"No lo penso mucho, no quería hacerlo, solo dejo que sus pies lo guiarán hasta aquella casa en la que había vivido tanto tiempo, pero que ahora, no podía hacer otra cosa más que observarla desde lejos.
DongMin ya era feliz con alguien más ¿Qué podía hacer él? Lo había lastimado tanto, negándose a si mismo sus sentimientos, que termino por perder lo más importante en su vida. Solo le quedaba desearle felicidad y que su nueva pareja, pueda darle todo el amor que él no pudo."
—¿Y? ¿Qué tal? —pregunto emocionado su mejor amigo.
—Se me hace medio raro que uno de los personajes más odiados tenga mi nombre.
—Pero de la historia.
—El inició me molesto mucho, pero supongo que el final no fue tan malo; después de todo, MoonBin por fin aprendió la lección. Aunque tuvo que perder a su esposo para hacerlo.
—Y ahora DongMinnie es feliz con alguien que lo ama de verdad —. Solto un suspiro y agrego — ¿No crees que es algo romántico?
—Hablas del tal DongMin como si fuera alguien real — murmuró — y no, no creo que sea algo muy romántico. Ellos no tienen mucho contacto, la mayor parte de la historia lo pasan a DongMin sufriendo porque MoonBin le mete los cuernos y vive rechazandolo, es casi al final de la historia donde aparece Hyun Min y ambos se enamoran en solo unos minutos. Ya parece que le estan copiando a Disney.
—Es porque ellos se aman ¡Estan destinados a estar juntos!
—Mira, no sé vos, pero a mi se me hace imposible amar a alguien que no conoces.
Sanha lo miro disgustado, bastante ofendido por el hecho de que el mayor lo tratara como si fuera un soñador. Aunque en realidad, no fueron esas sus palabras.
—Sos un amargado, por eso seguis soltero.
—¿O tal vez es por qué no me gusta nadie? Así de simple.
SanHa hizo un puchero, sin saber que decir. Esa fue una señal para que el mayor cambiara de tema.
—¿Quieres que vayamos por un helado? —pregunto titubeante.
—Esta bien.
MoonBin suspiro con alivio al ver que la expresión del menor se había relajado notablemente y guardo su celular, en donde momentos antes, había estado leyendo la novela; bueno, terminando de leerla, y se levanto del suelo de su patio.
Los dos se mantuvieron en silencio todo el camino, perdidos en sus pensamientos. No era algo incómodo, en realidad, era bastante tranquilo.
Fue cuando llegaron al frente de la heladería que MoonBin se giro a mirar a su mejor amigo. Solo tenían que cruzar la calle para llegar a su destino.
—¿Sigues molesto por esa historia? —pregunto dudoso.
—No, solo estoy algo pensativo.
—No te preocupes tanto por eso, yo no creo que...
—¡Alguien detengalo! — el grito de una mujer detuvo sus palabras.
No pasaron más que unos segundos cuando sintió un cuerpo impactar contra el suyo, sus pies dejaron de tocar la vereda, escucho el ruido de un auto frenando y luego todo se volvió negro. Lo último que escucho fue la voz de su amigo llamándolo con desesperación.
—MoonBin —escucho que alguien lo llamaba —, despierta. Vamos, cariño.
«¿Cariño? ¿A quién le habla?»
Todo su cuerpo dolía, pero no tanto como lo esperaba después de tener un accidente. Sus ojos se sentían un poco pesados, pero aún así logro abrirlos.
