DongMin desde pequeño tenía una extraña "maldición" ¿O debería decir dos? Él tenía una vida bastante tranquila hasta que ocurrió todo aquello.
Todo comenzó cuando llegaron sus nuevos vecinos, la familia Steele, incluso su nombre sonaba raro, la señora esa tenía una extraña y terrorífica obsesión con el señor Lee, a pesar de que él la rechazaba una y otra vez ella seguía insistiendo, hasta que se entero que, no solo estaba casado si no que tenía un hijo, un hermoso niño de 5 años. Tanto fue su odio hacía el pequeño niño, que le lanzo dos maldiciones, la primera era que por la noche dejaría de ser niño y pasaría a ser niña, la segunda era que todo aquel que lo viera a los ojos quedaría enamorado, y ustedes pensaran ¿Qué tiene eso de malo? Pues mucho, imagínense tener un grupito de personas pendientes de lo que haces todo el día y tratando de llamar tu atención 24/7 ¡El pobre niño no iba a poder con eso! Por esa misma razón ellos lo hicieron pasar por ciego, tenía los ojos vendados y solo se sacaba la venda al estar en su casa.
El problema fue cuando cumplió 15 años, estaba cansado de estar encerrado en su casa todo el tiempo ¿Le vieron cara de Rapunzel o que onda? No lograba entender porque no podía ser como todos los chicos de su edad, toda su rutina se basaba en ir a la escuela u luego volver a casa, horrible.
— Voy a morir soltero — se quejo mientras se tiraba en la cama — ¿O debería decir soltera? — agregó, mirando sus pechos — ya ni siquiera sé lo que soy ¡Ya no sé si soy hombre o mujer! — grito con fuerza a propósito, para que sus padres lo escucharán — ¿Qué va a ser de mi entonces?! Me quedare solo y con 50 gatos.
— Sigue así e incluso los gatos vas a huir de ti — se quejo su hermano menor mientras entraba al cuarto, como siempre, sin permiso — ¿Vas a dejar de gritar si te llevo a tomar un helado?
— Sip
— Entonces ve a ponerte algo adecuado para salir.
— Esto esta bien para salir — comentó confundido, viendo su ropa — ¿Qué tiene de malo?
— ¿Qué tiene de malo? ¡Todo! No vas a salir con esa falda tan corta.
— ¡MinHyuk! La falda esta bien, me llega hasta las rodillas ¿No es suficiente?
— A ver... — dijo mirándolo fijamente, haciéndose el pensativo — no.
— Dejaré que espantes a todos los chicos y no le diré ni a papá ni a mamá ¿Trato?
— Esta bien, vamos, pero primero déjame ponerte la venda.
Con desagrado, DongMin dejo que su hermano menor le pusiera la venda en sus ojos, todo por esa tonta maldición. Debido a que no puede ver, tuvo que ir aferrado a su hermano todo el camino, por esa misma razón es que no puede salir solo.
Por otro lado, en ese misma heladería a la que se dirigían los dos hermanos, estaba un chico esperando aburrido a que su hermana terminara de trabajar para poder irse a casa ¿No podía cerrar la heladería ahora? Eran las 10 de la noche y dudaba que alguien quiera comer helado a esa hora, descartando a las embarazadas, o por lo menos eso pensó hasta que vio dos personas entrar al lugar, un chico que siendo sincero, no le prestó mucha atención, y una hermosa chica de un cabello largo azabache, su piel blanca y al parecer suave, esa remera blanca y falda rosa pastel aumentaban aún más su encanto.
— ¿Quieres dejar de ver a mi hermana como si fuera un postre? — dijo el chico casi en un gruñido.
— ¿MinHyuk? — pregunto confundida la bella chica, porque sí, no podía ver debido a esa venda que tenía en los ojos ¿Será ciega? Pensó Moon confundido.
— No pasa nada Minnie, es solo un baboso más.
No es mi culpa que tu hermana sea tan hermosa, no significa que sea baboso, se quejo Moon en su mente, pero claro que no lo diría en vos alta, después su hermana se quejaría diciendo que le espanta los clientes. En su lugar se quedo en silencio, observando atentamente el movimiento de ambos hermanos, hasta que vio como el chico se alejaba un par de pasos de la chica, dejándola confundida debido al repentino alejamiento. Ella movió tímidamente su brazo hacia adelante, tanteando un poco hasta que su mano toco el brazo de MoonBin, al cual se aferro creyendo que era el hermano.
¿Esto puedo ponerlo en la lista de los mejores días de mi vida? Porque lo es. Para la mala suerte de Moon aquel bello momento no duro mucho porque el hermano rápidamente lo alejo de él, susurrándole algo al oído, al instante sus mejillas se pintaron de un color rojo.
Por su parte DongMin estaba pasando la mayor vergüenza de su vida ¡Había agarrado el brazo de otra persona! Pero en su defensa, era culpa de MinHyuk dejarlo solo cuando sabía que no podía ver, demasiado cruel de su parte.
— Lo siento — le dijo al chico, o en donde creía que estaba el chico — pensé que...
— Esta bien — lo interrumpió — sé que no lo hiciste a propósito, bonita ¿Cómo te llamas?
— Do...
— No tiene nombre — intervino rápidamente MinHyuk — ¿Te parece si nos vamos ahora a casa hermanita? Ya es tarde.
— Yo quiero ir a la plaza — se quejo — no quiero regresar a casa, me van a dejar ence...
— Vamos a la plaza entonces — habló de nuevo, al notar que su hermanito iba a decir algo que no debería ¿Qué no se daba cuenta que las demás personas podían malinterpretar las cosas? Aunque bueno, no era su culpa después de todo, en casa solo hablaba con sus padres y él.
— ¿Tu novio va a venir?
— No
— ¿Y MJ?
— Son las 10 de la noche.
DongMin se vio un poco decepcionado después de eso, tenía tantas ganas de hablar con alguien más que no fuera su familia, no es que no le gustara, pero a veces desearía tener más amigos. MinHyuk miro con resignación al chico que no dejaba de ver a su hermano como si fuera un diamante o algo así, lo pensó bastante, demasiado en realidad, pero no podía con la cara de decepción de su hermano mayor.
— ¿Cómo te llamas?
— MoonBin.
— ¿Estás ocupado? ¿Tienes algo que hacer?
— No, aparte de esperar a mi hermana, que seguramente cierra a las 12.
— 12:30 — aclaró su hermana, sin prestarle mucha atención.
— Bueno, eso.
— ¿Quieres venir con nosotros?
MoonBin iba a hacer una pregunta tan estúpida como lo es el ¿Yo? Mientras se señalaba, pero el chico parecía verlo ya como un tonto y no quería dar una afirmación a ello. Así que en su lugar simplemente asintió, siguiendo a ambos chicos hasta la plaza, DongMin iba bastante emocionado al tener a alguien más como su amigo, aunque no sabía cuanto iba a durar eso. Con algo de duda se soltó del brazo de su hermano y llevo hasta, en donde creía estaba el otro chico, confirmandolo al sentir su brazo.
— Me llamo DongMin ¿Tú como te llamas? Oh ¡Espera! Ya lo dijiste ¿Cuántos años tienes? Yo tengo 15 aunque mis papás dicen que parezco tener menos.
— También tengo 15 — respondió con una sonrisa, mientras llevaba a su acompañante hasta el banco más cercano.
— Tenemos la misma edad entonces, mi hermano es dos años menor que yo, tiene 13 aunque no lo parezca, es bastante aterrados cuando quiere y se la pasa espantando a todos los chicos que se me cruzan, la última vez hizo llorar a uno porque...
— ¡DongMin! — lo regaño su hermano, una de las razones por las que alejaba a todos es porque su hermano tomaba confianza demasiado rápido — No le cuentes esas cosas.
— Esta bien. MoonBin ¿Quieres ser mi amigo?
— Claro, me gustaría ser tu amigo.
La verdad era que la chica le atraía, pensó que nunca más la volvería a ver y ahora ella misma le preguntaba si podían ser amigos, bueno sí, fue derechito a la friendzone pero al menos iba a poder pasar más tiempo con ella. Mientras tanto DongMin esperaba que su nuevo amigo no saliera corriendo al momento de enterarse de sus maldiciones.