TU ATENCIÓN〈XiCheng〉

𝟎𝟔: 𝐔𝐧 𝐢𝐧𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐝𝐨 𝐜𝐢𝐞𝐫𝐫𝐞 𝐲 𝐫𝐞𝐜𝐮𝐞𝐫𝐝𝐨𝐬 𝐝𝐞𝐥 𝐚𝐲𝐞𝐫.

Jiang Cheng ya estaba preparado, mentalizado, él entraría al campo a ganar y cualquiera que viera su rostro podría saberlo al instante.

De repente, unas manos se postraron sobre sus hombros haciéndole un ligero masaje.

——— Suéltame.

——— Tranquilo, A-Cheng, debes relajarte un poco. — Wei Wuxian sonrió quitando un poco de polvo de las túnicas del menor.

——— Eres idiota, no puedo hacer eso ahora. — Obvió girando su rostro para verlo.

——— Tu cara da miedo, relájala un poco. — Rió mientras se paraba frente a él.

——— ¿Y eso en que te afecta?, déjame en paz. — Frunció el ceño fastidiado.

——— Bien, bien, pero no te enojes. Solo vine a desearte suerte, aunque se que dirás que no la necesitas. — Rió mientras negaba. ——— Ve a darnos un espectáculo, líder de secta Jiang. — Apoyó una de sus manos sobre el hombro de su hermano sonriendo con determinación.

Jiang Cheng miró la mano sobre su hombro y luego observó el rostro de su hermano.

——— Pondré a nuestro equipo en alto. — Respondió, luego se dió cuenta de lo que había dicho y Wei Wuxian también, haciendo que el mayor abriera sus ojos sorprendido. — Ay no. — Murmuró haciendo una mueca. ——— Olvida eso, sólo lárgate ya. — tomó la muñeca del mayor apartando su mano.

"Nuestro", esa era la palabra que había cautivado tanto a Wei Wuxian.

——— ¡Shidiiii! — Wei Ying fingió llorar de felicidad mientras intentaba abrazarlo. Pero Jiang Cheng puso su brazo para no ser víctima de aquellos brazos.

——— ¡No me toques!

Forcejearon por unos momentos más hasta que una gran figura se situó junto a ellos, era Lan XiChen.

——— ¡Hermano mayor!, mucha suerte en tu último duelo. — Sonrió de oreja a oreja dándole ligeras palmaditas sobre su espalda.

——— Gracias, maestro Wei, la necesitaré. — Sonrió con calidez viéndolo para después mirar a Jiang Cheng quien tenía su atención en su equipo.

——— Los estaremos viendo desde la torre, tengan un buen partido. — Puso cada una de sus manos en las espaldas ajenas lo que hizo que WanYin volteara.

Ambos líderes miraron a Wei Wuxian y sus miradas se encontraron después, Lan XiChen intentó sostenerla pero Jiang Cheng desvió rápidamente su vista hacia el frente, haciéndolo hacer lo mismo con un ligero suspiro.

——— ¡Damas y caballeros!, ahora presenciaremos el duelo de las últimas dos sectas, el duelo entre los reyes de estas tierras, ellos son: ¡Yunmeng Jiang y Gusu Lan! — Anunció el locutor, a la par, ambos hombres salieron con sus equipos detrás.

La multitud se encendió tanto que los gritos se hicieron uno solo.

Un duelo entre esas dos reconocidas sectas era algo que no se veía todos los días.

Eran considerados como los polos opuestos, sobre todo por sus representantes: Lan XiChen siempre era pacífico y amable; Jiang Cheng era hostil y su carácter era fuerte.

Sus rostros expresaban eso perfectamente, era como si no pudieran convivir juntos.

Antes de posicionarse, los equipos hicieron reverencia entre ellos para así poder tomar sus lugares y acomodar sus espadas espirituales.

De pronto, se formó un gran silencio expectante en el lugar.

——— ¡Yǐshàng! — Las mismas instrucciones de los duelos anteriores resonaron nuevamente en eco.