Capítulo 16

150 11 0
                                    

Andrew's POV:

Por ahora, creo haber aprobado con creces mi tarea de dar una buena impresión a los padres de Soph y eso me hace muy feliz, ya que se trata de lo que ella espera de mí.

Nora y Harry me han preguntado mil y una cosas a lo largo de la velada y se han mostrado verdaderamente complacidos con cada una de mis respuestas. Soph y Ed también han participado en la conversación y me han hecho sentir mucho más relajado; en cambio, Bianca, tras su última intervención se ha mantenido relativamente ausente.

Ella parece estar escuchando ya que de vez en cuando pone sus ojos en blanco o bufa, pero es en muy limitadas ocasiones cuando se la ve  participar con algún comentario u opinión.  Parece malhumorada, aunque no sabría decir si eso ya le viene de fábrica. En el poco tiempo que he tenido el cuestionable placer de conocerla, ella ha sido antipática e irritante y no sé si se trata de algo personal o si es así por naturaleza. No sé qué pretende, no sé qué le he hecho y no sé porque no puedo aceptar no agradarle a alguien.

A veces pasa eso; algunas personas no te entran por los ojos, pero, ¿Por qué yo? ¿Qué he hecho mal? y sobretodo ¿Por qué me importa tanto?

— ¿Y tú qué opinas Andy? —Oigo a Soph preguntarme mientras ella y Ed recogen los platos con restos de patata y cordero. No tengo ni idea de que responder a eso. He estado absorto en mis propios pensamientos durante un buen rato y he perdido el hilo de la conversación.

— Mm, yo... Yo creo que sí —Digo y tomo un sorbo de agua. Si algo he aprendido a lo largo de mis dieciocho años es que, un simple sí, es la salida más fiable cuando te ves metido en este tipo de embrollos.

Levanto la mirada hacia los padres de Sophie y gracias a Dios, Nora y Harry, mis jueces por esta noche, asienten y parecen estar satisfechos con mi respuesta. Mis hombros se destensan y dejo escapar un suspiro de alivio, pero de repente, Bianca chasquea la lengua y mi señal de alerta se enciende. 

— Yo no lo creo —Dice, jugueteando con sus uñas —. Os contaré una anécdota ¿De acuerdo? —Pregunta, y antes de que alguien tenga la oportunidad de negarse, ella prosigue.— Pues bien, hace unos meses decidí entrar a una exposición de arte contemporáneo en una galería del centro. La primera obra consistía en dos guantes de limpieza amarillos colgando de un cable de acero y se llamaba Disinfecting. Si pensabais que el nombre era lo peor, esos dos guantes roñosos colgando de un estúpido cable costaban 10.000$. Sinceramente, tuve que aguantarme la risa durante los cuarenta minutos de recorrido. No cabe en mi cabeza como alguien puede tener el descaro de cobrar esa inmensa cantidad de dinero por una porquería sin sentido y como alguien puede llegar a considerarlo realmente arte. En mi opinión toda esa mierda está sobrevalorada. Es algo que nunca lograré entender ¿Sabéis?

Cuando ella termina con ese "¿Sabéis?" vacilón se hace el silencio. Mi mandíbula y la de los padres de Sophie rozan el parqué de la cocina comedor y Bianca admira triunfante nuestras bocas abiertas.

Es alucinante como esta mujer es incapaz de hablar sin colar alguna palabra malsonante pero lo que consigue realmente estremecerme es como ella, sin ton ni son, comienza a carcajearse frente a nosotros.

¿Cómo puede ser alguien tan sinvergüenza?

Al oír su risa, Nora frunce los labios y parece estar dispuesta a iniciar una discusión con Bianca, pero Ed no deja que eso ocurra, tosiendo y captando la atención de todos.

— ¿No os apetece el postre? —Pregunta, y sin haber dado tiempo a recibir ninguna respuesta, él ya está sentado en su asiento cortando a porciones un apetitoso Lemon Pie.

Bianca's POV:

Doy el último mordisco a mi segunda porción de pastel de limón y me quedo mirando el hermoso ramo de orquídeas que descansa en su jarrón mientras escucho, como banda sonora del final de este delicioso postre, a Snow Patrol reproducirse desde el portátil de Sophie.

Parece como si nadie pudiera oír la melodiosa voz de Gary Lightbody cantar. Todos se dedican a comer y charlar, sin darse cuenta de que suena una de las mejores bandas del planeta desde el cuarto de baño de este apartamento.

Tal vez sean sordos o quizás estén demasiado ocupados como para poder apreciarlo.

Chasing Cars llega a su último minuto de reproducción y es justo ahí cuando siento a alguien observarme.

Es él, de nuevo.

Se detiene a escrutarme con la mirada como si pensará que con tan sólo mirarme a los ojos pudiera ser capaz de ver tras ellos, descubrir porque me comporto como lo hago.

Porque soy como soy, cuando ni yo misma lo sé.

Tan sólo nos conocemos de apenas cuatro horas y quince minutos y ya intenta analizarme. Típico.

Es gracioso lo ingenuo que puede llegar a ser este chico, parece una persona sensible por lo rápido que estalla de rabia y por la facilidad con la que su rostro pasa del blanco al bordó palabra tras palabra que mis labios pronuncian.

Admito que yo también lo hago, él es demasiado irritante para no hacerlo, pero se trata del momento y al contrario que él, su persona no me interesa lo más mínimo y no siento ninguna clase de curiosidad hacia él.

Me entretiene y disfruto haciéndolo enojar. Más de lo que lo disfruto con la mayoría, ya que los que me conocen han conseguido adaptarse poco a poco a mi personalidad y reñir con ellos ya no resulta tan divertido. No hay más.

Entre pensamiento y pensamiento, levanto la mirada para encontrar una mesa vacía y a un Ed de pie colocándose su cazadora verde militar encima de su camisa negra.

— ¿Y los demás? —Le pregunto desconcertada.

— Nora y Harry ya se han ido, Andrew  y Soph están abajo esperándonos para ir al local de Ry.

— ¿Qué hora es?

— Las doce en punto. Ahora levántate, debemos darnos prisa, Greg, Ara y Nick ya están allí.— Me explica y toma mi brazo—. Conduzco yo.

— ¡Grandioso! —Exclamo con falsa emoción pero él lo ignora y me arrastra hasta la puerta principal del departamento.

 

***

Disculpen la espera pero estuve muy ocupada en mi nueva novela: Trato Hecho.

Si a alguien le interesa saber más sobre ella, hoy subí el prólogo y me haría muchísima ilusión que lo leyeran y dejarán su opinión.

Un besazo enorme; EM.

SerendipiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora