6. Evaluación

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Roel decidió acudir al psicólogo que le había sugerido el Coronel Bouvier. Se hallaba sentado afuera del consultorio, esperando su turno para entrar.

De pronto, una asistente salió del consultorio y dijo su nombre.

—Roel Morandé.

—¡Soy yo!

—Adelante.

—Gracias...

El Psicólogo: Mathias Allamand, lo observó y le pidió que tomara asiento.

—Hola, Roel. Yo soy Mathias Allamand. Puedes decirme Mat. Si así lo prefieres.

—Preferiría no estar aquí.

—Sé que es difícil para ustedes los policías entrar en una consulta psicológica. Pero créeme, no tiene nada de malo.

—Dejémonos de palabrerías.

—¡Muy bien!

—¿Qué edad tienes, Roel?

—39.

—¿Cuánto tiempo llevas con la ansiedad?

—Jamás dije que tuviera ansiedad.

Allamand soltó el bolígrafo y lo vio fijamente.

—Para ayudarte, necesito toda la información que puedas darme.

—... Desde ayer.

—Bien... ¿Qué has sentido?

—Miedo. Y mucha preocupación.

—Sensación de cansancio, ¿quizás?

—Los policías siempre estamos cansados.

—Me refiero a lo que has sentido desde ayer.

—Sí. Estoy agotado. Estresado.

—Vamos a hacer una pequeña evaluación, ¿te parece?

—Si no tengo opción...

—¿Alguna vez has escuchado sobre el Test de Rorschach?

—En realidad no.

—Es una técnica de psicodiagnóstico. Se trata de una interpretación de 10 figuras simétricas. Anteriormente se representaban en hojas de papel. Ahora hay otra manera...

Mathias colocó un dispositivo holográfico frente a él, lo activó, y surgió una especie de lámina con una figura extraña.

—¡Oh! Ya sé. Son las manchas de tinta con formas.

—Muchos lo denominan así. Pero es un Test muy importante. Por medio de él, puedo evaluar tu personalidad. También me permitirá conocer más de tus miedos.

—Muy bien...

—¿Qué observas en esta primera figura?

—No lo sé... ¿Un lobo?

—¿Me estás preguntando?

—No... solo que...

—No hay respuestas erróneas, Roel. Solo dime lo que ves.

—Veo el rostro de un lobo.

—¡Bien! Te mostraré la siguiente.

—Una libélula.

—Otra...

—Unos cuernos...

—¡Vaya...! ¿En esta?

Luego, sucedió algo muy extraño. La siguiente forma, reveló el número 50. Parecía que destilaba sangre.

—¿Es una broma?

Escondido, un Juego de MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora