Mi mejor casualidad (Alonso Villalpando)

CAPITULO 14: EL INICIO

Era 21 de octubre, las 8 de la mañana y yo ya no podía dormir más. Me bañe para salir directo a casa de Ros.

Ros: Van. –Abriendo la puerta- Alonso, ¿Qué haces aquí tan temprano?, son las 9 creí que vendrías más tarde.

Alonso: No pude esperar.

Ros: ¿Estas nervioso?

Alonso: Algo. Pero ya te tengo aquí y se me pasa.

Me tomo de la mano y subimos a su cuarto, estaba igual de emocionada que yo.

Ros: ¿Debo ir formal o da igual como vaya?

Alonso: Pues tú siempre te ves bien con lo que sea así que ponte lo que tú gustes.

Ros: Conste. ¿Si le harán la fiesta a Jos?

Alonso: Por supuesto y también te tengo una sorpresa a ti.

Ros: ¿A mí? ¿Por qué? la que debería darte sorpresas soy yo.

Alonso: Pues para festejar, ven siéntate. –Sentándola en sus piernas-

Ros: Estoy tan orgullosa de ti. –Besándolo en la nariz-

Acomodo su cabeza en mi hombro y nos quedamos platicando. No nos dimos cuenta pero así nos quedamos un buen rato, el tiempo con ella pasaba muy rápido. Vimos una película y luego fue a bañarse, yo salí a la sala de su casa esperando hasta que al fin salió vestida.

Ros: Me maquillo y ya estoy lista.

Alonso: Pero así ya te ves muy bonita, de hecho hermosísima, bellísima.

Ros: Gracias, pero de vez en cuando hay que ser un poco vanidosa. Solo me maquillare poquito y ya.

Alonso: ¿Y para quien te arreglas tanto?

Ros: –Riendo- Para un tipo que esta como todo bobo pero así me encanta, se llama Alonso Villalpando Camarena ¿Lo conoces?

Alonso: ¿Es uno que tiene una novia así bien guapa?

Ros: Pues ni tanto ¿eh? La he visto y hay chicas mejores.

Alonso: Lo dudo.

Así nos la pasamos diciendo tonterías mientras veía como se maquillaba cuando en un momento de estupidez yo intente ayudarla y arruine su maquillaje, lo cual nos dio mucha risa.

Ros: Eres un menso.

Alonso: Intente ayudar, perdón.

Ros: Lo sé, pero casi me sacas un ojo, corriste el delineador y ahora tendré que lavar mi cara y comenzar de nuevo. Pero reí mucho. Por eso te quiero. –Pasando las manos por su cuello-

Alonso: Aun así te ves bonita.

Ros: Deja arreglo esto y si quieres ya nos vamos.

Llegamos a las oficinas y los chicos ya estaban ahí muy emocionados. Empezó a llegar gente, habíamos invitado fans a la firma y ya había varias. Llego el gran momento, era como el inicio de todo, el inicio oficial de nuestra carrera, las fans gritaban y nosotros estábamos felices. Cuando firmamos nuestros contratos agradecimos a todas y todos los presentes, cada quien dijo algo. Después tuvimos un live stream y en cuanto a cabo corrí a buscar a Ros, ella se había quedado vagando por esas oficinas.

Ros: Alonso

Corrí a abrazarla y comencé a besarla.

Ros: Muchas felicidades. Estoy segura que a partir de hoy vienen muchas cosas buenas y van a tener mucho éxito, más del que ya están teniendo.

Alonso: Me alegra más vivir todo esto a tu lado. Los chicos se van a llevar a Jos para dar una vuelta, tu y yo vamos a ir al lugar donde será la fiesta para ver que todo esté en orden ¿vale?

Ros: Perfecto vamos. ¿Recuerdas que hace rato hablaste de una sorpresa? ¿Ya me dirás cuál es?

Alonso: No, al rato veras.

Las horas pasaron rápido y la fiesta dio inicio.

Jos: Chicos son los mejores. Gracias por esto, esta increíble.

Alonso: De nada, teníamos que festejar tu cumpleaños y nuestro contrato.

Alan: Salud porque inicio nuestra carrera.

Todos brindamos. La fiesta inicio a las 7, yo me encargaba de ciertas cosas en el lugar y deje a Ros con Bryan y Alan un rato. Ella estaba bailando con ellos cuando fui a hablarle para irnos.

Alonso: Bonita, ya vámonos.

Ros: ¿A dónde? Apenas son nueve y media.

Alonso: ¿Recuerdas la sorpresa?

Ros: A sí, claro. Muero por saber que es ¿Ya me vas a decir?

Alonso: Si pero ya vámonos.

Ros: OK. Bye chicos, los veo luego.

<Narra Ros>

Bry: Ros ¿Y quieres mucho a Alonso?

Ros: Demasiado, no te imaginas cuánto. Él es el chico perfecto para mí y lo necesito.

Alan: Alonso también te quiere mucho cuñada, nunca deja de pensar en ti. Siempre que estoy con el platicamos de algo que no tiene nada que ver contigo pero tu sales a tema.

Bry: ¿Entonces son el uno para el otro?

Ros: Lo más probable.

Bry: Bueno pues, me rindo totalmente. Aparte de que Alonso es un buen amigo.

Ros: ¿De qué hablas?

Bry: ¿Te acuerdas hace unos meses cuando te dije que había puesto la canción para invitar a bailar a una chica pero que ella ya estaba acompañada?

Ros: Si y quise ir a buscarla para robarla y llevártela contigo pero tu dijiste que no.

Bry: Pues es que esa chica eras tú. Y lo que es la vida, después te volví a ver pero ahora Alonso es un gran amigo y no intentaría nada para dañar la relación aparte de que sería imposible porque tú lo quieres demasiado.

Ros: Ay Bry, sabes que a ti también te quiero pero diferente.

Bry: Lo sé. Pero ¿No cambia nada verdad? Aun somos amigos.

Ros: Claro que sí. –Lo abrazo-

Alan: Que mal, hermano. Pero Ros y yo te vamos a conseguir novia.

Ros: Si, a una que si este bonita.

Bryan estaba un poco tomado, me sentía algo mal por él. Quizá si el día de la fiesta en casa de Jos me hubiera invitado a bailar las cosas habrían cambiado y sido diferentes, pero en esos momentos yo ya estaba muy feliz con Alonso, claro que no cambiaría nada de lo sucedido. Estar con él era lo mejor y nada me haría cambiar de opinión, ni siquiera el chico guapo de voz profunda.

Alonso: bonita, ya vámonos.

Ros: ¿A dónde? Apenas son nueve y media.

Alonso: ¿Recuerdas la sorpresa?

Ros: A sí, claro. Muero por saber que es ¿Ya me vas a decir?

Alonso: Si pero ya vámonos.

Ros: OK. Bye chicos, los veo luego.

Alonso desde que empezó ese día no quería decirme que era lo que tenía preparado hasta que ya era hora de irnos. Volví a preguntarle cual era la sorpresa y me dijo que me llevaría a cenar.

Alonso: Yo se que el lugar te va a encantar.

Ros: Si tu lo dices estoy segura de que si.

Alonso: Ya casi llegamos.

Ros: Ya no quiero esperar.

Yo sabía que Alonso tramaba algo más que una cena, seguramente la sorpresa era otra estaba segura.

Alonso: Ya llegamos.

Ros: No veo ningún restaurante ¿Dónde cenaremos?

Alonso: Ahí…