CAPITULO 16: NUNCA TE DEJARE

236 12 1
                                    

<Narra Ros>

Después de pasar una de las noches más perfectas a su lado me acurruque en su pecho quedándome dormida, olía tan bien. A la mañana siguiente cuando abrí los ojos el estaba llorando, me dijo que me había estado intentando despertar pero que yo no reaccionaba. El quedarme inconsciente por momentos era algo que no podía evitar, me daba cuenta que de alguna manera también le hacía daño a Alonso, yo no quería que sufriera por mí. Me vestí, desayunamos y después hable con él.

Ros: Alonso, he pensado y creo que sería mejor separarnos un tiempo.

Alonso: ¿Qué dices? ¿Estás loca? Yo no quiero separarme de ti. ¿Ya no me quieres?

Ros: Claro que te quiero y demasiado. Pero siento que te estoy lastimando de algún modo. Mira tú y mi mamá me han dicho que lo tengo se va a quitar. Deja que todo esto de la enfermedad pase y cuando ya no tenga nada y si tú aun quieres estar conmigo volvemos a estar juntos.

Alonso: No me pidas eso, yo te amo y las personas que se aman se apoyan, están ahí siempre. Y es lo que yo hare, cuidarte cada instante porque no es ningún sacrificio para mí.

Ros: No me gusta verte así, no sabes lo horrible que sentí cuando desperté y te vi llorando. Deberías conocer otras chicas, otras que no te hagan sufrir porque empeoran cada vez más. Pasan los días, aunque estoy contenta y feliz de estar a tu lado me siento más débil no lo puedo evitar, lucho por seguir adelante pero a veces me da miedo que pueda pasar algo grave, que quede inconsciente y después ya no despierte.

Alonso: No digas eso –abrazándola y besándola en la frente- jamás va a pasar, tú vas a estar conmigo.

Ros: Alonso, he investigado acerca de lo que tengo y he encontrado que eso puede ser una opción.

Alonso: No para nosotros –llorando-

Ros: Ay que estar conscientes de lo que pueda ocurrir. Aun así tu sabes que te amo y porque te amo me gustaría que te olvidaras de mi para que no sufras, también para que te concentres en tu carrera yo sé que llegaras muy lejos pero tienes que concéntrate en eso y no perder el tiempo en cosas que no valen la pena.

Alonso: Tú vales totalmente la pena, porque sin ti nada sería posible. Tú me das la fuerza, eres mi ejemplo de seguir adelante. Y no acepto que algún día te vayas de mi lado.

Ros: Pero puede pasar, tal vez no con mi enfermedad pero los accidentes ocurren Alonso…

Alonso me abrazaba fuertemente, no dejaba de hacerlo sin decir nada y lloraba, más que por todo lo que le había dicho yo también comencé a llorar pero porque odiaba verlo así sentía que lo dañaba.

Ros: Alonso, quiero que lo pienses seriamente, me has regalado los mejores días de mi vida y yo con eso me conformo.

Alonso: Es que no hay nada que pensar, seguiremos juntos y punto.

Ros: Pero yo ya no quiero estar contigo, entiende.

Alonso: No te creo, tú misma acabas de decir que me amas.

Ros: Me haces daño.

Alonso: Sabes que eso es mentira. Por favor, deja de pensar en esas cosas y solo piensa en disfrutar la vida conmigo. Prométeme que ya no dirás tonterías, de ahora en adelante solo pensaras en que nos queremos, que saldrás adelante y nada malo te ocurrirá y eso es lo único que va a importar. Sígueme demostrando que en ti esta esa guerrera que no le teme a nada.

Ros: Pero si tengo un poco de miedo.

Alonso: No tienes que, porque estoy yo aquí y no dejare que nada te pase somos solo tú y yo, recuérdalo.

Mi mejor casualidad (Alonso Villalpando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora