Capítulo 6

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Levi corría por las calles para poder llegar a la escuela, no pudo evitar que su pequeño lo esperase media hora, sus piernas dolían, estaba mareado, no recordaba cuando fue la última vez que comió, cada día perdía más peso, odiaba verse al espejo, sentía que era “un desastre humano”.

Frenó unos metros antes de la entrada para tomar aire, una vez listo, fue en busca de su hijo, ahí estaba acompañado de su maestro, rezaba para que no le preguntaran qué le había pasado en el rostro.
- Hola, mi bebé ... Buenas tardes, Sr. Smith -
- Buenas tardes Levi, ¿cómo estás?, te ves cansado -
- Lo estoy, prácticamente corrí hasta aquí - Rió - Despídete Armin, nos vamos – El pequeño esta vez sólo abrazó a su padre como por inercia.
- Espera Levi, ¿tienes un minuto? No tardaré mucho-
- Sí, claro -
- Armin hoy estuvo más “apagado” de lo habitual, ¿le sucede algo? -
- Em... Tuve una discusión con su padre y eso a Armin, no le gusta, como a todo niño - Levi se sentía como mierda por decir eso.
- ¿Una discusión? - Levi asintió - Eso en tu rostro, ¿es producto de esa discusión? -
- ¿Qué? No, esto – Se señaló - Fue porque quise cambiar una lámpara, usé una silla que estaba mala y no soportó mi peso, di mi rostro contra el suelo, dolió, pero no se preocupe, Armin estará bien, cuido de mi hijo -
- No dudo de eso, espero que mañana vengas a la reunión -
- Claro que lo haré, ¿por quién me toma?, soy responsable de él, ahora si me disculpa tengo que tomar el auto bus, adiós, Sr. Smith – El pelinegro se marchó.
- Si quieres protegerlo, no deberías mentir – Dijo lo suficientemente alto para que lo oyera, Levi fingió no hacerlo, pero cada palabra fue un puñal en su corazón.

Levi no pudo sacarle una palabra a su hijo, sólo recibía asentimientos que hacía con su cabeza, le ofreció unos pastelillos que le habían regalado en el café donde limpiaba, pero el pequeño los rechazó, el pelinegro suspiró y lo dejó en paz.
Cuando llegaron, la puerta estaba abierta, las manos de Levi comenzaron a sudar y temblar, sabía quién estaba ahí, le ordenó a Armin permanecer detrás de él, el olor a cigarrillo inundó sus fosas nasales cuando entró:
- Al fin, ¿dónde carajos estaban? -
- Fui a buscar a Armin, el autobús se tardó -
- ¿Tienes dinero para gastar en un puto boleto porque esta basura no quiere caminar? -
- No le digas así, es tu hijo, respétalo -
- No me dirás qué decir – Lo sujetó del cabello, Levi emitió un quejido – El dinero -
- A-aquí está, es todo lo que pude pedir – Thomas se lo arrebató de las manos.
- Eres una perra obediente – Levi cubrió lo oídos de su hijo – ¿Sabes qué? - Se acercó y le susurró - Te cogería duro, pero tengo que irme – Levi tuvo náuseas al oír eso, ¿cómo pudo haberse enamorado de ese sujeto?
Tenía que buscar una solución a eso, por su hijo, no podía seguir sufriendo así, al menos por unos días estarían tranquilos, Armin por primera vez se enojó con Levi, era pequeño, pero no estúpido, así era siempre, desde que tiene conciencia, en su mente vino la imagen de su maestro, ¿por qué no podía tener un papá como él?
- Armin, tienes que comer algo, hay que hacer la tarea – No recibía respuesta – Armin, te estoy hablando -
- Te oigo, papá -
- Entonces responde, ven, te calenté leche y aquí tienes los bocadillos -
- No quiero -
- Ven y come, soy tu padre y te ordeno que vengas a tomar tu merienda -
- No -
- ¡Armin! - Exclamó en voz alta, el pequeño se asustó - Por favor, hazme caso -
- No tengo hambre, no me grites – Dijo con lágrimas en los ojos - Papá Thomas grita porque no nos quiere, tú tampoco me quieres, quiero un papá como el Sr. Smith -
- ¿Qué dices? ¿Qué no te quiero? ¿Te parece que no te quiero? Lamento que no tengas un padre como el Sr. Smith pero esto – Se señaló - Es lo que tienes, te amo hijo, siempre lo haré, daría mi vida por ti, lamento no poder darte una casa más linda y calentita, lamento no poder comprarte todos los juguetes que quieres, lamento ser tan débil - Decía comenzando a llorar – Lo lamento – Las lágrimas fluían sin cesar por el rostro de ambos, Armin corrió a abrazar a su papá - Mi niño, eres la luz de mi vida, te juré que te daré una vida mejor y voy cumplir con eso -

Armin cenó lo que en un intento fue su merienda, se durmió abrazado a Levi, quien pensó toda la noche en cómo salir de eso, y la frase de Erwin rondando sus pensamientos “Si quieres protegerlo, no deberías mentir”... Cuánta razón había en esas palabras, ¿cómo haría para luchar si estaba tan solo? Sin dinero, sin protección, sin nada, ni siquiera el techo donde vivían era suyo, si se atrasaba un mes más, lo correrían de ahí y ¿qué haría? No podía dejar a Armin en la calle, no, eso haría que las asistentes sociales se lo arrebataran y si eso sucedía, ya no tenía motivos para vivir...

Jelou!! Mis lectores, ¿cómo están? Dejo nuevo cap! Espero les guste! Un beso!! 🥰 Gracias por apoyarme!!

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