SERIE MANADA NÓRDICA 3: La Delta Seducida

14. La Delta herida.

❄️

TATIANA

Siempre se fue. 

Lo hizo.

Mi mirada cae triste sobre el anillo que doy vueltas entre mis dedos delante de mi escritorio mientras estoy a solas. He pensado en desecharlo pero es el recuerdo de la fantasía más grande tengo desde que comencé a sentir cosas por Borya, un matrimonio que sé que no se va a dar porque él cree que mirando su pasado hará las cosas bien lo cual no es así. 

Y desde el momento en que supe que había tomado un vuelo he considerarlo en extrañarlo. 

Estoy estresada, alterada y un poco enojada, no solo con Borya sino con todos los hombres de la Dinastía Volkov por las cosas que pasan alrededor de Roxanna. Cualquiera me dirá que soy una tonta, pero no estoy de acuerdo con nada de lo que La Manada ha decidido para ella y mucho menos con que Dimitri esté sin pagar lo que hizo.  

—Tatiana. 

Mi madre me saca de mis pensamientos más estúpidos, la miro y está alterada. Valentina Volkova nunca había mostrado una cara de debilidad en todos mis veintitrés años de vida a excepción de la muerte de mis hermanos. Ella mira por encima de su hombro y hay dos mujeres en la entrada esperando por ella.

— ¿Qué sucede?

—Tengo algo importante que hablar contigo.

Las mujeres no dejan la salida y las miro muy enfadada.

— ¿Que está pasando?

—La...

La castaña oscura niega y se muestra muy rígida, me mira como si yo no fuera superior a ella.

—La Señora Valentina está siendo acusada de asesinato

Yo miro a mi mama con sorpresa.

—Solo déjenme a solas con mi hija, debo despedirme de ella antes de irme

— ¿Irte? —Le pregunto. — ¿A dónde?

Ella está esperando a que las mujeres se vayan y ellas no lo hacen, así que me toca gruñir, tomarlas por sus brazos y sacarlas a la fuerza de mis oficinas.

—Soy Tatiana Volkova, una dama de la línea primaria, si no se acuerdan de ello... —Les nuestro mis ojos de Mujer Alfa con enojo, — ¡Se los voy a hacer recordar a la fuerza!

Las mujeres se espantan y salen, una de ellas cierra la puerta así es como quedo a solas con mi madre.

— ¿Que está pasando?

—Natalia me acusa de haber matado a su hijo y por ello me obligan a estar en exilio mientras dura la investigación. —Ella baja la cabeza rápidamente, —Puedo ser todo lo que quiera, pero no una asesina de bebés y eso me hace recordar que lo que hice con Victoria fue muy imprudente.

— ¿Que le diste a Victoria?

—Una estrategia para que pudiera perder al bebé que espera.

La miro aterrada. — ¡¿Que has hecho madre?!

—Una estupidez y estoy pagando por ello. 

La abrazo y reniego. —Victor no pude tomar la decisión de darte un castigo con el exilio.

—No fue Victor. —Menciona preocupada, —El Concejo de Ancianos fueron los que tomaron la decisión, no me dieron tiempo de explicar y al parecer fueron lo suficientemente justos al permitir mi exilio mientras comienza la investigación.