No sé en qué momento me quedé dormida, pero cuando abrí mis ojos toda la habitación estaba oscura. Miré el reloj analítico que colgaba de la pared y marcaba las 4:35am Miré junto a mí, y Luke no estaba. Giré hacia el sofá y tampoco se encontraba allí.
Me puse una bata y unas pantuflas y bajé a la cocina, encontrándome a Mike sentado allí con un vaso de leche en sus manos.
-Oh, lo siento no quise…
-Descuida, ya estaba por irme. –Dijo él.- ¿No puedes dormir? –Frunció el ceño.
-En realidad… buscaba a Luke, ¿Lo has visto? –Pregunté sentándome frente a él. Negó con la cabeza.- Oh
-¿Sucede algo? Estás… no sé, no se te ve bien –Dijo algo preocupado. ¿Era normal que un chico que acababas de conocer se preocupara por ti? Como sea, quizá si hablo con él Luke aparezca de la nada como anoche.
Agsh, anoche. ¡Se portó tan malditamente mal! Es un cabrón. No entiendo por qué no puedo hacer un amigo. ¿Quién se cree?
-Sí, estoy bien, solo que… -Suspiré.- discutí con Luke, es todo. –Me levanté y caminé fuera de la cocina.
-Hey Riley… -Me llamó Mike y me giré para verlo.- hace rato lo vi salir hacia el establo, quizá aún esté allí
Sonreí, me acerqué a él, y le di un beso en la mejilla.-Gracias.
Caminé hacia el establo, donde se suponía quizás estuviera Luke pero no había rastros de él. Tal vez ya se había marchado a la cama o algo, es decir, son las cinco de la mañana ¿Qué va a estar haciendo aquí?
Luego caminé hacia los caballos y noté que faltaba uno. ¿Luke me mintió y sí, sabe cabalgar? Me senté en unas pilas de paja que había allí y no sé en qué momento, me quedé dormida sobre ella.
Me di cuenta de ello, cuando su voz decía mi nombre mientras movía mi hombro para despertarme. Abrí mis ojos y me encontré con los suyos.
-Riley, ¿Qué… Que haces aquí? ¿No te sentías cómoda en la cama y decidiste venir a dormir entre los caballos? –Preguntó divertido mientras colgaba un arnés en un gancho que había en la pared.
-En realidad desperté en la madrugada y vine a buscarte, cuando no te encontré solo… -Bostecé.- me quedé dormida.
Estiré mi espalda y frote mis manos sobre mis ojos.- ¿Qué hora es?
-Hora de que regreses a la cama. –Se sentó a mi lado, su mano tomó un mechón de mi cabello y lo posicionó detrás de mi oreja.- te ves exhausta.
-Tú también deberías ir a la cama. –Dije frunciendo el ceño.
-Está bien, vamos los dos. –Me tomó de la mano y me arrastró hasta la habitación.
Volví a recostarme sobre la cama y Luke se metió al baño a darse una ducha. Apestaba a caballo, y no iba a permitir que se metiera en la cama conmigo oliendo así.
Cuando salió, yo estaba sentada sobre la cama y mi espalda recta sobre la pared.
-¿Qué sucede? –Preguntó.
-¿Por qué te molestaste tanto cuando Mike me habló? –Pregunté naturalmente. No me había hecho esas preguntas, pero en realidad no descartaba que llegaría el momento para que surgieran.- ¿Por qué te importó tanto?
-No lo sé, cuando te vi con él solo sentí el deseo de apartarte de él. –Fruncí el ceño y él se sentó a mi lado.- ¿Qué?
¿No lo sabes? ¿Cómo es que…? ¡Pero es que…! ¡Joder Luke!
¿Podría ser que estuviera celoso? ¿Qué dices Riley? Estas demente.
El Luke tierno, dulce, simpático y el que te gustaría que fuera la mayor parte del tiempo solo existe cuando está Mía, y solo es así con ella. Jamás muestra esa parte de él, salvo con ella… y bueno, aquél día en el baño de chicas.
-No te entiendo. Solo estábamos hablando.
-No lo conoces.
-No es como si me hubieras dado la oportunidad para hacerlo. Solo estaba haciendo un nuevo amigo.
-Créeme, ese chico quiere ser todo excepto tu amigo. Lo vi en su mirada.
-¿Cómo lo sabes?
-Porque es la misma manera en la que yo te miraba cuando te conocí. –Declaró mirando sus dedos.- y terminaste siendo mi novia. –Sonrió mirándome.
-Soy tu falsa novia. –Aclaré.
-Falsa o no, en la oración está la palabra Novia, lo que implica que puedo prohibirte hablar con chicos. –Sonrió triunfante.
-¡Claro que no puedes! Tú y yo, solo somos… dos conocidos que fingen.
-Soy tu novio. Los novios le prohíben hablar con chicos a sus novias, no quiero que hables o estés cerca de ese tipo. No me agrada. Punto final.
-¡Tú no puedes obligarme! ¡Agh, eres tan exasperante! –Salté de la cama, me metí a la ducha y después de estar allí debajo, por un largo tiempo salí vestida para ir a desayunar.
Noté que Luke se había quedado dormido, y en este momento estaba molesta con él como para despertarlo para avisarle que iba a desayunar.
Perderse una comida no le hará daño, es más, aprenderá que a mí no puede prohibirme nada. ¿Quién se cree? No somos novios realmente. No puede prohibirme nada, de nada.
Maldito Luke.
Cuando bajé solo estaba la mamá de Luke y su hermana, a quién había conocido la noche anterior. De hecho, conocí a todo el mundo la noche anterior. Pero no podía recordar su nombre.
-Buenos días, -Saludé.
-Hola Riley, ¿Luke no vendrá a desayunar? –Preguntó su hermana.
-Oh, es que… él no durmió mucho anoche y decidí que sería mejor dejarlo descansar. –De hecho, sí le haría bien ya que no durmió nada. Debería haberlo despertado a los gritos.- disculpen
Dije ya que mi celular había comenzado a sonar. Salí al patio y contesté.
-¿Hola?
-¡Riley! Hasta que contestas mujer, ¿Dónde estás? En tu casa no hay nadie –Bufó Serena desde el otro lado del celular.
-Oh, Serena. Lo siento olvidé decirte que Luke me trajo a pasar una semana en su castillo de vacaciones.
-¿Un castillo? –Exclamó sorprendida.
-Bueno, no es exactamente un castillo. Solo es una mansión enorme, pero dime ¿A qué se debe el honor de tu llamada?
-Solo quería saber de ti, estoy en Chicago y sabía más cuando estaba en Nueva York.
-Lo siento, he estado ocupada
-Lo supuse –Aclaró, casi podía verla moviendo sus cejas.
-No es lo que piensas. Estoy cabreada con Luke, ¡No me deja tener amigos! Creo que no entiende el concepto de novios falsos.
-¿Novios falsos? –Escuché en una voz masculina detrás de mi.
-Dime que el que habló fue Luke. –Dijo Serena. Me giré lentamente y lo tenía a él, parado frente a mí con expresión confusa.
-Amiga, te llamo luego.
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Quiero Robarme Tus Besos
Historia CortaCuando Riley se muda a Chicago con su madre lo único que quiere es largarse de allí en ese mismo instante. Pero luego de una semana allí las cosas cambian, y a quien ella llamaba ❝idiota❞ pronto le llamará ❝bebé❞, ❝cariño❞, ❝amor❞. Los cambios en la...