𝐒𝐞𝐜𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚𝐝𝐚 𝐏𝐨𝐫 𝐔𝐧 𝐇𝐚𝐫𝐠𝐫𝐞𝐞𝐯𝐞𝐬 © [✔]

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Un sonido espantoso comenzo a sonar de la nada, aturdia mis oidos, me removia incómoda y con mi mano intentaba apagar aquel ruido proveniente de mi celular, me tome un respido y quite la sabana de mi rostro, los pequeños rayos del sol entrando por mi ventana me obligaron a abrir mis ojos. Me estaban quemando los párpados.

Me levante de la cama con algo de flojera para luego tomar mi celular, dar una que otra pasada y aun algo dormida caminar hacia el baño. Deje mi celular por ahí, poniendo algo de música para darme una buena ducha, comenzando a quitar la ropa que tenía puesta.

Entre a la bañera y abrí la regadera para dejar que las gotas de agua tibia cayeran por todo mi cuerpo, eso me despertó un poco. Tarareaba las canciones que se reproducían a todo pulmón, como si estuviera en un concierto. Supongo que todo el mundo canta en la bañera.

Ojalá no ser la única rara

Al terminar salí de la bañera y enrolle mi cuerpo en una toalla grande, tome mi celular y seguí cantando las canciones a murmuro mientras me dirigía a mi closet. Hoy era día de ir al colegio así que buscaba mi uniforme y al encontrarlo no dude mucho en comenzar a ponérmelo.

El día de hoy sería increíble, bueno era lo que esperaba aunque en una parte mi padre se iría a Toronto a hacer unos negocios con alguien, la verdad no se quien pero tampoco me interesa del todo.

Me puse mi ropa interior, me rocié algo de perfume por mi cuerpo y luego me acerque a la cama para tomar la camiseta blanca de botones, me la puse y comencé a abrochar cada botón de la camiseta. Me mire al espejo y sonreí para luego tomar mi falda y comenzar a ponérmela. Estaba casi lista, luego tome mi suéter del colegio para ponérmelo, los zapatos y estaba lista.

Aliste mis cosas y salí de mi habitación pero me regrese porque me faltaba algo. Cuando volví a mi habitación tome mi celular y audífonos, es algo esencial para poder vivir y yo casi los olvido. Que tonta. Me mire al espejo por última vez, podría ser algo egocéntrica pero con autoestima, por el momento no.

Baje las escaleras tras salir de mi habitación y me adentre al comedor. Mi padre ya se encontraba ahí sentado, tomando un café mientras leía el periódico, era costumbre que nos levantaremos temprano o no dormir en lo absoluto.

-Buenos días padre -Salude dejando un beso en su mejilla para luego tomar asiento en mi sitio para desayunar.

-Buenos días linda -Dejo el periódico aun lado.

Mamá llego con los platos y los puso en la mesa, le ayude un poco. Ella tomo asiento y yo me acomode en mi lugar. Pronto cada uno comenzó a comer, me sentía en película ya que esto era algo muy de rutina.

-Buenos días mi niña -Saludo mi madre.

-Buenos días mamá -Salude.

-Cariño amo cuando tu cocinas -Dice papá mientras se acercaba a mamá para darle un beso.

-Cocinas delicioso -Hable tratamdo de despitar un poco la incomodidad para que no se besaran enfrente de mi.

Bueno. Comenzamos a desayunar mientras que hablábamos de cosas de todos los días, mis padres hablaban más que yo, solo escuchaba un poco sobre los próximos negocios, etc. Al terminar me despedí de mis padre, tome mis cosas y salí de casa para que después de mi me siguieran mis dos guardaespaldas.

Mi padre es el Alcade de New York así que él me tiene muy cuidada, dice que hay gente que lo odia y es algo obvio que intente dañar a su familia, es su punto débil dice él. Por eso los guardaespaldas.

No es nada fastidioso, son mis amigos. Los únicos por el momento ya que en el colegio se burlan de mi. Es de esos típicos colegios privados de personas con mucha economía, son unos idiotas y aunque sea la hija del Alcalde les importa muy poco y me hacen burla porque saben que no diré nada.