Capítulo 11

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El resto de los días, Luke y yo dejamos de discutir por todo y nos enfocamos más en ser una pareja de novios ejemplar. Más o menos. Si no estábamos jugando con Mía, o haciendo desastres en la cocina estábamos los dos solos, apartados del resto besándonos o simplemente hablando.

Había cosas que él no sabía de mí y viceversa. Nos concentramos en conocernos más e intentar ser algo más que, dos conocidos que fingen ser novios. De hecho, estaba sintiéndome distinta respecto a él.

Nos besábamos cuando estábamos solos. ¿Por qué? si se supone que alguien debe vernos para fingir, ¿No? Pero cuando sus labios estaban sobre los míos los problemas y mis pensamientos se esfumaban.

Para cuando regresamos a Chicago, ya éramos una pareja de novios que envidiar. Nos conocíamos perfectamente y no creo que haya nadie que pudiera hacer algo para separarnos. Bueno, solo el tiempo. Creo…

-¡Riley! ¡Hasta que te veo la cara! –Chilló mi mejor amiga abrazándome. Un poco antes de llegar, le dije que estaría en mi casa pronto y ella decidió estar ahí para recibirme.- te ves distinta, como ena… ¡ouch!

-Lo siento, no quise golpearte.

-Pero si me jalaste el cab… ¡Ouch! –Volvió a chillar. Luke que estaba bajando la maleta con la ropa que me había comprado, ni se mutó de las palabras dichas por mi amiga.- ¿Cómo les fue en la semana? ¿La pasaron bien? ¡Deberías haberme avisado! Aunque tuve con qué entretenerme –Sonrió perversamente, y eso solo podía significar que Matt había estado con ella.

-Bueno, las veo mañana en la escuela –Dijo Luke dándome un beso en los labios. Serena dio un grito ahogado llevándose ambas manos a la boca.- adiós Serena.

Saludó con su mano, manteniendo sus ojos bien abiertos ante el gesto que tuvo Luke hacia mí.

-Él te… te-t-te b-b-bees-

-Sí, él me besó.

-Y t-t-tú t-t-tam-b-b-bién lo b-b-bes-

-Sí, Serena nos besamos. Tengo tanto para contarte, que no sé por dónde iniciar.

-¡Te vas una semana y te ocurre de todo! ¡Sin dudas tú tienes mi vida! –Chilló la  morocha a mi lado.

-Con lo complicada que se ha vuelto, te la regalo con moño y todo. Si la quieres es tuya, es más te la daré como obsequio de cumpleaños. –Musité llevando la maleta dentro de la casa.

Ya tan solo quedaban dos días para que la apuesta finalizara y no sabía cómo sentirme al respecto. Las tres semanas se habían pasado demasiado rápido, y no quería dejar de fingir ser novia de Luke. Aunque, no estoy segura de si en verdad estaba fingiendo.

Serena y yo entramos a clases y lo que menos hicimos fue prestar atención a lo que el profesor explicaba, ella no había dejado de hablarme de lo genial que era Matt y de lo feliz que eran, estando juntos.

Que le había dejado bien en claro a Emily con quién salía Matt y que no debía acercársele a menos de unos cien metros. Exagerada y dramatiza dora, esa, damas y caballeros es mi mejor amiga Serena.

-Oye, tengo que ir al laboratorio de química ahora mismo. –Dijo Serena mirando su celular.

-Pero tú no tienes química. –Dije, ella me miró sonriente y guiñó su ojo izquierdo antes de irse sonriente hacia ese laboratorio. Negué con la cabeza también sonriendo.

Odio que Matt  haya convertido a mi mejor amiga en una adicta al sexo. ¡Y en lugares públicos! Bueno aunque no haya nadie en este momento.

-¿Y ahora por qué tan feliz Garner? –preguntó una voz femenina a mis espaldas que no había extrañado para nada.

-Eso no te incumbe a ti, Emily. Mejor lárgate y déjame en paz.

Emily se había molestado mucho cuando supo que Luke y yo éramos novios. Pero no había tenido la oportunidad de confrontarme ya que siempre estaba con Luke o Matt y Serena. Ya que los tortolitos rara vez se separaban.

-¿O qué? ¿Llamarás a tu amiga para que te defienda? 

-Emily ya vete. –Apareció Luke de la nada con la mirada oscurecida.- No te metas con ella.

La rubia me dedicó una mirada fulminante y se alejó con su séquito de zorras.

-¿Estas bien? –preguntó él, preocupado.

-Luke solo estaba amenazándome. No creo que se atreva a hacerme algo, ya sabes lo que dicen. Perra que habla, no muerde.

Él comenzó a carcajearse.- La expresión correcta es perro que habla no muerde, es en masculino.

-Da igual. De todas formas Emily es una perra. –Musité acercándome a él, que se alejó de mí.- ¿Qué?

-No me gusta que la llames así. –Frunció el ceño.

-¿Estás… defendiéndola? ¿De verdad? –Abrió su boca para decir algo pero lo callé cuando mi celular comenzó a sonar. -¿Hola? –Pregunté ya que olvidé ver de quién se trataba.

-Hola Riley, soy Mike.

-Oh… hola Mike. –Saludé mirando a Luke que ahora escuchaba atento a mi conversación.- ¿Cómo estás?

-Bien, solo quería recordarte que faltan dos días para tu libertad y quería saber... ¿Tienes planes el viernes?

-¿El viernes? Emmm… -Miré a Luke mordiéndome el labio inferior. ¿No tenías mejor oportunidad para llamarme, o sí Mike? Al ver los ojos molestos de Luke y recordar el momento de hace cinco minutos, hablé sin pensar lo que decía.- claro, saldré contigo el viernes. ¿Te parece si vemos una película en mi casa?

-Eso suena genial, entonces te veré el viernes.

-Muy bien, adiós –Colgué sin esperar su respuesta y me giré hacia mi casillero dejando a Luke parado allí. Hasta que sentí su brazo girándome hacia él.- ¿QUÉ? –Grité enojada.

-¿Ver una película? ¿Viernes? ¿Mike? ¿Desde cuándo te tratas tan bien con ese tipo?

-Desde que te has vuelto un jodido cabrón, Luke. ¿Defender a Emily? ¿Qué sucede contigo? ¡Yo soy tu novia!

-Mi novia falsa. –Dijo cortadamente.

Sentí un dolor en mi pecho luego de sus frías palabras y mis ojos se llenaron de lágrimas inmediatamente.

-Exacto. No sé por qué te molesta que salga con Mike, después de todo… solo soy tu novia falsa.

Quiero Robarme Tus BesosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora