Fourteen

10.2K 606 114
                                    

T/n Evans

Me levante del suelo, limpiando las lagrimas que caían por mis mejillas pero aun así no dejaban de caer.

— Necesito que busques alcohol, algodón — Suspiro cansado y yo rápidamente corrí por los pasillos mientras que buscaba lo que me pidió — Agua oxigenada, vendas, gasas — Volvió a suspirar — Agujas, pinzas para poder sacar la bala, tijeras, cuchilla y Vicyl — Dice agotado.

— ¿¡Que carajos es Vicryl!? — Pregunto confundida y desesperada.

— Es un tipo de hilo para coser — Explica y yo rápidamente busco lo que pide.

— Listo — Digo preocupada y alterada mientras que me acerco a Cinco con las cosas en una bolsa.

— Necesito que me ayudes para caminar hacia el auto — Dice y yo rápidamente asiento.

Me agacho, pongo uno de sus brazos por mis hombros y con algo de dificultad lo ayudo a levantarse. Ambos comenzamos a caminar hacia la salida pero de la nada Cinco para.

— Espera, espera — Dice caminando con dificultad hacia la computadora.

Confundida y preocupada miro lo que hace, pulsa unas cuantas teclas, utiliza el mouse pada hacer algunas cosas y con una ligera sonrisa se acerca a mi.

— ¿Qué hiciste? — Pregunto confundida y curiosa mientras que salimos.

— Borre las grabaciones para que no se enteren que estuvimos aquí — Explica con dificultad.

Llegamos al auto y el abrió la puerta de atrás para poder sentarse en los asientos de atrás.

— Tendrás que manejar — Dice con dificultad mientras que se recuesta.

— Pe-Pero yo no se — Digo nerviosa.

— Solo conduce unos cuantos kilómetros, hasta que la farmacia se pierda de tu propia vista — Dice y yo alterada asiento para luego cerrar la puerta y correr hacia la puerta del piloto.

Abro la puerta, lanzo la bolsa de la farmacia hacia el asiento del copiloto, cierro la puerta, enciendo el auto, muevo la palanca y muy alterada empujo mi pie hacia uno de las cosas que se encontraban.

El auto comenzó a moverse y yo muy nerviosa comencé a mover el volante hacia delante pero se me iba de lado.

— Tranquilízate un poco — Dice Cinco sosteniéndose para no caerse de los asientos.

— Lo siento solo... — Frenamos de la nada — ¡Maldición! — Grito molesta.

— Tranquilízate un pco y maneja bien porque si no voy a morir — Dice y yo comienzo a asustarme mucho mas.

— Ehh...bien, intentemos una vez mas — Digo nerviosa.

El auto vuelve a avanzar pero esta vez lo manejo bastante bien, acelero un poco mas para poder perder rápidamente la farmacia. Después de unos cuantos kilómetros mas me detuve lentamente para no frenar tan de repente como antes.

— Listo — Digo aun algo nerviosa.

— Bien, necesito que saques las tijeras de la bolsa — Explica y yo rápidamente lo hago — Necesito que cortes la camiseta — Yo nerviosa comienzo a hacer lo que me pide.

Rompo la camisa con las tijeras para luego sostener ambas partes de la camisa y jalarla para que se pueda romper por completo.

— Necesito que pongas agua oxigenada en un pedazo de algodón y me limpies la herida — Me pide y yo me quedo embobada viendo su pecho desnudo — ¡T/n, no es momento! — Dice y yo rápidamente reacciono para luego hacer lo que me pidió.

Al hacerlo comienzo a pasar el algodón por su herida, el solo jadea del dolor mientras que yo hago gesto igual de dolor, como si estuviese sintiendo su sufrimiento. Veo como unas cuantas burbujas salen por su herida hasta que termino de limpiársela.

— Ahora — Suspira — Pásame la cuchilla — Dice y yo rápidamente se lo paso.

El jadea del dolor una vez mas cuando comienza a introducir la cuchilla en el y hacer una lineal recta justo donde se encuentra la bala.

— Oh mierda — Dice jadeando por el dolor — Necesito que — Se queja del dolor — Necesito que saques la bala — Dice y yo rápidamente tomo las pinzas para sacar la bala.

Me acerco a su herida para poder sacar la bala pero inmediatamente me alejo.

— No puedo — Digo sollozando.

— Maldición T/n, voy a morir, necesito que lo hagas ahora — Dice tomando como puede mi rostro entre sus manos para luego darme un beso — Todo estará bien si me ayudas a no morir — Dice y yo solo asiento, entendiendo.

Vuelvo a acercarme a su herida para poder sacar la bala, jalo un poco su piel para poder ver donde se encuentra la bala y al verla adentro las pinzas para poder tomar y comenzar a sacarla.

Escucho como Cinco no para de quejarse por el dolor, rápidamente tomo una de las gasas y dejo ahí la bala para luego tomar una aguja y aquel hilo llamado Vicryl.

— Ten — Se los entrego, claramente yo no lo cocería, no sabría hacerlo.

El solo suspira para comenzar a cocerse en la herida, yo miro a otro lado, no quiero apreciar aquello pero aun así escucho como Cinco sigue jadeando por el dolor que se provoca.

— Po-Podrías pasarme las gasas — Me pide y yo de inmediato se las doy.

Veo como acomoda las gasas por su herida para luego mirarme.

— Ayúdame a vendarme, por favor — Yo solo asiento ligeramente para luego tomar las vendas y comenzar a vendarle una parte del estomago.

— Listo — Digo cuando termino de vendarlo.

— Gracias — Susurra aun un poco débil — Te traje algo para que puedas comer — Me dice dándome una barra proteica.

Rio levemente — Gracias pero aun así tendremos que buscar comida, con esto bo me llenare — Digo irónica y el solo ríe con dificultad.

[...]

Estaba sentada en el asiento de copiloto con una hamburguesa en mis manos.

— ¿Te gusto? — Pregunta Cinco mirándome de reojo mientras que maneja.

— Sabe delicioso — Digo para luego darle otra mordida a lo que solo escucho reír levemente a Cinco.

Su risa es tan linda

El tiempo que tuve con Cinco me di cuenta de que era un amargado, no reía o sonreír y cuando lo hacia solo era porque era sarcasmo o algo así pero esta vez no lo esta haciendo por eso y eso me gusta.

Después de terminar con su herida el había insistido en manejar y yo no me negué, no pensaba manejar, tal vez en algún momento nos estrellaríamos en la nada y todo por el simple hecho de que no se manejar.

Después de un rato en el auto encontramos un lugar con comida rápida y Cinco compro unas hamburguesas. Dios, mama estuviera tan enojada conmigo si me ve que ya comí pizza y hamburguesas.

Ya llevábamos horas en el auto y yo ya me encontraba agotada, quería saber a donde íbamos pero recordé lo que me había dicho Cinco.

"Al final de tu secuestro"

No quería aceptarlo pero me era imposible no aceptarlo y pensándolo bien si, tal vez si me gusta mi secuestrador.

¡Ahg maldito síndrome de Estocolmo!

___________________

Perdón si pongo Aidan en vez de Cinco y @valecotton te mentí MUAJAJAJAJAJJAJA *Se ahoga de tanto reir* ¡Ay! Bueno adiós bye :)

𝐒𝐞𝐜𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚𝐝𝐚 𝐏𝐨𝐫 𝐔𝐧 𝐇𝐚𝐫𝐠𝐫𝐞𝐞𝐯𝐞𝐬 © [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora