"Estaba obsesionada con su risa, con su boca, con su habilidad, con sus historias, con sus manos, con su confianza, con su gentileza, con una nueva e intensa necesidad de complacerlo. Necesitaba complacerlo. Necesitaba ser lo que lo hiciera sonreír, respirar, despertar por las mañanas. Y por un tiempo, lo fui. Me amaba más que a nada ni a nadie. Yo era su única razón para vivir. Hasta que descubrió la única cosa que significaba más para él que yo."
Verity.