11. Suenan campanas de boda.

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🐻

BORIS

Cuatro días y cinco horas sin verla, lo que hizo Stanislav fue lo peor al dejarla encerrada en las celdas subterráneas como si fuera una criminal pero compensa que haya estado cerca para saber de ella. No me importa ninguno de ellos pero si Tanya cree que no es momento de decirle a todos lo que está pasando entre nosotros lo respetaré, ahora mismo lo que quiero hacer es verla.

Mis ansías no se apagan con nada en los minutos que estoy esperando entre los arbustos, la veo salir por la puerta de la entrada hacia la celdas y es terrible la imagen que noto al verla sucia, sin peinar y lastimada. Ella es hermosa con o sin su moda de miles y su maquillaje pero odio ver cómo está por culpa de ellos, es demasiado extremista que un padre y un abuelo tenga a su propia descendencia con castigos hasta inútiles porque conociendo a Tatiana cómo lo hago estoy seguro que volverá a ayudar a la Fae.

Tatiana es muy noble y está en su sangre perseverar por quienes le importa.

Dimitri llega a recibirla pero ella le da una abofetada sonora que sé que le dolió al rubio, su sentido de justicia es mucho más fuerte y eso me gusta.

Pero me gusta todavía más que esté insultando a Dimitri y le esté propinando buenos golpes que incluso ella tiene que ser separada de él por los guardias.

La paciencia es una virtud y lo sigo diciendo todo el tiempo, ella está dando a cada uno de los guardias un puñetazo y trata de arreglarse lo más que puede para después caminar lejos. Es bonito que ella me alcanza a ver solo para darme una sonrisa, no ha perdido la fe y las ganas de luchar así que el parte estoy tranquilo.

Lo único que veo y no es acorde a todo esto es Julia quién está allí de pie mirando a Tatiana emprender el camino.

¿Qué ganaría ella con dejar a Tanya en las carracas?

«Estoy bien» articula Tanya hacia mi con cuidado y sigue caminando, de todo esto solo hay alguien a quien puedo acudir sin que eso suene en contra de mi orgullo.

Voy a dónde la mujer y luego esta me recibe con algo de amargura después de un gruñido.

- ¿A ti quien te dijo que te quería ver en mi hora del té?

Le doy un rápido saludo a Xenia Volkova y ella me señala una silla en su estudio personal dentro de la Casa Mayor.

- ¿A qué vienes a esta hora?

- Perdoneme si soy molesto a esta hora, Excelencia. -Le digo sin recibir todavía la silla: -Pero necesito hablar con usted de algo que está sucediendo.

-He dicho que te sientes, muchacho. -Me ordena y obedezco: -No todo el mundo viene a mi a escondidas y si tú lo haces es mejor escuchar.

Ella se coloca unos lentes antiguos y comienza a terminar de leer su libro.

-Me encanta la lectura pero intento entender un poco a Anna Frank en su diario ¿Lo has leído?

-Si señora.

-Es terrible lo que la guerra predice de todos los seres en el mundo. -Me habla con calma y luego suspira: -Ahora estamos en una guerra y no sabemos quién será el ganador, nos están dando por la cabeza.

-Tengo unas leves sospechas de quien puede estar destruyendo a la Bratva desde su corazón.

-Yo también -Me dice: -Pero no sé cuál será su movimiento y si actúo sin pruebas seré yo quien termine mal.

- Es que la mujer...

-Shsss. -Me calla. -Las paredes tienen oídos por todos lados, Borya.

-Ella sabe mucho de mí y mi pasado lo cual es preocupante porque sé que algo malo está tramando para la Bratva y toda la Manada.

SERIE MANADA NÓRDICA 3: La Delta SeducidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora