, sabía que si se negaba, seguiría insistiendo o incluso lo acompañaría igual forma. ——— Como sea. — murmuró girando su rostro comenzando a caminar.

Lan XiChen sonrió triunfal y caminó un poco a paso rápido hasta quedar a la par con el menor.

Los dos caminaron en silencio por los largos pasillos del Receso de las Nubes, sus pasos eran los únicos culpables del ruido y eran bastante contradictorios entre sí.

Las pisadas del cultivador de túnicas blancas eran ligeras, la zancada era larga y elegante, casi como si flotara pues el sonido que provocaba apenas era perfectible al oído, daba la sensación de calma y finura; sin embargo, las del cultivador de túnicas moradas eran firmes, el piso parecía resonar y temblar con su caminar y su zancada era tres cuartos de la del primer jade, daba aquella característica sensación de intimidación y superioridad.

Lan XiChen miraba de reojo la figura a su lado que imponía aún si no hubiera alguien cerca.

De su rostro no se borraba una sonrisa algo boba que parecía la de un adolescente enamorado.

Realmente estaba feliz pues sintió que el día de hoy logró un buen acercamiento y avance; Jiang Cheng no lo golpeó ni mucho menos se alejó aunque al principio lo había intentado.

Inclusive notó que se había relajado durante la conversación, justo como en los viejos tiempos.

Fue entonces que su mirada viajó un poco hacia abajo encontrándose con aquella delgada mano que se balanceaba al compás de su andar.

Los dedos del primer jade se movieron como si quisieran alcanzarla y sostenerla, pero rápidamente detuvo su impulsiva acción doblando su brazo hacia atrás llevando su mano a su espalda en un porte recto.

No pasó mucho tiempo cuando llegaron a su destino.

Jiang Cheng abrió la puerta mientras echaba un vistazo al mayor quien comenzaba a juntar sus manos haciendo una reverencia.

——— Tenga una buena noche, líder de secta Jiang. — Sonrió observando como la reverencia se le era devuelta.

——— Igualmente, SeWu-Jun, gracias. — Respondió enderezándose. ——— Nos vemos mañana. — Sin más, el menor entró a su habitación y cerró la puerta detrás de él.

TU ATENCIÓN〈XiCheng〉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora