Crónicas De Un Desertor

12

Todo el mundo guardo silencio ante tal propuesta.

-¿Como?- cuestiono el hokage aun sin poder creer aquellas palabras.

-Boruto es el único que no tiene nada que perder al pelear con Itzumi, además de que se muere por matarla, todos ganan- explico el raikage con una mirada seria.

-Seria una locura liberar a alguien como Boruto para una tarea así, además, suponiendo que pueda derrotar a Itzumi, ¿Que pasara después?- señaló la tsuchikage.

°°°

Hisoka se interpuso en el camino de Boruto, que iba en dirección a la biblioteca.

-Muévete, niño gato- demando con molestia, trataba de pasar a un lado del menor, pero este se movía en la misma dirección que el.

-No puedes seguir así, al menos no en este lugar- planteo el mas joven con el ceño fruncido.

-Wow, hoy estoy preguntando mucho tu opinión ¿no crees?- en un movimiento tomo la muñeca del menor y lo aparto bruscamente.

-Si vas ahí, te mataran- se unió kou, caminaba hacia ellos desde la dirección contraria y tenia una paleta helada en su mano izquierda, mientras que la derecha estaba en el bolsillo de su pantalón.

-Oigan, están demasiado pegados a mi desde que llegue y nadie se los pidió- Boruto paso junto a kou, quien hizo chocar sus hombros para llamar su atención.

-Eres interesante, pero dejaras de serlo cuando te conviertas en comida de peces- respondió con calma.- tu cuerpo esta débil y no te ves en el mejor estado, tal vez puedas pelear durante unos momentos pero a la larga te pasara factura-.

-¿Como sabes tu eso?- lo tomo de la camisa y lo acerco a el, se estaba irritando.

Boruto se canso de tanto drama e incógnitas, así que arrojó a kou lejos de el, después le preguntaría.

Se adentro a la biblioteca, donde cuatro hombres lo esperaban a luces apagadas para atacarlo entre todos.

Desde su pelea contra el rey de la prisión, todo el mundo parecía querer pelear contra el. Siendo honesto quería dejarse vencer para tener un tiempo de calma, pero en una prisión como esa era imposible luego de haberse echo una reputación tan rápido.

°°°

Un día apareció de repente una carta en la entrada del pueblo, donde se les citaba a ambas para una reunión donde se juzgarian sus acciones y lo acontecido con Menma.

Era extraño, pues las reuniones de líderes eran algo no muy común, de echo casi nunca ocurrían, solo cuando pasaba algo demasiado malo.

Al parecer ya había pasado.

-Ya Tocamos fondo. No esperaba conocer a las copias baratas de los kages- Itzumi miró a todos los presentes.

Catorce personas distintas que lideraban una zona concreta donde residían aldeas enteras de desertores.

-Siempre tan amigable, Itzumi- señaló Oyuki, chica de cuerpo delgado, cabello corto de color negro y ojos ámbar.

-¿En serio esta es la nueva líder del Oeste?- inquirió el altanero Suyen, un chico alto con piel morena, ojos verdes y tenia un gran cabello rizado.

-¿Tienes algún problema?- desafío la portadora del Sharingan.

-No debemos juzgar a las personas, tal vez la señorita Itzumi tenga alguna especialidad- Una persona muy hiperactiva, Shoko. Su apariencia se basaba en sus creencias, por ello tenia el cabello (color rosa pastel) finamente atado en una coleta, sus ojos compartían la especialidad de Itzumi al ser dicromaticos, en un tono azul y morado pastel.