Capítulo 23

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Armin regresó muy entusiasmado de la pijamada que tuvo con sus amigos, el ambiente en la casa era tan ligero como una pluma, desde que viván allí siempre fue así, Erwin era el sol que siempre necesitaron. La pareja compartía una mirada cómplice, Levi asintió cuando comprendió lo que debían hacer, hablar con su hijo sobre ellos:


- Armin - Le llamó Levi - Ven, hijo, tenemos que contarte algo -


- ¿Qué sucede papá? -


- ¿Qué dirías si te dijera que Erwin y yo nos queremos mucho ? -


- Eso ya lo sé, papá... Erwin nos quiere, ya nos dijo muchas veces - El mencionado rió.


- Lo sé, lo sé -


- Lo que tu padre quiere decir es que, él y yo, nos enamoramos, nos amamos como papá y papá, ¿entiendes? -


- ¿Cómo papá y papá? - El niño los veía confundidos - ¿Tú amas a papá? -


- Sí, Armin, amo a Levi -


- Pero... Papá Thomas, también le decía eso... Pero él lo hacía llorar -


- Amor, él no es como Thomas, él no nos lastima, ni nos hace llorar -


- Sí, lo sé - Armin sonrió - Entonces, ¿serás mi papá también? -


- Con todo el honor del mundo, campeón, me encantaría -


- Papi, no volverá papá Thomas, ¿verdad? -


- No, no lo hará, nunca más... Una persona que hiere el corazón y el alma a otras, en especial la tuya, no debe estar en tu vida -


- Sí, papá... Entonces, Erwin ahora es mi nuevo papá - Comentó abrazando al pelinegro, quien con una mano llamó al rubio para unirse a ellos.


- Así será, mi cielo - Agregó Levi apretando más el abrazo- Bueno, ustedes estarán de vacaciones pero yo no - Comentó - Debo irme a trabajar... Armin, te portas bien, como siempre - Depositó un beso en su frente - Y tú, grandulón, también -


- Deja que vayamos por ti cuando salgas -


- Bien, te mando un mensaje, gracias - Se dieron un beso - Te amo -


- Te amo, cuídate - Levi se marchó a su trabajo - Armin, comamos algo rico y luego vamos al mercado, ¿sí? -


- Sí, ¿podemos ir a ver los cuentos? -


- Eso ni lo dudes, si te gusta alguno, lo compraremos -


Erwin y el niño, fueron a hacer las compras, previamente el blondo se encargó de acomodar la casa ya que Levi, detestaba el desorden y al haber convivido con él todo ese tiempo, adquirió el hábito de la limpieza y el orden.


Armin encontró un libro con varias historias en él, Erwin se lo compró, le gustaba mucho leerle cuentos antes de dormir, además así, el niño mejoraba su lectura y comprensión de palabras, además de eso, llevó demasiadas golosinas, Levi probablemente se molestaría por eso, pero para compensar, a la salida del mercado pasaron por una Tienda de Té, donde compró el favorito de su novio.


Esa noche sus amigos irían a cenar, ver películas, hacer alguna especie de karaoke, o vaya a saber con qué cosas saldría Hange, esa tarde de verano, Erwin llevó a Armin a pasar un tiempo en un parque cercano a la casa, comieron ese preciado algodón de azúcar, jugaron, se tomaron un par de fotos, el rubio adoraba ver la libertad reflejada en los ojos de aquel pequeño.


Ya en la noche, Levi aún no había dado ningún aviso, el ojiazul estaba preocupado, el sonido del timbre hizo que dejara a un lado su teléfono y se dirigió a la puerta a recibir a sus amigos:

RenacerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora