Seventeen

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T/n Evans

— Oh Cinco — Gemí sintiendo como cada vez Cinco entraba y salía de mi rápidamente.

— Joder, me encantas — Gruñe mientras que le da un pequeño azote a mi trasero.

La velocidad en la que Cinco entraba y salía de mi comenzaba a acelerarse poco a poco mientras que yo no dejaba de gemir por los bien que se sentía. Mire a Cinco con los ojos entrecerrados por el placer, mientras que gemía y enredaba mis dedos en su cabello.

El también me miro y sin pensarlo mucho me beso con pasión mientras que aumentaba mucho mas rápidos sus movimientos hasta hacerme hacer la cabeza hacia atrás para poder soltar un gran gemido por el gran orgasmo que habíamos tenido.

— Dios, me encantas — Murmuro sobre mi piel desnuda.

Yo solo sonreí, tome su rostro entre mis manos y uní nuestros labios en un tierno beso.

[...]

Había terminado de cambiarme, me acomode mejor en el asiento del copiloto y mire a Cinco el cual estaba terminando de acomodar su camiseta.

— ¿Ya no te duele tanto tu herida? — Pregunte y el solo rio  levemente.

— Si me sigue doliendo pero cada vez que follo contigo desaparece el dolor ¿No quieres ayudar a la persona que quieres para que ya no le duela su herida? — Pregunta irónico haciendo un leve puchero.

Rio levemente — Eres un idiota Cinco — Digo riendo por las tontearías que decía.

— Bueno, vámonos que solo faltan unas dos horas para que lleguemos a nuestro destino — Dice y yo sonrió nerviosa.

Ambos abrochamos nuestros cinturones de seguridad y Cinco comenzó el viaje. En el camino baje el vidrio de la ventana y deje que el viento chocase con mi rostro pero no podía ver muy bien ya que el sol me lo estaba impidiendo.

Algo fastidiada abría la guantera y comencé a buscar algo hasta que encontré unos lentes negros, sonreí y luego me los puse.

— ¿Qué tal? — Pregunte mirando a Cinco y el solo rio levemente al ver el gesto que había formado.

Según yo una modelo

— Hermosa — Dice aun riendo y yo solo sonrió para luego comenzar a mirar el paisaje.

Estaba cansada, realmente cansada, me dolían unas cuantas partes de mi cuerpo y no había dormido lo suficientemente bien así que no duro mucho como para que mis parpados comenzaran a pesarme hasta quedarme totalmente dormida.

[...]

Sentí como el auto se estaciono así que algo adormilada abrí mis ojos, mire a Cinco, bostece y me estire un poco para luego poder apreciar mucho mejor a Cinco.

— ¿Dónde estamos? — Pregunte al ver edificios y no solo una simple carretera.

— Llegamos, bueno, no llegamos a nuestro destino oficial pero me gano el hambre y esta cafetería parece un buen lugar para comer algo — Explica y yo solo asiento.

Ambos bajamos del auto, acomode mejor mi cabello, al igual que los lentes que llevaba puestos y metí una de mis manos en uno de mis bolsillos delanteros del pantalón que llevaba puesto.

Mire a Cinco con una sonrisa, el sonrió al verme, me tomo de la cintura para pegarme a el y entrar en aquella cafetería. Ambos caminamos hacia el frente y nos sentamos en unos asientos para esperar que nos atendieran.

Mientras que esperábamos yo comencé a mirar a mi alrededor, a las personas, el lindo paisaje y demás pero hubo algo que me llamo la atención.

— Lamento la tardanza ¿Qué van a pedir? — Pregunto la mesera y yo con mucha confunsion seguía viendo aquel auto que se me hacía bastante conocido.

— Yo solo quiero una taza de café, negro — Dijo Cinco tratando de sonar amable.

Un hombre que no reconocía se acerco al auto, la puerta del auto se abrió y cuando estaba a nada de ver de quien era el dueño del auto algo me interrumpió.

— ¡T/n! — Hablo Cinco, haciéndome reaccionar y yo solo lo mire.

— ¿Mande? — Dije algo confundida y sin mis 5 sentidos.

— ¿Qué vas a querer? — Pregunto y yo mire hacia aquel auto pero el auto solo comenzó a arrancar.

— Ehhh...un café y una dona de chocolate — Dije sonriendo algo apenada.

— Bien, en un momento se los traigo — Dice la mesera para luego irse.

— ¿Estas bien? — Me pregunta Cinco poniendo su mano arriba de mi mano, la cual se encontraba sobre mi muslo.

— Si, solo que... — Me quede pensando.

— ¿Que? — Dice confundido y yo lo miro.

— Nada, no es nada — Digo tratando de restarle importancia pero sabia que aquel auto se me hacia demasiado conocido.

¿Dónde lo había visto?

Cinco no le presto mucha importancia pero si se notaba confundido, tiempo después llego la mesera con nuestros pedimos, los tomamos, Cinco pago, me despedí de la mesera con un gesto amable mientras que Cinco solo trataba de que ya nos fuéramos del lugar.

Ambos salimos del local y caminamos hacia el auto para poder adentrarnos en el. Cinco comenzó a manejar y yo solo comencé a comer mientras que miraba a mi alrededor, me gustaba el paisaje.

— Dios, este café sabe delicioso — Digo terminando de tomar el sorbo que había tomado.

Cinco solo sonrió y siguió manejando, ambos terminamos nuestras comida, Cinco seguía manejando pero en una de esas se estaciono en lo que parecía un callejón.

— ¿Qué hacemos aquí? — Pregunte confundida.

— Necesito que me hagas un favor ¿Puedes? — Pregunta tomando mis manos y yo confundida asiento.

— ¿Qué tipo de favor? — Pregunto y veo como saca las cuerdas con las que mucho antes me había amarrado.

— Solo necesito que estés amarrada — Explica tomando mis manos para comenzar a amarrarlas.

— ¿Para que? — Pregunto con algo de miedo, viendo como hace cada nudo.

— Pase lo que pase, no te alejes de mi — Tomo mis pies y comenzó a amarrarlo — Por favor, no quiero que te alejes de mi — Dice poniendo una de sus manos en mi mejilla.

— Cinco me asustas — Digo algo temerosa.

— Solo promete que no me dejaras solo, pase lo que pase — Dice terminando por amarrar mis pies.

— Te lo prometo — Le digo sin pensar mucho.

— Bien — Sonrió y luego se acerco a mi para besar mis labios, beso que correspondí al instante.

— ¿Cinco...? — Digo con miedo al ver que saco una cinta adhesiva.

El solo frunció el ceño de tristeza, corto un pedazo de cinta con los dientes, me susurró un "Lo siento" y luego coloco aquel pedazo de cinta en mi boca.

No entendía que pasaba ¿Por qué hacia esto? No entendía nada y por alguna razón tenia miedo, las lagrimas salieron sin previo aviso. Cinco parecía que quería llorar pero suspiro fuertemente y como si no hubiese pasado nada sonrió enormemente.

Me miro pero me dio miedo así que me aleje un poco, salió del auto, mire como se acerco hasta la puerto donde estaba, abrió y me saco algo brusco de ahi.

Cerro la puerta y cargándome como una princesa se teletransporto hacia un lugar demasiado lindo. Me sentó en un sofá, se teletransporto y volvió a aparecer con una silla.

Coloco la silla en medio de lo que parecía la sala, justo en la entrada, me obligo a sentarme en la silla y comenzó a atarme a la silla. Intente zafarme pero el me sostuvo fuertemente para poderme atar.

Termino de atarme, me miro a los ojos mientras que yo solo lloraba por lo que estaba pasando, se levanto del suelo y comenzó a caminar de un lado a otro mientras que tomaba su cabello con fuerza.

¿Qué mierda le estaba pasando?

𝐒𝐞𝐜𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚𝐝𝐚 𝐏𝐨𝐫 𝐔𝐧 𝐇𝐚𝐫𝐠𝐫𝐞𝐞𝐯𝐞𝐬 © [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora