Nueve años después…
Riley POV.
Pensar que en cuanto llegué a Chicago quise irme en ese mismo instante. Quería volver a toda costa Nueva York o mejor aún, a Denver. Ahora creo que el que mamá nos trajera a Chicago fue la mejor decisión que pudo haber tomado. A veces los cambios son buenos, y hay veces que son malos pero… ‘’no hay mal, que por bien no venga’’.
Todavía recuerdo el primer dia que vi a Luke en la cafetería, sus ojos me hipnotizaron, pero por ser la chica nueva decidí no prestarle atención. Y aquél primer beso que me robó en el baño de chicas, aún sigo poniéndome colorada cuando pienso en eso, luego aquella fiesta... que terminó conmigo en su cama, ¿Recuerdan? desperté con una terrible resaca aquella mañana.
La apuesta, los días con su familia, fue todo tan... perfecto. Ahora sí, puedo asegurarles que el destino existe, y si tienes alguna duda de ello, mírame. Me he mudado tantas veces que me he aprendido todas las ciudades que tiene el país.
Un cambio, tras otro cambio, tras otro, y otro y otro... supongo que en algún momento el destino debía recompensarme, y lo hizo de la mejor manera. Llevándome a la ciudad donde el amor de mi vida me esperaba. Y le estoy agradecida por eso.
-¿Qué haces bebé? –Preguntó Luke entregándome una taza con café y sentándose a mi lado.
-Solo pensando. –Contesté acomodándome entre sus brazos.
-¿Y en qué piensas? –Volvió a preguntar, esta vez acariciando mi barriga.
-En la vida. Sabes cuándo mamá me trajo aquí, esperaba con ansias a que ella se cansara y nos mudáramos lo antes posible. Luego te conocí, me gustaste y ahora bebemos café caliente, abrazados en nuestra cómoda casa…
-Entonces, que suerte que no se mudaron.
-Pienso lo mismo. –Dije antes de darle un beso.- Umm… el mejor beso de todos. –Sonreí.
-No, los mejores besos son aquellos que te robé cuando teníamos dieciséis. –Dejó ambas tazas de café sobre la mesa y volvió a abrazarme.- ¿Sabes de qué tengo ganas, ahora? –Enarcó una ceja sonriendo de lado.
-¿De complacer a tu amada esposa yendo a comprar chocolates? –Pregunté. Los antojos del embarazo son una agonía eterna. ¡Quiero comerme todo lo que veo!
En especial los chocolates, los pasteles, dulces, muffins... ¡LUKE TRAÉME ALGO PARA COMER!
-¿Qué? ¿Más chocolates?
-Hey, no es mi culpa si a Layla le gustan los chocolates, ella los quiere y yo debo dárselos. Tú como padre debes conseguirlos. Es tu deber.
-Creí que era Thomas. -Frunció el ceño, mirándome la barriga que contrarrestaba con todo mi cuerpo. No queríamos saber el sexo del bebé hasta que naciera, así sería sorpresa para todos. Habíamos decidido llamarle Layla si era una niña y si era niño, le llamaríamos Thomas.
Siempre quise tener una nena y ponerle Layla. Y en cuanto Luke se enteró de que tendríamos un bebé, pues comenzó a decir que Thomas iba a ser un campeón de fútbol y otras cosas de chicos. En lo que en mí concierne, creo que si tenemos una nena, Luke morirá cuando ella crezca y traiga un novio a casa.
¡Como con Mía! Cuando le dijo que tenía novio, Luke casi va a la casa del pobre chico a darle una paliza. Pero su hermana no lo dejó y pudimos controlarlo, no quiero saber lo que hará cuando su hija traiga un novio.
-Layla o Thomas, a los dos les gusta el chocolate y lo quieren ahora. ¿Irás? -Sonreí tomándolo de las manos y llevándolas a mi boca para besarlas.
-Riley, son las seis de la mañana. ¿Dónde voy a conseguir chocolates a las seis de la mañana? Dime..
