𝐒𝐞𝐜𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚𝐝𝐚 𝐏𝐨𝐫 𝐔𝐧 𝐇𝐚𝐫𝐠𝐫𝐞𝐞𝐯𝐞𝐬 © [✔]

Three

T/n Evans

Intento zafarme del amarre pero lo único que consigo es lastimarme mucho mas. Lagrimas recorren mis mejillas por el dolor, sigo tratando pero es imposible así que dejo de lastimarme en vano.

— Tengo preguntas — Digo creyendo que esta despierto.

Solo logro escuchar su respiración. Pataleo para hacer ruido y que se levante pero una vez mas, logro lastimarme. Desearía no ser tan estúpida.

— ¡Tengo preguntas! — Alce un poco la voz, sabia que estaba despierto.

 —¿¡Que nunca te callas!? — Pregunta con fastidio mientras se voltea para mirarme — Ya basta con dormir en este sofá de mierda, es demasiado incomodo y tu con tu estúpida voz. ¡Cállate de una vez! — Me grita molesto.

— Solo quiero que respondas mis preguntas — Digo a lo bajo, me dio algo de miedo.

El suspira frustrado, se levanto del sofá para luego dirigirse a la cocina, toma algo y luego camina hacia mi. Se sienta al lado mío y me pone algo en la boca.

— Ya cállate — Dice mientras me pone la mordaza — Mañana contestare todas tus malditas preguntas. Llevo días planeando esto, no e dormido, e matado a dos personas y secuestrado a una niña. Lo único que quiero es descansar malditacea — Dice fastidiado.

Me defiendo pero el no entiende lo que digo por la mordaza. Se levanta de la cama y vuelve al sofá. Se acuesta y una vez mas la habitación se llena de puro silencio, lo único que logro escuchar es su fuerte respiración junto con la mía.

Sin nada que hacer y algo cansada mis ojos comienzan a cerrarse poco a poco hasta quedarme completamente dormida.

[Al día siguiente]

Los pocos y pequeños rayos del sol chocaron con mi rostro. Mis ojos se abrieron poco a poco, por lo menos, esta vez había despertado tranquila y no porque un idiota me lanzo agua fría para despertarme.

Mi mirada comienza a buscar al imbécil que me secuestro. Al no verlo por ningún lado de la habitación comienzo a buscar algo con lo cual desatarme, mis dedos tocan la soga pero solo consigo lastimarme mucho mas.

Me siento bastante incomoda y me duelen mis muñecas, al igual que mis pies. Escucho como una puerta se abre y mi mirada se dirigí a donde provino el sonido.

Noto como de ella entra el imbécil. Viste bien y se ve atractivo, a decir verdad, muy atractivo diría yo pero es un completo idiota, me secuestro.

Tiene unos jeans negros y una camisa blanca y un suéter negro, el cual cubre ligeramente su rostro ya que tiene la capucha puesta. El poco cabello que sobresale de la capucha se ve desordena y su rostro se ve que al tocarlo se sentirá mucha suavidad.

El entro a la cocina y dejo las bolsas que tenia junto a el, quito la capucha y desordeno su cabello. Su mirada se unió con la mía y una leve sonrisa se formo en su rostro pero dejo de sonreír cuando le saque la lengua como una niña pequeña.

— Traje algo para que puedas comer — Dice mientras que saca comida de las bolsas.

— No tengo mucha hambre — Respondí de mala gana.