Serendipia

Capítulo 12

 Andrew's POV:

¿Conoces ese sentimiento de estar esperando con ansias que pase algo pero a la vez estar rezando para que se aplace o sencillamente no ocurra nunca?

Pues justamente eso siento ahora mismo y está carcomiendo mis entrañas.

Echo el vistazo número cien mil al reloj de pared que adorna la cocina de Luke, pero es como si el tiempo se hubiera detenido.

Siguen siendo las ocho en punto.

— Hey Andy ¿A qué hora tienes que estar en casa de tu novia? —Pregunta Luke antes de darle un mordisco a su sándwich.

— A y media —Contesto

— ¿Y su casa está muy lejos?

— A quince minutos en coche.

Luke da un sorbo a su refresco y desplaza su dedo índice por la pantalla de su teléfono móvil. Si me quedo más tiempo aquí creo que me volveré loco o tal vez sufra un paro cardiaco; lo que llegue primero.

— ¿Qué tal si pasamos por la floristería de mi madre, le compras una bonitas flores y luego te llevo a su casa? —Pregunta Luke después de llevarse el ultimo trozo de sándwich a su boca y meter las llaves de su coche en el bolsillo derecho de su chaqueta.

— Buena idea —Pienso, y asiento entusiasmado. Sé exactamente qué flores comprarle.

Bianca’s POV:

Después de una ducha rápida, me dirijo a la habitación de Soph para alistarme. Cruzo el salón y abro la puerta del cuarto. Cepillo mi húmedo cabello y, con mis manos y un gel rizador, ayudo a mis rulos a definirse. Me deshago de la toalla que envuelve mi cuerpo, deslizo mis bragas carmesí por la longitud de mis piernas y abrocho mi sujetador del mismo color. La canción de Help de The Beatles se escucha demasiado baja para mi gusto y es cuando me doy cuenta que olvidé el portátil en el baño. La alarma de mi móvil me avisa que quedan cinco minutos para y media y Sophie todavía no ha aparecido— ¿Dónde mierda se ha metido esta chica? —Me pregunto, y como respuesta oigo un ruido en el salón.— Esa debe ser ella —Pienso, y decido salir a interrogarla y reprocharle el haberse ido sin dar explicaciones.

Abro la puerta de su habitación y me dirijo hacia la sala de estar pero Soph no está allí, en su lugar hay un dulce chico de cabello rubio oscuro alborotado al cual se le acaba de desfigurar la cara al notar mi presencia. Sus ojos café hacen su mejor intento para sostenerme la mirada ya que como no podía ser de otro modo; estoy semidesnuda delante de él.

***

Bueno, bueno, bueno… ¡Hola de nuevo! Sé que tarde un poquito en actualizar pero ya les había avisado que sería casi imposible encontrar un ratito para escribir. Espero que el capítulo haya valido la espera y como les prometí la semana pasada creo que fue interesante ¿Verdad? Cierto que soy malvada y los dejé con la intriga pero el próximo capítulo será pronto, se los aseguro.

Xoxo

DW.