-Debiste haberme hecho caso ayer cuando te dije que compraras chocolates… -Bufé y me crucé de brazos. Lo vi rodando los ojos. Me tomó del mentón y cuando intentó besarme me aparté de él.
-De acuerdo, de acuerdo iré por tus chocolates, pero no me niegues el derecho de admisión a tus labios –Se levantó del sofá y volvió a entregarme la taza con café.- Si alguno de ustedes sale caprichoso como su mamá, los enviaré a Canadá con Matt –Dijo hablándole a mi vientre hinchado.
-¡Luke!
-¿Qué? Vamos bebé, tiene seis hijos y uno en camino ¿Piensas que se daría cuenta si le agrego uno más? –Rodé los ojos.
-Solo ve por chocolate. –Me besó tomó su chaqueta y salió por la puerta para complacer mis antojos de embarazada.
Matt y Serena estuvieron saliendo como por tres meses cuando tuvimos dieciséis, luego ella se cansó de él y terminaron. Serena se fue a estudiar a Londres y Matt decidió viajar por el mundo. Dos años después se reencontraron y volvieron a salir, estuvieron juntos por un mes ya que Serena debía volver a Londres y Matt quería estar con su familia por un tiempo.
Cuando Serena vino para mi boda con Luke creí que vendría para ser mi dama de honor y no la novia del padrino, ¿Si me entienden? ¡Estuvo con Matt todo el tiempo! Y luego volvieron a separarse.
Luke y yo estábamos hartos de que cada vez que los invitábamos a pasar tiempo con nosotros ellos se fueran por su lado, así que decidimos llevarlos a Las Vegas, embriagarlos y hacer que se casaran, también. Después de todo ellos se amaban.
Cuando se enteraron estuvieron molestos con nosotros como por… ¿Doce minutos? Luego decidieron mudarse a Canadá, y han estado viviendo allí desde entonces. Tuvieron su primer hijo nueve meses después de laluna de miel, y continúan teniendo más.
El amor los rodea y eso es lo que importa. Tienen una hermosa familia y ambos están enamorados, ¿Qué más podrían pedir?
En cuanto a Luke y yo, bueno, una vez que nos hicimos novios oficialmente comenzamos a ser felices, juntos. Y lo que hace años él prometió, lo está cumpliendo y lo hace cada día que estamos juntos.
Tengo mi Felices para Siempre, y se lo agradezco cada día. No porque me haga feliz, sino porque nos hace felices a ambos. A los dos y en cuestión de días, seremos tres. Los cambios son algo bueno, siempre son buenos.
Aunque creas que tu mundo está perdido solo porque te mudaste, o porque te peleaste con tu mejor amiga o tu novio, eso no significa el fin del mundo. La vida siempre sigue y dios siempre tiene algo con lo que hacernos felices.
Todos tenemos un ‘Felices para siempre’, solo hay que saber buscarlo. Y no tener miedo a equivocarse, porque romperán más de tres veces tu corazón, vas a pelearte con más de tres personas en tu vida, vas a tener muchos obstaculos contra los que combatir, porque nada en la vida es sencillo.
-¿Riley? -Se asomó Luke por la puerta.
-¿Si, Luke? -Pregunté cohibida.
-Nada, solo quería recordarte que te amo. -Sonreí mostrando mis dientes blancos.
-Lo se, y yo a tí. -Volvió a adentrarse en la sala hasta llegar donde yo estaba sentada. Me tomó de ambos lados de las mejillas y me implantó un beso en los labios.
Tierno, suave... delicisióso.
Como él. Pensé.
Una cosa más... No seas impaciente en tener tu Final Feliz, porque lo bueno se hace esperar y mientras más esperes, mejor será la recompensa. Yo tengo mi vivieron felices y comieron perdices, ¿Qué esperas tú para buscarlo?
FIN.
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Quiero Robarme Tus Besos
Short StoryCuando Riley se muda a Chicago con su madre lo único que quiere es largarse de allí en ese mismo instante. Pero luego de una semana allí las cosas cambian, y a quien ella llamaba ❝idiota❞ pronto le llamará ❝bebé❞, ❝cariño❞, ❝amor❞. Los cambios en la...