Capítulo 37

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Levi y su hijo, paseaban por el centro de la ciudad en busca del traje para el niño, al cual tuvieron que hacerles algunos ajustes, Erwin no pudo ir con ellos puesto que se debía encargar de trasladar los elementos de decoración al salón que habían rentado para la boda.
El peso del bebé en su vientre comenzaba a verse reflejado en molestias en su espalda baja, le pidió a su hijo que descansaran un momento en el parque, cerca de ellos observó un puesto de algodón de azúcar y, el deseo de comer uno, invadió su cuerpo:
- Armin, cariño, ¿quieres un algodón de azúcar? -
- Eso sería genial -
- Bien, acompáñame, tu hermano también quiere comer - Tomó de la mano a Armin y con la otra se tocaba su abultado abdomen – Buenas tardes, quisiera dos algodo... – Se quedó sin palabras al reconocer al vendedor.
- ¿Levi? -
- K-Kenny – Diez años después frente a él, se encontraba su tío, Kenny Ackerman, quien no pasó por alto la presencia de Armin y el embarazo del pelinegro.
- Cuánto tiempo sin verte, enano – Su voz se oía cansada – No has cambiado nada -
- Tú tampoco -
- ¿Cómo has estado? -
- Mejor que nunca - Sintió la mano de Armin apretar la suya.
- ¿Este niño es tuyo? -
- Sí, él es Armin, tiene diez años -
- Hola, Armin... Soy Kenny -
- Hola, Sr. Kenny – Le devolvió el saludo el pequeño.
- Qué educado es, te sienta bien – Le señaló el vientre, que instintivamente Levi se acarició - ¿De cuánto estás? -
- Seis meses, será otro niño, ¿hace mucho que vendes golosinas? -
- Hace tiempo -
- ¡Armin! ¡Levi! - Les llamaron desde lejos.
- ¡Papá! - Exclamó Armin soltando la mano del pelinegro para correr hacia Erwin.
- Debo irme Kenny -
- Levi, espera, sé que suena descarado de mi parte, después de todo pero me gustaría poder hablar contigo un día, ¿puede ser? -
- Sí, claro... Mi prometido espera, mañana pasaré por aquí -
- Te esperaré, antes de que te vayas, tus dos algodones, yo invito – Levi dejó dinero, él sabía lo que costaba vender cosas en los parque por lo que rechazó que se los dieran gratis, con un suave “Nos vemos, Kenny” fue hasta su pareja que lo recibió con un abrazo y un beso que le robó una sonrisa, su tío veía la escena desde lejos – Al parecer le va bien, después de todo -
El viaje a casa lo hizo en silencio, podía escuchar a su hijo y su novio hablar sin parar, un toque en una de sus manos lo trajo de vuelta. Tranquilizó a Erwin diciendo que todo estaba bien y que más tarde le contaría. El ojiazul le comentó que todo estaba listo para acomodar en el salón de fiestas, los familiares de su parte irían practicamente todos, al igual que sus amigos y algún compañero de trabajo, el pelinegro para su sorpresa contaba con la presencia de algunos de sus pares del café, hasta su jefe iría.
- Bueno cariño, dime, ¿qué sucede? -
- Me encontré con Kenny en el parque -
- ¿Tu tío? - Levi asintió.
- Nunca creí que lo volvería a ver, menos que me saludara o me pidiera hablar -
- ¿Irás? - El pelinegro soltó un largo suspiro – Dudas, ¿es así? -
- Sí, una parte de mí no quiere verlo y la otra, lo contrario -
- Levi, si quieres ir hazlo, puedo acompañarte o quedarme cerca si tienes miedo, lo mismo aplica si deseas lo contrario, no le debes nada -
- No... -
- Pero si fuera tú, aceptaría hablar con él, independientemente si lo perdonas o no, pero así podrías cerrar otro capítulo de tu vida pasada -
- No sé qué tendrá para decirme, si me provoca le daré un panzaso -
- Dios, Levi- Rió – Me quedaré cerca, ¿sí? -
- No creo que me haga algo, pero sí, quédate cerca de mí -
- Siempre, amor mío... Oye, pasado mañana serás mi esposo -
- Oh, claro que sí, seré un Smith -
- Levi, quiero preguntarte algo... Qué dices si, una vez que nos casemos, cambiemos el apellido de Armin -
- También lo pensé, no quiero que mi hijo tenga el apellido de esa escoria, lo hablaremos con él, ¿sí? -
- Por supuesto – Levi bostezó - Oh, alguien está agotado, ven, vamos a dormir -
- Nada de eso, no sin antes mis masajes de pies – La sesión terminó con un pelinegro completamente dormido y un rubio muerto de ternura.
Al día siguiente Levi fue hasta el lugar donde Kenny se encontraba como el día anterior, para hacerse ver carraspeó su garganta, el hombre mayor volteó a verlo, procedió a cerrar su puesto un momento, en silencio caminaron hacia una banca donde se sentaron:
- Levi, antes que nada, quisiera pedirte disculpas por lo que te hice, le había prometido a Kuchel que cuidaría de ti, pero fui todo menos un padre -
