Su hora favorita siempre seria la comida.
A pesar de que los alimentos de la prisión sabían a que los cocineros estaban ahí por la fuerza, le gustaba poder sacar ciertas cosas de ellos.
Otra semana y las cosas se habían calmado bastante.
Había echo una magnífica demostración a todos los presos de su poder, venciendo a un grupo completo en unos minutos, ahora nadie se molestaba en meterse con el.
Entonces, ¿Cual era el jodido problema?.
Muy sencillo: su cuerpo estaba debilitandose cada vez mas y mi sabia que hacer.
Era extraño, pues antes solo necesitaba unas cuantas horas de suelo para reponer energías, pero ahora eso no funcionaba.
Incluso había empezado a entrever y eso contrarestaba lo que se que sucediera en su cuerpo.
Pero no paraba. Parecía una maldita enfermedad.
-Deberías comer mas cosas saludables, esa basura que les sacas a los cocineros no ayuda a tu estado- señaló Hisoka que, por alguna razón, estaba sentado junto a el.
-Oh mira y yo muy preguntón- espeto el rubio con fastidio.
Ya no genial ganas de hacer amigos, eso quedaba muy en claro.
Algo de lo que aun no poseía respuesta era de lo sucedido con momoshiki, este simplemente le había dicho que se mordiera el brazo y después de eso desapareció el muy hijo de puta. ¿Es enserio? De tantas cosas estúpidas para hacer ¿le pedía morderse el brazo?.
Era mejor sacar leche por la nariz o incluso cantar algo frente a todos.
-Oye, hemos tratado de ser amables contigo desde que llegaste y solo nos desprecias- se quejo kou. Apareció frente a ellos como si nada.
-Ya se los dije, yo no pedí que hicieran nada- respondió girando la cabeza hacia otro lado con indignación.
-¿Que te parece un cambio?- le cuestiono Hisoka ya harto de la temática de todos los días.
(Hasta a mi me hartó).
Boruto lo miro, como pidiéndole que continuara.
-Te daremos uno de estos a cambio de tu protección- kou le extendió un paquete de chocolates amargos con relleno de fresa y arroz.
Boruto se impresionó, ni siquiera el había podido conseguir un paquete de esos.
-También quiero algo picante- pidió recuperando la compostura, si tanto querían que los protegiera no saldría nada barato.
Hisoka le extendió una hamburguesa envuelta como respuesta. Pero desde lejos se notaba como esta tenia algo rojo en su interior, al parecer la salsa picante.
Boruto tomo ambas cosas rápidamente y siguió con lo suyo. Eso era un si.
-Bien, trato hecho, ahora nos protegerás- sentenció el muchacho peliazul.
Los dos únicos se levantaron de la mesa y dejaron que el rubio continuara con su comida.
«¿Cuando les dirás que sabes porque tratan de ser tus amigos?».
«Es mas divertido así, acabo de conseguir comida» respondió con una sonrisa gatuna en su rostro.
Era un tramposo.
°°°
-Isago envío un mensaje, dice que apenas consiguió los planos y vendrá para acá en unos días- informo el muchacho de ojos grises.
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Crónicas De Un Desertor
Fanfiction(Segunda parte de la saga) Poco consciente de lo que llevó a aquel desastroso final, Boruto tendrá que embarcarse en una nueva aventura para recuperar sus recuerdos, saber por que aquella persona le traicionó y como es que todo acabo en la destrucci...