SERIE MANADA NÓRDICA 3: La Delta Seducida

8. Reconociendo sentimientos.

❄️

TATIANA

— ¿Estas haciendo maletas?

Mi mamá entra a mi habitación y me observa recogiendo mis cosas, no es mucho lo que empaco porque no tengo ganas de estar más días en el lugar que la abuela recomendó para mí como parte de la promesa que realicé antes de esta tragedia. Se supone que no debo hacer más que respetar el luto pero una Volkov no puede echarse atrás después de haber dado su palabra, la idea es que vaya al lugar donde ella me dice y tenga por lo menos una cita.

Mi mamá me mira preocupada pero yo solo le sonrío para calmarla.

—No es un viaje largo sino uno de dos o tres días.

— ¿Tienes que viajar ahora que todo está hecho un desastre?

—Se lo prometí a la abuela.

Ella quiere demostrar calma pero no puede: — ¿Qué hay de los peligros?

—No voy a estar sola, mis chicas vendrán conmigo.

Miro mi bolsa, tiene cuatro cambios de ropa para día y cuatro cambios de ropa para noche, unas zapatillas de deporte y un par de tacones.

Yo en ese sentido soy una diva y no voy a ningún lado sin mis preciados tacones.

— ¿Qué le prometiste a ella?

—Una cita con uno que otro pretendiente por tiempos. —Le respondo: —De seguro vaya a contar con la suerte de encontrar a mi mate.

— ¿Quieres irte en estos momentos por conocer un prospecto de marido?

Siento que está molesta pero yo no presto mucha atención sino que me dedico a escoger que conjuntos debo llevar porque yo siempre impongo estilo.

Suspiro porque ella no deja de verme como si yo no quisiera volver a casa.

—Mas allá de todo eso necesito ordenar mis ideas. —Expongo mi calma: — Sé que esto no es fácil pero quiero estar tranquila para cuando Víctor me necesite.

—Con todo esto... —Ella quiere mostrarse fuerte pero no puede, llora por momentos y la entiendo ha perdido a una hija y a dos nietos.

—Vamos a recuperarnos de todo esto, madre. —Le trato de confortar: —Sera un proceso lento pero lo lograremos, nuestras vidas deben seguir adelante.

Ella afirma con la cabeza y se repone de momento limpiando sus lágrimas.

— Debes saber algo importante, Tatiana. —Me dice tomando mi mano lo cual es raro, ella es díficil para expresar sus sentimientos.

— ¿Qué cosa debo saber?

—Lo que nos pasó me hizo entender una cosa, no me voy a recuperar tan fácil pero victoria y tú son lo que yo más quiero.

Eso me deja sorprendida que me hace acompañarla a su lado en mi cama.

—Veo que Victoria se está enamorando del brujo y de su bebé, no importa lo que pase va a ser feliz con ellos como padres pero tú no debes de seguir las órdenes de tu abuela. —Madre besa mi mano y se aferra a ella como nunca: — No quiero que te condenes a estar unida a alguien que te va dejar a un lado cuando encuentre a su mate, no quiero que repitas lo que yo he vivido en todos estos años.

Esto es increíble para mi, nunca en sus años se había quejado por el trato de mi padre hacia ella cuando encontró a Natalya y eso hace como cinco años.

— Que seas muy feliz. —Me dice dándome un abrazo: —Quiero que el que esté a tu lado no diga que lo haga para ganar un lugar con los Volkov sino para ganar tu corazón.