Ros: Alonso... Despierta son las dos de la mañana.
Alonso: ¿Qué paso?
Ros: Nos quedamos dormidos, mi mamá acaba de entrar y me despertó. Me dijo que no podías quedarte en mi cuarto.
Alonso: Ah sí, perdón. Ya me voy te veo mañana.
Ros: -jalándolo del brazo- No bebé, ven estas más dormido que despierto –riendo- Quédate aquí en la casa ¿Cómo te vas a ir? ya son las dos de la mañana, tu casa está lejos y no traes auto.
Alonso: Bueno entonces ven, abrázame y sigamos durmiendo. –Besándola en el cuello-
Ros: Me encantaría, pero te estoy diciendo que me dijo mi mamá que no podías quedarte en mi cuarto. Ven te voy a dejar para que ya te acuestes y sigas durmiendo.
Alonso: No, aquí estoy muy cómo.
Ros: Anda que mi mamá no me deja y medio se enojó cuando nos vio, se va a enojar más si no te cambias de cuarto. Ven yo te llevo.
Ros se paró y me llevo a un cuarto que estaba alado del de ella, yo tenía los ojos casi cerrados, parecía ebrio. Era muy linda, me acosté y la jale conmigo.
Alonso: Ven, se mi almohada.
Ros: Ya Alonso, acuéstate bien yo te tapo.
Alonso: Tu mamá dijo que no podíamos quedarnos los dos en tu cuarto pero no dijo nada de este.
Ros: Ya bebé, enserio se va a enojar.
Alonso: Bueno está bien, pero solo porque si normal me da miedo no me la imagino enojada.
Salió de la recamara y después de pocos minutos volví a quedar muy dormido. A la mañana siguiente desperté temprano, me levante para ir a la sala a ver si Ros ya se había despertado pero a la que vi fue a su mamá. Le dije “Buenos días” y pregunte si podía pasar al cuarto de Ros, me contesto que si así que entre. Ella seguía dormida y se veía muy tierna no pude evitar darle un beso en la mejilla cuidadosamente. Tome las cartas y carteles que había dejado en su cuarto, después salí.
Prof: Alonso, ¿Ya te vas? ¿No quieres desayunar?
Ros: Buenos días.
Alonso: Ros, perdón si te desperté. Gracias señora, pero mejor otro día.
Ros: Ven quédate a desayunar y después ya te vas. Dicen que no hay que salir con el estómago vacío.
Prof: Anda siéntate ahorita les sirvo.
Alonso: Esta bien.
Ros: ¿Cómo dormiste?
Alonso: Muy cómodo, pero me hizo falta mi almohada.
Prof: No te dio almohada esta grosera.
Alonso: -Riendo- no señora, si me dio, no lo decía por eso.
Ros: Ay guapo, ya come.
Desayune con ella y su mamá luego le dije a la profesora que me dejara salir un rato con Ros y ella acepto rápido. Ese día nos la pasamos en un parque, caminando, comiendo y luego nos recostamos en el pasto. Los días eran únicos con ella.
Llego Octubre y había posibilidades de que ya firmaríamos un contrato. Pasaron ciertas cosas. Un día salí con los chicos y con Ros.
Alonso: ¿vamos al cine o que hacemos?
Alan: Yo digo que decida la cuñada.
Jos: Tocaya con ‘r’, ¿A dónde quieres ir?
Ros: Pues si quieren al cine. Oigan ¿Dónde está William?
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Mi mejor casualidad (Alonso Villalpando)
RomanceUna novela que no es como cualquier otra, porque no todas las relaciones se terminan por la culpa de alguien. La vida siempre tiene algo preparado para ti. y no siempre lo puedes ver. El amor es algo facil de encontar, pero nunca sabras lo que pasar...