Un científico obsesionado con crear vida artificialmente, el primer hombre salido de un laboratorio pero no cualquier hombre sino un Omega.
El mundo ha cambiado, cada vez es peor, hace unos años hubo un virus que provocó que muchas mujeres quedarán...
Sonríe al ver lo grande e inteligente que era JungKook, había pasado varios años ya JungKook tiene 4 años y cada día aprendía más y más, era un lindo Omega.
Jin: Bien, me tengo que ir pero volveré
JungKook: ¿Me contarás un nuevo cuento?
Jin: ¡Claro pequeño!
Jin se levantó y salió de la habitación caminando hacia su siguiente niño, como él les decía.
Taemin: ¿Kookie? ¿Por qué los tratas así? Son sólo máquinas y esclavos para los humanos.
Jin: Pero tienen sentimientos y más como ellos que también tiene su parte animal despierta sino les mostramos amor nos podrían despedasar
Taemin: Son simples omegas débiles ante los humanos
Jin: Pero cuando se conviertan en su parte animal serán más poderosos que nosotros
Taemin creía que sentía afecto Jin por esos sujetos como él los llamaba, después de su pequeña charla Jin continuo su camino y al estar frente a la puerta la abrió sonriendo.
Xx: ¡Tío Jin!
El pequeño niño corrió a abrazar sus piernas, Jin le acaricio su cabecita y le entregó un caramelo.
Jin: Hola pequeño TaeTae ¿Cómo estás?
Taehyung: Muy bien, ya quiero que sea de noche para que me cuentes ese cuento que prometiste
Jin: Yo también pero primero a tus clases
Jin le dió las mismas clases que le daba a JungKook y después de las 2 horas de aprender Jin se fue a su despacho, hoy empezarían las pruebas y los niños serían sometidos a pruebas tanto psicológicas como físicas extremadamente fuertes.
Por lo tanto fueron por Tae y por primera vez en 4 años él salió de aquella habitación aunque no sabía a dónde iba, aquel hombre grande lo llevaba de la mano sin decirle palabra alguna hasta que un señor igual de grande que el que lo llevaba paso con otro niño de la mano.
Se miraron por meros pocos segundos pero esos segundo bastaron para que dentro de cada niño vibró algo en su interior, es como si se hubieran conectado en ese momento, dónde ninguno supo explicar lo que sentían.
No sabían quién era el contrario pero ya se extrañaba y se llamaba por la curiosidad que sentían el uno por el otro.
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