RASTROS

capitulo 6 Heridas

Advertencia no apto para sensibles ⚠️

Víctor empieza a recordar lo que alguna vez fue su infancia, lo que marcó un antes y un después, aquellas heridas que jamás sanaron

Víctor, 9 años —de regreso del colegio.
¿Mami donde estas ya llegue??

Que pasa pequeño, estoy en el cuarto doblando la ropa, ven amor.

Hola mamá, ¿cuándo llegará papá? —se nota el temor en su mirada.

Llegará hoy hijo, por favor no lo hagas enojar, no lo mires, no lo hables y tienes que hacerle caso en todo, no creo que quieras que tu madre sufra, ¿verdad? Nos irá muy mal a los dos si no te comportas —mientras habla su cuerpo comienza a temblar.

Nooo!! —grita aterrado. Por favor mamá, no quiero, no dejes que me lastime, él me hace mucho daño, pero Yo no quiero que tú sufras mami y si tengo que hacerlo
—llora. Haré lo que me pida —de solo pensar en todo lo que le sucederá se orina.

Maldito, inútil, ya cállate, no soporto tu irritable voz —le da una cachetada y el niño cae al suelo llorando. Silencio estúpido o te pegaré más fuerte, limpia esto o te haré limpiarlo con tu lengua nuca, debí tenerte maldito estorbo.

Lo siento mamá, seré bueno, prometo mejorar yo, sé que no eres tú del todo, que estás enferma, toma tus medicamentos, así podrás controlar tus emociones —su llanto es desgarrador. Ya no me pegues, me duele mucho, prometo portarme bien mami, seré un mejor hijo y no te voy a estorbar, tan solo quiero que me ames, que me cuides.

No me digas lo que tengo que hacer mocoso, me das asco —le arroja el frasco con pastillas. Estoy enferma y me saldré con la mía, esta estúpida bipolaridad servirá de algo.
—su rostro muestra una gran frialdad. Jamás podrás hacer nada bien, eres y serás un inútil, nunca te amaré, eres la razón de todos mis problemas.

Tú eres el causante de todo esto —le da un golpe justo en el rostro al pequeño Víctor volviéndolo a tirar al suelo.
Ya muérete de una vez —lo golpea. Ni siquiera sirves para distraer a tu padre —lo vuelve a golpear dejándolo tirado con sangre por todo su rostro.

Mami —un pequeño hilo de voz casi sin aliento escapa de sus labios. No me lastimes —su cuerpo lleno de moretones yace en el suelo.

Maldito no me digas que tengo que hacer y odio la palabra mami me repugna oírlo   de tus malditos labios, yo puedo dañarte cuanto quiera, soy tu madre después de todo —risa siniestra. Tengo todo el derecho, uno no escoge los padres que le tocan —agarra aquel pequeño niño del cabello y con un cigarro empieza a quemar su frágil cuerpo, en sus brazos, torso, rostro, lengua y como si no importara con un cuchillo afilado le cercena a sangre fría una de sus orejas.

Como adoro escucharte sufrir hijo mío
—los gritos del niño son escalofriantes.
¿Esa agonía no podría ser mejor o sí?—se burla sin piedad.

Claro que puede mejorar, verdad que hoy llega tu padre. Él no tendrá tanta compasión como yo y lo sabes.
—su rostro se muestra completamente extasiado.