- También cometí errores, Kenny -
- No lo creo, tú sólo fuiste un ser inocente que no tuvo nadie que lo guiara, supe por las noticias lo que sucedió con ese imbécil, en mi interior sentí que debía alejarte de él, pero sólo te arrojé a las fauces del león por mis estúpidos prejuicios, hasta ese chico, Farlán me pidió que no te corriera – Levi sonrió.
- Qué extraño es todo, Farlán fue mi psicólogo en todos estos años, es un excelente profesional, ¿sabes? -
- Qué bien, al menos hay gente que sale de esas alcantarillas y le va bien, como a ti -
- Me costó años de sufrimiento, mi hijo también pagó por eso, pero en nuestro camino apareció un ángel que nos salvó -
- ¿El gigante que vino por ustedes ayer? -
- Sí, Erwin es su nombre... Me casaré con él mañana, él nos ayudó, nos dio un lugar donde vivir, principalmente se ocupó de Armin y nunca me abandonó, ni cuando le pedí lo hiciera -
- Por lo visto es un ángel enorme – Levi rió - Espero que me perdones Levi, algún día -
- ¿Tú? ¿Cómo has estado? -
- Como siempre – Levi podía notar un ápice de dolor en su mirada.
- Kenny -
- Hace unos meses perdí a la persona que más amé en mi vida, su nombre era Uri, aquí tengo una foto de él - Levi la tomó entre sus dedos.
- Se ve feliz, igual que tú -
- Él me enseñó a serlo, con él aprendí a amar – Era la primer vez que Levi oía hablar a Kenny de esa manera, siempre fue un hombre agresivo, viviendo a la defensiva – Levi, fue él quien me abrió los ojos y quien hizo que viera lo malo que fui contigo, no te merecías eso, eres un buen muchacho y estoy feliz de que hoy tienes la vida que siempre debiste tener – Los ojos de Levi comenzaban a nublarse por las lágrimas - Perdóname, sé que es tarde... -
- Kenny, gracias – El hombre mayor lo vio asombrado – De verdad, gracias por esto, lo necesitaba para poder seguir de lleno, si te perdono, no lo hago por ti sino por mí... No fuiste un padre, tampoco tenías que serlo, pero en su momento hiciste algo por mí, eres la única familia que queda de parte de mi madre -
- Kuchel, estaría tan feliz de ver quien eres hoy -
- ¿Cómo era ella? -
- Era como tú, siempre luchando para salir adelante, aguarda, te traje algo – De su bolso sacó un sobre – Son fotografías de ella, sé que no tienes nada para saber cómo era, cuando te corrí, no dejé que te llevaras nada de tu madre, esto es lo único que queda, te las doy a ti, sé que las cuidarás - Las lágrimas ya corrían por el rostro del pelinegro.
- Era tan hermosa, gracias Kenny – Erwin a lo lejos veía cómo su prometido se cubría el rostro, pudo ver que estaba llorando, no dudó y bajó del coche para ir hasta él.
- Levi, no llores, tranquilo – Le decía en voz baja para luego abrazarlo.
- Erwin, está bien, no te preocupes, estoy emocionado y hormonado -
- Oye, muchacho – Kenny se dirigía a el ojiazul – Un gusto conocerte, por favor, cuídalo, haz lo que yo por imbécil y prejuicioso no supe hacer, ámalo, es un excelente enano -
- Lo sé, tuve el honor de enamorarme de él y la dicha de amarlo – Extendió su mano hacia Kenny para estrecharla - También es bueno conocerlo -
- No les quitaré más tiempo, tienen que terminar de organizar su boda, Levi sigue así que ella ha de estar orgullosa de ti -
- Sí, cuídate Kenny – El mencionado asintió y se marchó de allí con un nudo en el pecho atado por la culpa de haber abandonado a ese chico como si hubiese sido nada, Levi no sabía que durante un tiempo lo buscó pero luego cometió un delito y fue a prisión, cuando quedó en libertad conoció a un hombre con el corazón tan noble que no tenía lugar en este mundo porque nació para ser un ángel a temprana edad, antes de que ese gran amor partiera le juró que arreglaría las cosas con ese niño que dejó a su suerte con un pequeño en camino, y eso hizo, sentía que hoy mismo Uri podría venir por él porque se sentía en paz consigo mismo. ¡Kenny! - Gritaron detrás de él, un muchacho de cabellera negra corría como podía hacia él - Espera, mañana a esta hora y en ese lugar me casaré, si estás libre quisiera que estés ahí - Levi fue sorprendido por con un abrazo que correspondió - De verdad espero que vayas -
- Eso haré, ahora vete que ese gigante te espera, pensará que los Ackerman somo unos llorones – El pelinegro sonrió y fue a su encuentro con su futuro esposo.

Hola! Feliz miércoles! Espero que les guste el capítulo!!! 🥰 Gracias por su apoyo! Muchas gracias!!

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