Yang Mi y Yoon Ah eran amigas desde pequeñas, hacian todo juntas, incluso después de 20 años seguían igual de inseparables. Siempre estaban apoyándose en todo, incluso cuando nació DongMin y el padre prácticamente salió huyendo cuando se entero del embarazo, Yang Mi estaba destrozada, no esperaba que su novio la dejara en esos momentos ¿En donde quedaban todas las palabras de amor que le decía por las noches? Aún así trato de ser fuerte por su bebé, porque a pesar de todo, ella si estaba feliz por DongMin.
Tiempo después Yoon Ah se entero que estaba embarazada, y nueve meses más tarde el pequeño MoonBin llego al mundo. Fue una alegría para la familia Moon y para los Lee, todos estaban felices con la llegada del niño.
Todas las personas que conocían a Yang Mi y Yoon Ah también conocían la amistad tan bonita que tenían, por lo tanto, esperaban la misma relación de parte de sus hijos, amigos inseparables, y así fueron. Ellos jugaban juntos todo el tiempo, se cuidaban mutuamente y se veían muy tiernos, pero había algo que nadie sabia, el pequeño MoonBin siempre miraba como su padre daba un beso en los labios de su mamá antes de ir a trabajar o simplemente porque quería, entonces se preguntaba ¿Puedo hacer eso con DongMin Hyung? Tanta fue su curiosidad que incluso se lo pregunto a su madre, mientras ella preparaba un pastel para su cumpleaños.
— Mamá, mamá — canturreo tratando de llamar su atención
— ¿Qué pasa cariño?
— ¿Yo también puedo dar besitos a Hyung como papá te los da a ti?
— ¿Qué? — pregunto confundida, después miro la carita de emoción de su pequeño y no supo que responder para no romper sus ilusiones — eso... Eso solo lo hace la gente grande Binnie, eres muy chiquito para eso, y además, se hace con alguien que amas mucho mucho mucho.
— Yo amo a Minnie, mucho mucho mucho — se quejó — ¿Por qué no puedo?
— Es cosa de grandes — dijo al fin, dando por terminada la conversación.
Pero esa respuesta no fue suficiente para Bin, que a pesar de todo seguía queriendo hacer lo mismo que su papá. Su gran oportunidad llego en el momento que Yang Mi tuvo que dejar a su pequeño en la casa de su amiga, ya que tenía un viaje de negocios y no lo podía llevar porque DongMin tenía escuela. Los primeros tres días MoonBin se mantenía tranquilo, jugando con su hyung igual que siempre y robando galletas sin que su madre se de cuenta, pero aún así, siempre mantenía su mirada atenta en su papá, cada vez que se acercaba a Yoon Ah para darle un beso.
— Minnie, vamos a jugar al patio.
— Pero pensé que...
— Jugar afuera es más divertido — lo interrumpió, agarrando su mano y llevándolo lejos de la mirada de sus padres.
— ¿Qué pasa Binnie? — pregunto el mayor confundido.
— Beso — fue lo único que dijo, llevando un dedo hasta sus labios.
— ¿Beso? — repitió sin entender a que se refería o al menos hasta que miro el dedo en su labio y nego varias veces, su mamá le había dicho que ellos eran muy pequeños para eso — mamá dice que no podemos.
— ¿Por qué? Eso hacen las personas que se aman mucho mucho mucho ¿No me amas Minnie?
— Sí pero... Somos muy...
— Tengo siete años — insistió, mostrando siete dedos a su hyung — siete, no soy un bebé... Y mamá no debe enterarse — dijo al ver que DongMin estaba comenzando a dudar.
— Esta bien, no somos bebés — asintió — un beso esta bien, pero nadie debe saberlo.
Con algo de nervios DongMin se fue acercando lentamente hasta el rostro del menor, sin embargo, justo cuando sus labios estaban por rozarse escucharon el llamado del señor Moon, anunciando que la comida ya estaba lista.