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Una luz muy intensa hace que me despierte, voy abriendo poco a poco los párpados. La luz me ciega, pero al final consigo abrir los ojos del todo y, acostumbrándome a la potente luz del... Me doy cuenta que son las dos de la tarde y la luz, es la del sol que resplandece por la ventana. "Nunca había dormido hasta tan tarde" suelta mi subconsciente. Perezosamente me levanto de la cama, me visto y voy a la cocina. "Por favor, por favor que no esté Jack, Dios te lo pido por favor" ruego en mi pequeña cabeza. Llego a la cocina, "pero ¿qué está pasando aquí?", en la cocina está mi madre, que la verdad debería estar trabajando, y como no mi hermano. Pero algo pasa, están en silencio, creo que me están esperando.

-Katherine, siéntate. Te estábamos esperando- dice mi madre. Por como lo ha dicho no me espero nada bueno.- Mira Katherine cariño, últimamente los Partidarios han subido los impuestos que tenemos que darles, y con mi trabajo no podré manteneros a vosotros y a mí. Así que para poder llegar a fin de mes y pagar a los Partidarios, necesito que tu hermano y tú también trabajéis, pero no tanto como yo, ni mucho menos. Os pido que trabajéis cinco horas diarias en donde queráis pero buscaros un trabajo que os guste.

-¡No es justo! Nosotros nos matamos para sobrevivir, y ellos no hacen nada, literalmente y suben los impuestos para jodernos. Seguro que es solo para eso, les sobra de todo- grito, enfadada. Sin pensarlo dos veces salgo de casa, necesito pensarlo, tengo que encontrar a Harry, y decirle que estoy dispuesta a encontrar los amuletos para que todo vuelva a la normalidad.

-Katherine- me grita mi madre sin perder el tono amable de su voz. Me giro un momento y veo que Jack me está siguiendo y me pisa los talones. Intento correr más y más rápido, pero Jack es mucho más rápido y me alcanza sin casi esforzarse. Me agarra del brazo y me para de golpe.

-Katherine, no te comportes como una cría. Nuestra madre solo nos está pidiendo ayuda, y es para nuestro bien, además tarde o temprano tendremos que trabajar si o si para mantenernos. Así que no te comportes así, y yo también tendré que trabajar, no pienses solo en ti misma. Mañana tenemos que ir a buscar trabajo vamos los dos juntos para que te relajes hermanita.- me dice, y me da un golpecito en el hombro. Recapacitando lo que me ha dicho, la vedad es que tiene razón. Y tampoco será tan duro trabajar ¿no? o ¿si? Bueno me buscaré un trabajo que me guste, y así mato el tiempo. Pero lo que me fastidia no es que valla a trabajar, si no que los Partidarios tienen de todo y piden más, y nosotros que no tenemos casi nada se lo tenemos que dar. Accedo a seguir a mi hermano de vuelta a casa.

-Pero lo que me fastidia es que los Partidarios tengan de todo y nosotros trabajemos para ellos, no que tenga que trabajar- le digo a Jack. "¿Por qué se lo he dicho?" se va a burlar de mí.

-Si si hermanita, que todo el mundo sabes que eres una vaga- se burla, como había dicho. Es que no se le puede decir nada.

-Lo dirás por ti ¿no?- le digo para defenderme, la cosa no va a quedar en que él pueda joderme y yo no a él, ahora no. -Siempre estas con tus amigos y yo me quedaba limpiando la casa, así que no me vengas con que yo son una vaga- continúo, a Jack se le dibuja una sonrisa pícara.

-Ya lo sé, solo es para molestarte- dice riéndose. Le hago una mirada asesina le doy un golpe en el hombro y salgo corriendo a casa. La verdad es que tengo mucha hambre y quiero disculparme por mi comportamiento a mi madre. Pero tengo mucha hambre, últimamente no como casi y me estoy quedando en los huesos. Ahora me comería una vaca entera. Entro en casa y me dirijo a la cocina. Mi madre está haciendo el desayuno, bueno desayuno-comida, "mmmm... huele a huevos fritos", me acerco a mi madre y sin pensarlo dos veces le doy un beso en la mejilla y "robo" un trozo de pan.

-Siento haberme puesto así. Me buscaré trabajo y te ayudaré en lo que haga falta.

-Cariño no pasa nada, sé que todo esto es muy duro y los Partidarios nos tratan mal, no tienes por qué disculparte. Y no te voy a meter presión para que busques trabajo, tómate tu tiempo.

-No mamá, mañana buscaré trabajo con Jack. Así podremos comer bien y tú podrás descansar algunos días, trabajas mucho.- le digo intentando reconfortándola.

-No te quiero pedir mucho, pero intenta llevarte bien con tu hermano. Él se ha ofrecido trabajar más, para que tú solo trabajes cinco horas, Jack trabaja ocho-"¿¡Qué!?"-. Ya sé que será difícil que te lleves bien con tu hermano, podrá ser un cabezota, maleducado... Todo lo que quieras, pero en el fondo te quiere.- me suplica. "¿Pero de verdad ha hecho eso por mí? No me lo creo, Jack se ha ofrecido a trabajar más para que yo trabaje menos. No me esperaba eso de él, ni mucho menos."

-Vale mamá, lo intentaré- le susurro, después de varios segundos en silencio- Huele muy bien mamá- le digo para cambiar de tema.

-Gracias hija, ¿te importaría poner la mesa?-me pregunta.

-Vale- me dedico a responder. Pongo la mesa y minutos más tarde la comida está en la mesa, y empezamos a comer los tres juntos en silencio. Pero no es un silencio incómodo.

-Por cierto Katherine, ¿dónde estuviste ayer todo el día?- me pregunta mi madre.

-Eso, eso ¿dónde estuviste Katherine?- me dice Jack con un tono de burla. "Mierda", la pregunta que temía que me preguntaran. Y ahora que les digo, la verdad no, por supuesto. Aunque Jack ya sabe que existe el agujero. "Invéntate algo Katherine".

-Estuve dando un paseo por la pradera, y se me pasó el tiempo- miento. "La verdad es que estuve en la Carpa de invierno infringiendo la norma, para encontrar un amuleto de papá que ese le cayó en un sueño que tuve, más bien una pesadilla. Me perdí, y Harry me encontró y me ayudó a buscarlo. Lo encontramos y él me enseño su colgante, que va y resulta que lo dos colgantes encajan, y con otros dos forman una especie de amuleto que nos puede salvar. Vamos lo normal." Añade mi subconsciente. La comida transcurre en silencio. Después de comer me voy a mi cuarto. En él me pongo en la ventana para pensar y observar.

Debería volver para ver qué tal está Harry, no creo pareceré muy pesada. Pero ¿y si le ha pasado algo?, me dijo que corriera y él se quedó ahí. Ni si quiera llegué a despedirme de él. Que tonta claro que estará bien él vive ahí no ha hecho nada malo. Tengo que contarle que quiero buscar los amuletos con él y salvar el mundo, "para Katherine estás exagerando". Además es casi imposible encontrar todos los amuletos, podrían estar en cualquier parte, y ni siquiera sabemos cómo son. Aunque ya tenemos dos, solo nos faltan otros dos.

Pensando y pensando, se me pasa la tarde y ya está anocheciendo. "Qué bonita puesta de sol" me digo. Será mejor que me acueste enseguida que mañana me espera un día duro, muy duro.

TRAS LAS ESTACIONESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora