15. Primeras revelaciones y un trato.

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☀️

BORIS

Las palabras de Uriah suenan como un eco en mi cabeza. 

¿Obedezco?

¿Cumplo con lo que quiere Uriah?

¿Cuáles son las posibilidades que salga mal librado?

— Aquí estás. 

Olya aparece delante de mí y me mira muy preocupada mientras yo estoy en mi habitación arreglando todo para irme aunque no tengo claro que lugares deberé acudir primero. Me ayuda a empacar un par de camisetas hasta que sus manos detienen las mías para terminar lo que ya he iniciado en mi mochila de viaje. 

— ¿Tienes todos tus papeles?

—Los tengo. —respondo con frialdad —, no es el fin del mundo ni duraré meses por fuera como te los estás imaginando.

— ¿Bielorrusia?

La miro a sus ojos grises y afirmo. — ¿Por qué preguntas lo que ya sabes?

—Porque me preocupas. 

— Iván tiene más líos emocionales que yo y Nadja no ha dado una señal de vida ¿Por qué no te preocupas por ellos?

—Porque lo que vas a hacer es muy riesgoso.

La miro de regreso y suspiro. — ¿Por qué cada vez que tu y yo tenemos una conversación es siempre sobre lo que no me puedes decir?

—Porque me da miedo que en algún momento te pierdas. 

La miro con enojo y le quito mi mochila, ya estoy cansado de tratar con tantas cosas y aunque La Manada Nórdica se esté quemando prefiero mil veces tratar con mis problemas. Debo pensar con cabeza fría, actuar con prudencia y la astucia suficiente para no herir por lo menos a Tatiana en mi paso. 

No la he visto en mis buenas horas. 

Tampoco me ha dejado comunicarme con ella. 

Siento que estoy dando pasos involuntarios hacia atrás con ella. 

—Voy a ir contigo. 

Abro mis ojos con sorpresa y no entiendo nada. — ¿Disculpa?

—Iré a Bielorrusia contigo. —afirma —, quiero que en el camino de buscar tus orígenes no te dañes a ti mismo o dañes a otros.

— ¿Por qué crees que voy a dañar a otros?

—Porque no debías haber nacido. 

— ¿Disculpa?

Ella queda fría y suspira. —No creas que lo sé todo, solo lo que me han dicho mis subordinados y por todos los cielos y las miles de lunas en el firmamento que no deseo verte en problemas, más cuando tienes una fuerte conexión con Veronika Rusev a quien le debo una deuda.  

— ¿Conoces a Veronika Rusev?

—La conozco. —Me dice —, una vez estuve en severos problemas y me salvó la vida, sé dónde la puedes encontrar y vamos a ese lugar primero. 

SERIE MANADA NÓRDICA 3: La Delta SeducidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora