TU ATENCIÓN〈XiCheng〉

𝟏𝟑: 𝐄𝐧𝐭𝐫𝐞𝐧𝐚𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨 𝐋𝐚𝐧 𝐲 𝐮𝐧𝐚...¿𝐬𝐚𝐧𝐝í𝐚?

La conversación de ambos hermanos terminó en un pequeño intercambio fe golpes, no agresivos, si no más como un extraño modo de expresar cariño entre ambos, pero Wei WuXian tenía una sonrisa que no cabía en su rostro aunque se quejaba por los golpes pues su cuerpo estaba adolorido por el entrenamiento del día anterior.

——— Bastaaa, me duele el cuerpo. — Rió sosteniéndose el estómago por el dolor muscular fusionado con el de la risa que estaba teniendo.

——— ¿Porqué demonios te estás riendo?, si te duele, cállate de una vez. — Regañó el menor dándole un último golpe en el hombro con más fuerza.

——— ¡Hey!, no te aproveches. — Dijo entre risas y quejidos mientras intentaba controlar su ataque de risa.

——— Es que es divertido. — Mencionó Jiang Cheng alzando sus cejas mientras comenzaba a caminar.

——— ¿A dónde vas? — El mayor de incómodo siguiéndole el paso hasta quedar a su lado. ——— ¿Dejarás la túnica ahí?

——— Sigue húmeda, iré a ducharme y cambiarme, volveré por ella.— Explicó viéndolo de reojo por encima de su hombro. ———Madrugaste hoy, creo que se avecina el fin del mundo.

——— Puedo despertar temprano si me lo propongo. — Wei Ying rió cruzándose de brazos orgulloso.

——— Solo cuando no debes es cuando decides comportarte bien y despertar temprano, eres un caso perdido. — Negó con la cabeza frunciendo el ceño.

——— Soy un alma libre, A-Cheng, ni tú con miles de latigazos podrás corregirme. — Se encogió de hombros.

——— ¿Ah si?, ¿lo intentamos? — Zudian chisporroteó en su dedo y Wei WuXian pareció atragantarse con su saliva.

——— ¡No, no!, es broma, últimamente me he estado comportando bien y he asistido a cada entrenamiento. — Alzó su mano con la palma extendida como si de un juramento se tratara.

——— Sigue así entonces, si no llevarás a Gusu a la ruina. — Suspiró sin dejar de caminar. ——— Ahora ve a cambiarte.

——— A-Cheng se preocupa por mí. — Dramatizó su voz como si estuviera conmovido y limpiara sus lágrimas.

——— Salvo a tus pobres víctimas. — Rodó los ojos y le dió un pequeño empujón al mayor. ——— Anda, ahora ve.

——— Voy, voy, nos vemos en un rato querido shidi. — Se despidió enérgicamente para después perderse al final del pasillo.

WanYin lo miró hasta que lo perdió a la distancia y regresó a su habitación para hacer todo lo que tenía planeado.

Una vez estuvo listo, salió hacia el mismo lugar cerca del río para recoger la túnica que había dejado secando, para su suerte, ya casi estaba completamente seca, por lo que la tomó y decidió dejarle en un lugar estratégico dentro de sus aposentos.

La tarea estaba terminada y la hora del entrenamiento estaba a solo unos minutos.

Jiang Cheng se dirigió al área encontrándose en el camino a discípulos que parecían tener dificultades para caminar, parecían venados recién nacidos que intentaban disimular en cuánto veían al alfa recorrer el lugar.

Pero es el dolor lo que hace a uno más fuerte, ¿no?; la respuesta era sencilla, el dolor muscular solo puede combatirse con, más dolor. Si no duele entonces todo está mediocremente realizado.

Solo así se puede fortalecer un cuerpo y ganar condición.

En realidad, no esperaba mucho de la práctica de hoy, como discípulo invitado del Receso de las Nubes, ya había experimentado su entrenamiento, no era nada que sus cultivadores no pudieran soportar.