"Casi no conocía Nápoles y, a parte de ella, su séquito de allegados y alguna pequeña visita allí con mis padres, casi no tenía contacto con ningún napolitano. Sin embargo, los compases de aquella canción tan triste habían conseguido despertarme un sentimiento de nostalgia muy fuerte por los amores perdidos, por las cosas que se han ido abandonando en el curso de la vida y por las vidas, como la de mi abuela, que habían pasado mucho antes que la mía propia."